El pasado lunes visitamos una vez más el Centro de la Memoria, Paz y Reconciliación de
Bogotá y a la salida decidimos acercarnos al cementerio central de la ciudad,
que se encuentra al lado. En él reposan los restos de la flor y nata del país,
por lo que siempre es interesante darse un paseo por el mismo.
Desconocíamos que los lunes es el día
elegido por gente de los estratos bajos
de la ciudad para rendir culto a una serie de personajes, que nos dejo sorprendidísimos.
La primera tumba donde se monta el circo es en
la del astrónomo, matemático e ingeniero colombiano, de gran prestigio
internacional, Julio Garavito. Sus investigaciones contribuyeron al
desarrollo de las ciencias en Colombia durante el siglo XIX. Fue
director del Observatorio Astronómico Nacional y sus trabajos de investigación
tuvieron proyección mundial. Falleció en 1920.
Imagen de Julio Garavito en los billetes de 20.000 pesos |
El Banco de la República decidió inmortalizar su
imagen en los billetes actualmente en curso de 20.000 pesos, billete que
tiene tonalidades azules. Así que a sus devotos no se les ocurrió otra
cosa que pintar la tumba del color del billete
y como la tumba la preside una columna truncada, frotar billetes con la
imagen del científico, esperando que les conceda la gracia de multiplicar el
valor del mismo.
Además le llevan velas y flores en acción de
gracias dejando todo perdido. Son docenas de personas que se agolpan sobre la
tumba.
A la izquierda la tumba de Garavito. La misma tumba el lunes pasado |
El siguiente es la tumba de Leo Siegfried Kopp, un alemán asentado
en Colombia a partir de 1886 y fundador de la fábrica de cervezas Bavaria, que
supuso para Colombia el inicio de la fabricación industrial de cervezas en el
país, y la fábrica de vidrios La Fenicia. Las
empresas Bavaria son actualmente la mayor industria cervecera de Colombia y una
de las más grandes del mundo.
Fundó el barrio
La Perseverancia, próximo a la antigua empresa cervecera,hoy desaparecida, para
sus trabajadores, que contaba con agua corriente en las casas, autentico lujo
para la época. Murió en 1927.
En vez de estar enterrado en el
cementerio alemán, que se encuentra al lado, lo está en
el Central. Su tumba está adornada por una notable
escultura dorada, que asemeja a la del pensador Rodin. Docenas de devotos hacen
fila para hablarle al oído de la estatua, en secreto, a la vez que se le tocan
la cabeza, para solicitarle los favores deseados, que suelen versar sobre temas
laborales y de empleo. Además de amontonarle flores sobre su tumba, la esperma de las
numerosas velas que le encienden también lo
dejan perdido.
A la izquierda tumba de Leo Kopp. A la derecha la fila del pasado lunes para hablarle al oído |
La tercera tumba pertenece José Raquel
Mercado, dirigente sindical,
originario de Cartagena de Indias, bracero de profesión, que llegó a Presidente
de la Central de Trabajadores Colombianos- CTC –, próxima al liberalismo. Era
de raza negra.
El 15 de febrero de 1976 fue secuestrado por el
grupo guerrillero M-19. En ese tiempo el M-19 editó medio millón de ejemplares
de un folleto, en el cual se presentaban supuestas cargos y
pruebas contra el sindicalista y realizan una especie de consulta
sobre su posible ejecución, por traición a la clase obrera. La
consulta debía manifestarse mediante grafitis en las paredes de la ciudad.
Después de 64 días deciden ejecutarlo y depositar el cuerpo en un parque
de Bogotá. Muchos deberían ser los cargos contra José Raquel para que una
organización guerrillera de izquierdas asesinase a un sindicalista.
La tumba de José Raquel Mercado,
presidida por su busto, se ha convertido en un lugar de culto para la gente que
busca sus favores, especialmente entre la población afrocolombiana. La tumba
siempre suele estar llena de flores, velas y latas de cervezas que vertiéndola
sobre su busto, aprovechan para restregársela por su cabeza y por el cuerpo. Común
a todas las tumbas es aporrearlas con los nudillos de las manos en las
diferentes partes de las mismas.
Sobando el busto de José Raquel, Observese los pozos de la cerveza derramada sobre su cabeza |
Todas estas muestras exageradas y circenses se
han convertido en un problema de orden público. Así es como los lunes se
incrementa la presencia de fuerza pública y privada para vigilar los actos de
la gente, para al final y la salir del cementerio cachear a los jóvenes en
busca de elementos cortantes como cuchillos y navajas.
Preguntamos a la policía por qué lo hacían y nos
dijeron que las bandas que visitan el cementerio acostumbraban a pegarse a la
salida del mismo y nos aconsejaban que si queríamos visitar el cementerio, lo
hiciésemos en cualquier día de la semana, excepto los lunes. Sin comentarios
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