Desde finales del 2011, fecha de la firma el decreto de constitución de
Centro de Memoria Histórica de Colombia, se ha avanzado a buen ritmo en el
conocimiento de los hechos ocurridos y en la reparación integral y de derechos
a la verdad, del que son titulares las victimas y la sociedad en su conjunto.
El decreto recoge cual es el objeto del centro, como es la recepción, recuperación, conservación,
compilación y análisis de todo el material documental, testimonios orales y por
cualquier otro medio, relativo a las violaciones ocurridas con ocasión del
conflicto armado interno colombiano, a través de la realización de las
investigaciones, actividades museísticas, pedagógicas y otras relacionadas que
contribuyan a establecer y esclarecer las causas de tales fenómenos, conocer la
verdad y contribuir a evitar en el futuro la repetición de los hechos.
El Centro dispone ya de docenas de
informes publicados sobre masacres y violaciones de derechas humanos, de
multitud de iniciativas tanto locales como departamentales que se desparraman
por todo el país, que pueden consultarse e incluso bajarse de su Web: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co y que definen un trabajo ímprobo de sus
responsables. También editan documentos formativos sobre el derecho a la
justicia de las victimas, así como cartillas pedagógicas de cómo conducirte en
función del tipo de violencia a la que hayas sido sometido.
Ya aparecen los primeros museos
departamentales de la memoria como el de
Medellín http://museocasadelamemoria.gov.co/,
el de Bogotá http://centromemoria.gov.co/
o, por ejemplo, el de la Chorrera, en la Amazonía colombiana, que relata la violencia
hacia los indígenas durante la época de las caucherías. Invito a los
interesados a navegar por sus Webs y a consultar sus publicaciones.
A la vez en las ciudades y pueblos
del país se están poblando de placas, estatuas y conjuntos escultóricos como
reparación a las víctimas, muchas de ellas recogidas en las sentencias de condena
al Estado colombiano, por actos de violencia.
Placa colocada en los exteriores de un galpón de Cenabastos |
Es el caso de una placa instalada en
el exterior de una nave de Cenabastos, que recoge el asesinato de 5 ciudadanos,
vendedores en el mercado, por los paramilitares en diciembre del 2002.
La segunda titulada Memorial Verde, ubicada a un costado del
río Pamplonita, consta de tres apartados; el primero consta de una siembra de unos
3.000 árboles nativos, donde cada uno aloja una placa con el nombre de una
víctima del conflicto, una segunda parte consta de un conjunto escultórico
construido con cubiertas de vehículos ya utilizadas en la que se rinde homenaje
a los miembros de las fuerzas ramadas caídas en combate de los diferentes
ejércitos.
Memorial en homenaje a las victimas militares |
Cierra este memorial un conjunto de 16
cubos cerámicos que a modo de un diagrama de bloques representan las victimas
habidas cada dos años, desde 1987 hasta el 2016, en el conjunto del Norte de
Santander. Las victimas cifradas en este periodo ascienden a 220.000.
Mural cabecero del memorial |
Interpretar este diagrama aloja luz
sobre el periodo de máxima violencia y las organizaciones que la realizaron.
Cada cubo representa, aunque no con un carácter matemático exacto, un periodo
bianual y el número de víctimas de dicho periodo.
Los cubos más altos y por tanto al de
mayor número de víctimas representan los periodos siguientes:
1998-1999=26.206 victimas
2000-2001=37.413 victimas
2002-2003=75.035 victimas
2004-2005=35.142 victimas
2006-2007=29.469 victimas
Memorial de los cubos , Periodo 1987-2016 |
Estos periodos coinciden con la
llegada y la estancia en la zona de JORGE IVAN LAVERDE ZAPATA, alias “El
Iguano”, comandante del Frente Fronteras, de las autodefensas unidas de
Colombia AUC, un criminal que sembró el terror y la muerte en el área
metropolitana de Cúcuta y en los municipios de Puerto Santander, Villa del
Rosario, Zulia, Gramalote, Aguas Claras, la Floresta, Distrito de Riego, Banco
Arenas, La Silla, Vigilancia, La Y de Astilleros, Sardinata, Conejo, Salazar de
las Palmas, El Ran, Ragumbalia, Chinácota, Pamplona, Cúcutilla, Los Patios,
Juan Frío, La Arboleda y Guaramito.
Además no es ocioso que este rearme
criminal de los escuadrones de la muerte coincidiese con la presidencia del
Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, reconocido por sus nexos de unión con la
parapolítica, que invadió el congreso de la república.
Arboles de los ausentes. |
En este sentido no se entiende como
la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ubicada en mi ciudad de
nacimiento y residencia, en Santander de España, decidiese otorgar la medalla
de oro de la universidad a semejante
personaje.
Más, cuando los valores que han impregnado el nacimiento
de la misma y su desarrollo, son los de la Institución Libre de Enseñanza. La
movilización creada en torno a esa decisión, hizo que Álvaro Uribe acabase rechazando la medalla.
No me queda más que invitar a los
norsantandereanos a que visiten el memorial, rindan afecto y respeto a tantos
compatriotas victimas y sepan ya de una vez por todas quienes eran los verdaderos victimarios.
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