domingo, 30 de agosto de 2015

HISTORIA DE UNA PROVOCACIÓN

El 20 de julio es una de las fechas importantes en la historia de Colombia y el día de la fiesta nacional por excelencia, celebrándose el día  de la Independencia. Este día festeja los acontecimientos ocurridos el 20 de julio del 1810.
 
Ese día se celebraba el mercado semanal en la plaza la Plaza Mayor, hoy conocida como Plaza Bolívar, en donde los campesinos de las comarcas vecinas se acercaban a la capital para comercializar las frutas, las verduras y las carnes.
 
Próxima a la plaza se encontraba el Observatorio Astronómico promovido por Celestino Mutis y diseñado por el arquitecto capuchino español Domingo Petrel. Inició sus trabajos científicos en 1805 siendo su primer director el criollo Francisco José de Caldas, hijo de un gallego de Caldas de Reis. Algunos ilustres  criollos- hijos de español y nativa- venían conspirando desde hacía tiempo en contra de la presencia española en la Nueva Granada.
 
A la vez, en la esquina izquierda de la calle real-actual carrera 7ª- que desembocaba en la plaza, había un comercio muy solvente regentado por un gaditano de nombre José González Llorente. Aunque la historia local ha presentado a este ciudadano como un hombre repulsivo y detestable, la verdad es que José González era un comerciante acaudalado, con el mejor comercio de la capital, servicial y humanitario, siendo generoso en las donaciones que realizaba a diferentes instituciones sociales  de la época. Estaba muy relacionado con las autoridades virreinales y su comercio vendía quina, lozas, telas  libros y periódicos. Su actividad comercial la había iniciado en Cartagena de Indias.

Vista de la casa de Llorente, actual museo de la independencia

La provocación se preparó la noche anterior en una reunión clandestina efectuada en el Observatorio Astronómico, donde los criollos planificaron un encuentro con el comerciante para solicitarle un florero,  con el fin de usarlo en la cena de la visita del  comisario real Antonio de Villavicencio, nacido en Quito. De antemano sabían que Llorente no dejaría el florero a un criollo. 


Una vez que se dio la negativa del préstamo, los  criollos, tal como lo tenían planificado, utilizaron la ocasión para caldear los ánimos del pueblo en contra de los españoles, de esta manera el florero fue la excusa para generar la revuelta. Hay que tener en cuenta la proximidad del mercado,  al comercio de Llorente.

La negativa fue acompañada de algunos improperios de Llorente al comisario real y en general a los americanos, lo que aprovecharon los hermanos Morales para increpar a Llorente provocando una respuesta  turbulenta del pueblo, que es lo que querían. El alcalde de Bogotá, intentó calmar al pueblo sacando a Llorente, mientras que otro criollo  José María Carbonell alentaba a los habitantes para que se unieran a la protesta. 
 

Pintura alusiva al incidente del 20 de julio de 1810

Al final de la tarde las cosas se tranquilizaron, y se procedió a designar a los miembros de la Junta de Gobierno, que era el objetivo de los criollos. Estaba presidida por el virrey, lo que provocaba la animadversión del pueblo. 

En días posteriores se realizó la convocatoria de un cabildo abierto, para luego arrestar a los oidores y al virrey, que se haría efectiva  el día 21 y para el día 26 de julio se procedió a declarar extinguida  la Junta del Consejo de Regencia. 

Juan González Llorente fue el tonto útil de la revolución. Su exacerbado españolismo y su incontinencia verbal, que bien conocían los conspiradores, arrojó los resultados previstos. Llorente  estuvo preso cinco meses, quedándose en la ruina. Posteriormente viajó a  Cuba, muriendo en Camaguey. 

Todavía existe la casa de Llorente, denominada la Casa del Florero y la misma alberga el Museo de la Independencia. Estas cosas se explican en la visita a la misma. 

Esta casa también alberga un trozo de la historia colombiana repudiable. La misma se utilizó durante la retoma del Palacio de Justicia, donde los militares conducían a los liberados a efectos de identificación y primeros auxilios. El Ejército colombiano hizo desaparecer a 12 de los liberados, por los cuales algunos militares cumplen penas en firme. Esto  también se explica en la visita.
 
 

 
 
 
 

 
 

lunes, 24 de agosto de 2015

EL CONTRABANDO DE GASOLINA VENEZOLANA EN CÚCUTA

Una pimpina es un recipiente de plástico  para el trasiego ilegal de combustible venezolano hacia Colombia, donde su venta deja ganancias que quintuplican la inversión. Pimpinero se llama al vendedor de gasolina de contrabando, en el lado colombiano.
 
Así es como Cúcuta, ciudad fronteriza de unos 600.000 habitantes, dispone de cientos de estaciones de servicio improvisadas que normalmente se levantan en un pedazo de tierra, con cuatro palos y un techo vegetal,  en las avenidas y calles de la ciudad.


Pimpineros esperando clientes

Según un estudio realizado por el Ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela, para el período 2006-2007, concluyó que al menos 30 mil barriles de gasolina salen por día de contrabando hacia Colombia por la frontera terrestre. Las pérdidas para el gobierno venezolano por concepto de contrabando de combustible, de acuerdo con el análisis, fueron de 1.5 millones de dólares diarios. Estos 30 mil barriles que ingresan de forma ilegal a Colombia, por día, equivalen al 20 por ciento del total del mercado interno, según la Asociación Colombiana del Petróleo. Este rentable negocio tiene diversas formas de operar, con una multiplicidad de complicidades que incluyen a los guardias de Venezuela y a la policía colombiana.
 
 
Para las autoridades y los ciudadanos cucuteños es algo con lo que conviven día a día y les parece muy normal. Estas proveedoras de combustibles no tienen medida de seguridad alguna: los pimpineros fuman alrededor de las pimpinas, hablan con sus móviles  y  beben cerveza mientras esperan a los clientes. He visto repostar en estos chamizos a autobuses, coches y motos. Todo un autentico escándalo a ojos de un  foráneo.
 
Taxi repostando en un pimpinero
En Cúcuta, precisamente por ser ciudad fronteriza, la gasolina legal está un 52% más baja que en el resto del país. Actualmente un galón – 3,75 litros- cuesta 5.400 pesos- unos 1,70 €, mientras que en Bogotá el mismo galón cuesta 8.200 pesos, unos 2,56€. El precio del pimpinero lo desconozco, porque jamás  se me ocurriría repostar en semejantes chamizos. Se supone que estará más baja que la oficial ya reducida.
 
Repostando en pimpinero

Una de las formas de ingresar la gasolina es transportando las pimpinas, cruzando el río Táchira, en el caso de los pasos fronterizos de San Antonio y Ureña. La otra modalidad es utilizar motocicletas y vehículos de todas las marcas con placas venezolanas, cuyos conductores pueden llenar sus tanques a precio venezolano, vaciarlos en Colombia y regresar a por más, todas las veces que sea posible en el día. Cuando más capacidad tenga el tanque más volumen de negocio se creará.
 
Contrabandistas cruzando río Tachira con gasolina. Según mis cálculos, el primero con 10 pimpinas traslada 200 litros
 
Para garantizar que el combustible cruce tranquilamente la frontera hay complicidad con los expendedores de las gasolineras, quienes despachan el combustible en las estaciones de servicio y con la Guardia Nacional de Venezuela. Ambos reciben mordidas de los transportadores pimpineros.
 
 
Aunque conozco que hay miles de personas viviendo de este negocio- transportistas, trasvasadores, vendedores…-suelo discutir con los cucuteños la imagen deplorable de una ciudad donde  sus calles  y avenidas están llenas de recipientes plásticos, vendiendo gasolina ilegal y sin seguridad alguna. Ellos están tan acostumbrados que no lo ven así. De cualquier manera Cúcuta no será una ciudad normal hasta que no erradique estas prácticas criminales, mafiosas e ilegales.
 
 
Para otra entrada dejaré el ambiente y las practicas de estos pasos fronterizos, que son un autentico caos.

jueves, 20 de agosto de 2015

EL CAÑÓN DEL RÍO CHICAMOCHA

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi, define como cañón aquella geo-forma resultante de la profundización de los cauces fluviales que tengan al menos 100 m de profundidad y sus vertientes una pendiente entre 35°y 85°.  Con este criterio Colombia es un país de cañones con más de 600 lugares de estas características.
 
La cordillera oriental es la más joven de las tres en la que se subdivide la cordillera andina en la llamado nudo de los Pastos, también la más larga, la más extensa y de mayor elevación promedio alojando el mayor numero de cañones, entre ellos, quizás el más famoso, conocido como cañón del Chicamocha.
 
Este cañón de gran longitud tiene un trazado sinuoso con profundidades en algunos tramos de hasta 2.000 metros y laderas de hasta el 71º de inclinación. Su parte más visible se produce en la carretera que va desde Aratoca a Pescadero, que forma parte de la carretera nacional 45 A de San Gil a Bucaramanga. El tramo dispone de numerosos miradores para visualizarle y fotografiarle.


Vista parcial del cañón del río Chicamocha

He pasado varias veces por esta carretera en mis desplazamientos  de Bogotá a Cúcuta. He tenido oportunidad de admirarle desde diferentes sitios e incluso fotografiarle. En mi último viaje decidimos pararnos en el llamado Parque Nacional  de Chicamocha, que se ubica en una zona del cañón semiárida, dotada de vegetación xerofítica compuesta por arbustos espinosos y cactus, plantas adaptadas a la escasez de agua en la zona en la que habitan.
 
El Parque Nacional de Chimacocha es en realidad un parque de atracciones en la ladera de un cañón, en zona semiárida, que comporta una dispersión de actividades que poco tienen que ver con la riqueza paisajística del cañón. Salvo el teleférico de 6,3 kilómetros que discurre entre el parque y la Mesa de los Santos y que cruza el cañón, el resto de actividades son un bodrio saca pesos. Desde un acuaparque  lleno de piscinas y toboganes donde no hay agua, pista de hielo, mini zoo, columpios extremos, parque de cabras, parque infantil, iglesia, cine en cuarta dimensión, buggies..etc.


Vista parcial del Parque Nacional del Chicamocha.

En definitiva una intervención agresiva sobre un paisaje excelente- es verdad que Colombia está dotada de numerosos  paisajes extraordinarios-, en una zona árida con atracciones que requieren cantidades ingentes de agua y actividades que tienen poco que ver el cañón ocupado.


Vista parcial del parque del agua , situado en la parte baja de la carretera.
 
Cuesta creer que la Gobernación de Santander donde su ubica y el Gobierno Nacional, autoricen una intervención tan agresiva sobre los terrenos del cañón más emblemático de Colombia. Todo un despropósito




viernes, 14 de agosto de 2015

YA HAY DECISIÓN ARQUITECTÓNICA SOBRE EL FUTURO MUSEO NACIONAL DE LA MEMORIA

En días pasados visité, en la sala de exposiciones del archivo de Bogotá, las propuestas arquitectónicas recogidas en sendos anteproyectos, del concurso público internacional para la construcción del futuro Museo Nacional de la Memoria de Colombia.
 
Al final ha habido 72 propuestas de diversos estudios de arquitectura colombianos y de países como México, Chile, Brasil, Estados Unidos, España, Austria, Francia, Alemania y Reino Unido. Según la coordinadora de concursos de Sociedad Colombiana de Arquitectos, es una de las mayores respuestas habidas en Colombia sobre un concurso público de arquitectura.
 
Me imagino que el jurado no lo habrá tenido fácil decidir sobre tanta oferta. Para un profano en la materia, como es mi caso, he observado propuestas muy atrevidas, vistosas y muy originales. Tengo la sensación de que las mismas pertenecen a bufetes de arquitectura muy prestigiosas a nivel mundial. Espero que alguna institución colombiana las recoja en su totalidad en una publicación.
 
El jurado compuesto por cinco miembros ha tomado decisión y ha evaluado los tres mejores anteproyectos y tres menciones de honor para otros tres restantes.
 
Sobre el anteproyecto ganador dice: es un edificio que compuesto a partir de una sencillísima combinación de cuadros alternados, crea una riquísima y compleja relación de espacios de variadas escalas y condiciones lumínicas. La estricta matriz de la que deviene, a la manera de la urdimbre que sirve de base a un tejido, permite entrelazar una trama de corredores y escaleras que al sucederse y ascender, otorgan aquí recorrido de las visitantes un sentido procesional que el jurado aprecia por su sensibilidad y consonancia con el significado ritual de la institución que alberga.   
 
La escala monumental de las salas confiere al edificio un carácter unico que lo afianzará en la memoria colectiva y simbolizará con especial potencia las circustancias y esfuerzos de quienes padecieron el conflicto y se atrevieron a pensar en la paz. Este caracter singular de su forma convierte al edificio en un ícono de un esfuerzo colectivo que será un hito en la hsoria de Colombia.

El anteproyecto ha sido elaborado por un consorcio colombo-español, formado por el estudio colombiano MGP Arquitectura y Urbanismo y el español Estudio Entresitio.
 
Vista parcial  del Primer Premio
Sobre el segundo premio, el jurado manifiesta: la estrategia de implantación de una malla ordeñadora y el conjunto de edificios propuestos genera una serie de espacios públicos de escala mesurada que activan el primer piso y permiten la fácil apropiación de los usuarios. Con inteligencia y equilibrio talla en la superficie unos patios que dinamizan la experiencia de recorrer el parque, permitiendo  a los transeúntes percibir las actividades que se desarrollan en el subsuelo y aportando a los espacios allí dispuestos luz natural abundante, buena ventilación y relaciones vísales gratas con la vegetación.
 
Vista parcial del 2º premio.


Respecto al tercer premio dice: considera ejemplar en este proyecto la manera como enriquece su concepción integradora del espacio público con una rigurosa y detallada inclusión de vegetación nativa, constituyendo un parque que recompone y conecta fragmentos de la estructura ecológica de la ciudad hoy aislados y construye un nicho que propicia la llegada de aves e insectos al lugar.
 

Vista parcial del tercer premio
 
Finalmente hay que recordar que el futuro museo se ubicará en la calle 26 coincidente con el llamado eje de la memoria de Bogotá, donde se ubican el cementerio central, los cementerios inglés, alemán y hebreo, los columbarios del cementerio central, la sede del Centro de la Memoria, Paz y Reconciliación del Municipio, El Parque de la Reconciliación, la Plazoleta de Galán y el busto de Gaitán. La construcción del museo, sin duda enriquecerá este importante eje, convirtiendo a Bogotá en la Ciudad Memoria de Colombia.



lunes, 10 de agosto de 2015

UN ABOGADO ESPAÑOL ASESORA EL PROCESO DE PAZ DE LA HABANA

El pasado día 26 apareció en la revista Semana  una entrevista al abogado español, Enrique Santiago, que contratado por el gobierno noruego, como país garante del proceso, asesora a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC-. Al día siguiente fue entrevistado por la W Radio, entrevista que tuve oportunidad de escuchar.
 
Por las reacciones habidas en los siguientes días, a las dos entrevistas citadas, se presupone que el gran público colombiano, como es mi caso, desconocía la existencia de este asesor que fue bastante claro en sus respuestas. Creo que por primera vez la sociedad colombiana se ha enterado de cuáles son los límites del acuerdo por parte de las FARC.
 
De entrada explicaremos que Enrique Santiago es un abogado español, bien conocido en los ambientes de la izquierda, experto en derechos humanos y además ha sido presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Es militante de Izquierda Unida.



Enrique Santiago en su despacho


Algunas de sus criterios expuestos en las entrevistas son los siguientes:
 
- Desde el punto de vista jurídico, los máximos responsables de los crímenes cometidos durante el conflicto no son únicamente quienes han empuñado las armas. Cita a ganaderos, gremios y empresarios, como instigadores, organizadores y financiadores del paramilitarismo para cometer crímenes de lesa humanidad.
 
- Los grandes nichos de impunidad están en los instigadores del paramilitarismo, por un lado, y los grupos políticos que están detrás de las actuaciones del Estado, por el otro. Se pregunta cómo  es posible que haya solo una sentencia, una, sobre financiación del paramilitarismo? En este sentido, llama la atención por la inexistencia de una unidad dentro de la Fiscalía para los casos de crímenes de Estado y paramilitarismo.
 
- Con respecto a los crímenes cometidos está claro quiénes son los máximos responsables de la insurgencia. Pero ¿Quiénes son los máximos responsables del Estado? Para la justicia internacional no hay inmunidad de ningún cargo político.
 
 - Las FARC estarían dispuestas a aceptar un mecanismo extrajudicial que garantice la verdad, así como que se impongan sanciones con contenido reparador y restaurador, que no necesariamente tienen que incluir penas privativas de libertad.
 
- Enrique reconoció que esa herramienta extrajudicial está aún por definir, pero consideró que puede ser en una sala dentro de la Comisión de la Verdad, o por fuera de ella, donde a cambio de una verdad completa, exhaustiva y detallada se acuerden sanciones que reparen y restituyan a las victimas.
 
- En este proceso de paz para Colombia, las FARC no aceptaran que se les juzgue solo a ellas. Si los máximos responsables de la guerrilla van a la cárcel, los del Estado también. La insurgencia no es la máxima responsable de los crímenes de Colombia. 
 
 


martes, 4 de agosto de 2015

EL MERCADO DE LA HOJA DE BIJAO, EN MONIQUIRÁ

Moniquirá es un municipio perteneciente al Departamento de Boyacá, situado a unos 200 kilómetros de la capital del Estado. A la vez, éste municipio se engloba dentro de la llamada  Hoya del Río Suarez, donde se concentra una parte de la industria panelera colombiana y la práctica totalidad de la del dulce de guayaba.
 
Este municipio cuenta con 16 fábricas de dulce de guayaba y, sobre todo, con el 60% de la producción de la Heliconia bihai, popularmente conocido como bijao, utilizado para envolver los bocadillos veleños.
 
Moniquirá organiza todos los miércoles, dentro del mercado general  de verduras, el mercado de la hoja de bijao. En él los campesinos venden sus bultos de hoja en verde y, en menor medida, los procesadores de hoja la venden ya tratada, es decir blanqueada, de acuerdo al procedimiento ya descrito en este blog. http://andandoporbogota.blogspot.com/2015/05/la-presencia-de-la-hoja-de-bijao-en-el.html
Imagen parcial del mercado
El mercado se inicia a las cuatro de la mañana y hasta las siete se suelen hacer operaciones de compra venta. Los compradores de hojas en verde son procesadores de hoja que, posteriormente, las venden directamente a las fábricas de dulce de guayaba o a intermediarios que hacen lo propio.
 
El llamado bulto, es un paquete de hojas de unos 0,6 m3 de volumen, conteniendo unas 800 hojas perfectamente organizadas y contenidas en una especie de malla. Se venden a unos 50.000 pesos el bulto. Se suelen comercializar unos 70 bultos o, lo es lo mismo, unas 60.000 hojas.
Imagen de  bultos de hoja
En Moniquirá existe una asociación de vendedores y tratadores de la hoja, denominada Asobijao, que engloba a unos 30 miembros. En la visita que recientemente realice al mercado, tuve oportunidad de conocer y hablar con el Presidente de la Asociación, Mayuer Alberto Ríos. Me habló del escaso espíritu asociativo de los procesadores de hoja y de las fábricas que les imponen los precios de los atados. Así y todo ve futuro en la actividad si son capaces de procesar la hoja adecuadamente y eliminar alguna de las tareas más penosas del proceso. El mismo, en su vereda  de San Esteban, con la ayuda de una ONGD, están diseñando un horno bajo tierra para el proceso de cocción de la hoja, que esperan dedicarla también a la elaboración de artesanías. Espero poder visitarlo en los próximos meses.
Camión cargado de hoja, dispuesto para su marcha


La visita al mercado me ha dejado algunas enseñanzas. Contrariamente a lo que pensaba muy pocos cultivadores - productores de hoja la procesan. No quieren dar valor añadido a su producción y prefieren venderla, de tal manera que otros productores se suman a la cadena. Según cálculos de Mayuer Alberto, son varios los cientos de personas que entre cultivadores, procesadores, transportistas e intermediarios viven de la hoja de bijao entre los municipios de la Hoya del Río Suarez. Existe otro mercado de hojas, dos días a la semana, en Guavatá.

 
La producción de la hoja de bijao, aparte  de sostenible, es ilimitada. No están sujetas a calendarios agrícolas. Existe hoja a lo largo de los 12 meses del año.
 
Campesino descarga los bultos  el día anterior al mercado
 
Por último, los procesadores de hoja suelen venderla mayoritariamente a las fábricas. El mercado de Moniquirá es, en gran medida,  una relación comercial entre cultivadores y procesadores de hoja. La hoja procesada es un insumo de una potente y numerosa industria alimentaria, que forma parte de la imagen de Colombia.