A finales del pasado año el gobierno peruano declaró Patrimonio
Cultural de la Nación las picanterías y
chicherías de los departamentos de Lambayeque, La Libertad, Cusco, Piura y
Tumbes, por ser espacios donde se han transmitido muchos conocimientos
culinarios tradicionales, que han servido para la consolidación de la cocina
regional, y que contribuyen a reafirmar la identidad cultural y la difusión de
las manifestaciones culturales en el Perú.
Las chicherías –expendedoras de chicha- y las
picanterías – expendedoras de comidas aderezadas con ají- son espacios sociales
cuya naturaleza primordial es la preparación y venta de comida y bebida tradicional,
así como por ser un espacio cultural donde tienen continuidad una serie de técnicas
de preparación de alimentos propios, donde se consolida la cica de maíz como
una bebida representativa de un determinado territorio.
Además, en estos espacios de encuentro, la mujer cumple
el rol fundamental en la trasmisión de saberes culinarios tradicionales y que
contribuyen a reforzar los lazos sociales y la identidad cultural. El común
denominador de estos establecimientos son las largas mesas con largos bancos que
son compartidos democráticamente por los comensales de toda condición social.
Elaborando chicha. Codex Trujillo del Perú. Siglo XVIII |
Las chicherías y las picanterías conocidas ya en la época
colonial, han sido muy numerosas en todo el país, sobre todo en la parte sur
del Perú como Cuzco, Apurímac, parte de Ayacucho, Arequipa, Moquegua, la costa
central y del norte como Lambayeque, Piura y Cajamarca.
La chicha es el nombre que reciben
diversas variedades de bebidas alcohólicas derivadas principalmente de la
fermentación no destilada del maíz y de otros cereales originarios de América. Por lo general es una bebida suave, de leve graduación
alcohólica y elaborada con medios artesanales. En Perú se elabora desde los
tiempos incaicos y es común encontrarla desde el centro hasta el sur del
continente.
Elaborando chicha. Codex Trujillo del Perú. Siglo XVIII |
En
Perú existen diversos tipos de chichas elaboradas con diferentes tipos de maíz
y la combinación de estos con otros cereales como la quinua, la cebada, el
trigo y habas mezcladas algunas de ellas con cascara de naranja o de piña. Estas
se conocen como chicha blanca, arequipeña, de jora..
La
excepción a estas formulas la presenta la chicha
morada, que en este caso es una bebida sin graduación alcohólica, elaborada
con los gramos del maíz morado peruano. Se consume por todo el país como bebida
refrescante.
Esta
bebida se ha utilizado tradicionalmente como acompañante de determinadas
comidas peruanas, de tal manera que no se concibe comer un adobo cuzqueño o un buen estofado,
sin ir acompañada de una buena chicha.
Por último,
para identificar a las chicherías y sus
productos a la venta existe un curioso código de pañuelos de colores, colgados
en el exterior. Así un pañuelo blanco define que ofrecen chicha. Si es rojo,
aparte de comer y beber chicha anuncian que se puede escuchar música tradicional.
En otros sitios los pañuelos indican que la comida y la bebida está lista y se
retira cuando ésta se acaba.
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