lunes, 18 de enero de 2016

MOMPOX – MAGANGUÉ: HISTORIA DE UN FENÓMENO NATURAL

El río Magdalena gracias a su posición geográfica que corta las ramas andinas, es la principal arteria fluvial del país a pesar de no ser el río más largo y más caudaloso de Colombia. Tiene una longitud de 1.500 kilómetros y es navegable desde el mar Caribe, donde desemboca, hasta Honda.
 
Este río fue por el que se adentraron los  conquistadores españoles para salvar la agreste y accidentada geografía colombiana, hacia el interior del país, donde fundaron Bogotá. En consecuencia, el río Magdalena  a lo largo de la historia ha sido preponderante en el comercio y el intercambio de bienes: transporte, trueque, importaciones, exportaciones, pesca, aprovechamiento de las tierras aledañas al río, haciendo del río un patrón primordial en la economía nacional.
 
En la época de la colonia, Mompox fundada el 3 de mayo de 1537 por Alonso de Heredia, fue significativa para la vida económica y política de la Nueva Granada. Por ella, ubicada junto a un brazo del río Magdalena, circulaban las mercancías provenientes de diferentes regiones del país, que buscaban los puertos de Cartagena y Santa Marta como punto de enclave del comercio internacional. También circularon productos de toda clase que entraban en el territorio nacional provenientes de Europa o las Antillas. Debido a su ubicación estratégica en la ruta que conectaba el Caribe con el centro administrativo y de gobierno, establecido en Bogotá, era paso obligado para la mayor parte de la burocracia imperial designada para desempeñar sus servicios en la Nueva Granada, y para el correo oficial.

Pintado del croquis de Orlando Fals Borda en Historia doble de la  costa .Tomo I. Obsérvese la isla de Mompox en verde y los brazos del Magdalena.
 
En el siglo XVIII se posibilitó a los colonos locales  el acceso a la tierra para la constitución de haciendas y además pudieron comprar títulos  nobiliarios ofrecidos por la corona española. Esta élite supo aprovechar la estratégica posición de Mompox en las comunicaciones que se establecían por el río Magdalena, y desarrolló rápidamente redes comerciales que le permitieron ampliar las fronteras de su economía. Dicho comercio impulsó el establecimiento de un gran número de artesanos de todo tipo en la villa, lo cual señalaba cierto nivel de vida entre sus habitantes y la importancia de las actividades agrícolas y mineras en la vida social local. Junto con el comercio, la navegación que primero se hacía en canoas, piraguas y champanes, vio con la llegada de vapores a inicios del siglo XIX, un incremento en el número de embarcaciones que transitaban por el puerto.
 
Municipio de El Banco; a la izquierda brazo de la Loba, enfrente brazo de Mompox. Abajo  llegada del Magdalena

A mediados del siglo XIX un fenómeno natural terminó aislando la isla de Mompox: el río Magdalena cambió de curso, lo que implicó el acelerado secamiento del brazo de Mompox, en beneficio del brazo de Loba. En los siguientes años, la navegación a vapor siguió utilizando esporádicamente el brazo de Mompox, pero en 1862 todo el flujo ya se realizaba por el de Loba. Esto generó la decadencia de Mompox y el auge de Magangué, ciudad que empezó a organizar hacia mediados del siglo XIX una gran feria comercial, a la cual llegaban compradores y vendedores de todo el país.
 
Puerto fluvial de Magangué

A pesar de las dificultades causadas por el aislamiento, las familias tradicionales momposinas conservaron en buen estado sus casonas señoriales. En efecto, por el estado de conservación del conjunto de sus edificaciones del centro histórico, la ciudad de Mompox fue declarada Monumento Nacional en 1959 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
 
Paseo fluvial de Mompox. A la  izquierda el río



Ese aislamiento, consecuencia del fenómeno natural descrito,  ha generado en Mompox una sociedad receptiva que, según nos decía el guía de la oficina de turismo, ha permitido la conservación de las hermosas casas coloniales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario