Visitando Mompox en las
fiestas pasadas observamos un artilugio
que nos dijeron que se llamaba musengue.
Por un precio módico de 5.000 pesos –unos 1,5 €- lo adquirimos, ya que nos
parecía muy bonito.
Este artilugio, cuyo nombre
que no tiene entrada en el diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua, es una especie de escobillón elaborado con la inflorescencia femenina
de la palma del vino -attalea butyracea-
que se elabora soltando las fibras de la
parte basal del racimo, una vez recogidos los frutos y cortadas todas las
ramas, dando lugar unas fibras muy suaves, parecidas a las del fique o cabuya.
El escobillón se compone de dos partes: el mango y las fibras separadas por una
tira de neumático.
Musengue |
Los musengues son usados en
Mompox, pero se elaboran en tierras cercanas como Talaigua, San Fernando,
Guamal, Lamedero y Margarita, donde este tipo de palma es abundante.
Este artilugio aparte de
bonito es muy útil. La zona del Magdalena medio se caracteriza por tener unas
temperaturas muy elevadas que al lado de los ríos, caños, cuerpos de agua y humedales de los que tan abundantes existen en la zona, son fuente de todo tipo de insectos.
Al anochecer comienzan a
aparecer los enjambres de jejenes, moscas, mosquitos y el musengue es una
herramienta eficaz para sacudírselos de en medio.
Vendedora de Escobas y musengues por las calles de Mompox. Foto de David Lara |
En tiempos de epidemias como
la del chikunguña
recientemente pasada, la del zika,
las picaduras que producen el dengue
o simplemente las de los insectos, el musengue cobra especial relevancia. No
estaría de más que las autoridades sanitarias de Colombia, distribuyese esta bonita
herramienta entre las viviendas de las zonas calientes, como instrumento para
combatir las picadas de los mosquitos y sus posibles enfermedades derivadas de
las mismas.
Inflorescencia femenina de la palma de vino, utilizada para elaborar musengues |
De un lado, se generaría una actividad económica sostenible
entorno a aprovechar mejor los recursos de esta palmera, que crece entre los 0
y los 1.000 metros de altitud y es abundante en zonas secas del Caribe, cuencas
del Magdalena, alto Cauca y del Zulia. También se encuentran en los Llanos
Orientales y en la Orinoquía. Del otro, sería un magnifico repelente de toda
clase de insectos, que tantas enfermedades generan.
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