Para entender cómo eran los
mercados de Bogotá en el siglo XIX, hay que echar mano de los textos que nos
dejaron los viajeros que visitaron Nueva
Granada. En ese siglo se consolidó la estética del viajero ilustrado,
que escribe sus observaciones y dibujan lo que ven, casi siempre alejado de su
vida confortable, siendo el prototipo de esta figura el alemán Humboldt.
Nos apoyaremos en los textos
del norteamericano Isaac Farewell Holton
que visitó Nueva Granada en 1850 y dejo escrito la publicación La nueva Granada: veinte meses en los Andes,
del sueco Carl August Gosselman, que escribió la publicación Viaje por Colombia: 1825 y 1826. Por último,
interpretaremos las acuarelas del
francés Auguste Le Moyne , del colombiano Juan Manuel Groot y de otros.
A lo largo del siglo XIX existían
dos mercados en Bogotá. Uno pequeño, diario, en la Plaza de San Francisco-
actual Parque de Santander, entre la iglesia de San Francisco y el Museo del
Oro- y el más importante de carácter semanal que se hacía en la Plaza principal
de Bogotá; la Plaza Bolívar.
El de la Plaza Bolívar se
hacía los viernes y desde el día anterior los vendedores empezaban a instalarse en ella, cubriendo toda la plaza. Los campesinos
trasladan sus productos de todos los lados, según su especialización siendo los
más transitados los de las
montañas del oriente. A todas horas y en numerosas ocasiones he encontrado
multitud de campesinos bajando, a veces solos o en grupos, la mayoría mujeres
con uno que otro hombre que las acompaña, arreando o cabestreando un buey de
una cuerda que le pasa por la nariguera, o cargados ellos mismos con los
productos de sus pequeñas parcelas.(1)Cita de I.F. Holton
Indios de la sabana de Bogotá,llevando pollos al mercado. Pintura de Juan Manuel Groot.1833 |
En esta acuarela observamos a
una pareja de campesinos desplazándose con unas originales cestas abombadas de gran
volumen, diseñadas para transportar aves. Posiblemente estén confeccionadas con
caña brava. En la cesta de la derecha se ven como sacan la cabeza las aves,
posiblemente gallinas. Aunque he intentado busca estas cestas por las cesterías y mercados, no las he encontrado.
La disposición en la plaza en
cuatro partes, era según la agrupación de productos. Las aceras que salen de la fuente de la plaza se dividen en cuatro
triángulos proporcionales, cada uno de los cuales está ocupado por una sección
bien específica. En el primero de ellos se ve a los carniceros y sus negocios
de carne, grasa, manteca y longanizas. Otro está destinado a la gente del campo
y sus productos: arroz, maíz, trigo, cebada, yuca, papas, plátanos, repollos,
limones, naranjas, zanahorias, piñas, etc. En estos también se venden lindas
flores, entre las que se pueden distinguir rosas y claveles. El tercer espacio
está dedicado a la venta de pavos, gallinas, palomas y pájaros de gran
colorido. En el cuarto se venden productos manufacturados, distinguiéndose la ropa
gruesa de lana y algodón, muy similar a nuestras telas destinadas a la
confección de vestidos para las clases más bajas. Aquí es posible encontrar
para la venta caballos, mulas y diversos animales que serán sacrificados para
el consumo.(2)Cita de C.A.Gosselman
Mercader de carne y de grasa en el mercado de Bogotá. Acuarela de Auguste Le Moyne y J.M Groot.1835 |
En este puesto de carnes observamos carnes de vacuno y
de cerdo. Dos espinazos y una pata de cerdo, junto a trozos de tocino y unas longanizas
finas, aparecen colgados. Mientras que
sobre el suelo y en la cesta pequeña puede contener condimentos para elaborar
chorizos y longanizas. En la cesta grande aparece una especie de embutido blanco, que está mordiendo el perro,
que puede ser grasa de cerdo - en esa época en Colombia se freía todo sobre grasa animal –
y sobre el suelo encima de una piel observamos dos cabezas de cerdo y algunas
patas del mismo animal. La carnicera parece que está cortando una pieza de vacuno.
Holton tuvo oportunidad de relacionar los productos del
mercado que cita en su publicación. Estos eran: papas, tinajas, peces,
alpargatas, sal ,cuentas, ocas, cueros, alfandoque, piscos, marranos, oro en
polvo, fresas, loza, brevas, huevos, cabuya, plátanos, zarazas, múcuras, patos,
piñas, carne, esteras, tunas, naranjas,
azafrán, frijoles, cal y tasajo. Sin embargo no cita los productos textiles y
algunos agrícolas de gran tradición como podían ser el maíz y la panela.
Vendedora de papas. Litografía de Ramón Torres Méndez |
En esta lámina observamos a una señora de porte distinguido
comprando papas- patatas- en el mercado. La patata es un tubérculo de origen
andino y es fundamental en la
alimentación colombiana. Observamos como la primera vendedora escoge las
patatas en un cajón de madera, mientras la vendedora del fondo mantiene la boca de un saco
de fique abierto, posiblemente para echarlas en él.
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