jueves, 22 de febrero de 2018

VISITA AL PARQUE ARQUEOLÓGICO NACIONAL DE TIERRADENTRO

El parque arqueológico de Tierradentro se encuentra en las inmediaciones del pueblo de San Andrés de Pisimbalá, perteneciente al municipio de Isnos, sobre el macizo central andino. El nombre le viene de las dificultades de penetrar en la zona montañosa de gran belleza. Al parecer los españoles durante la conquista la denominaron monte adentro.

La población de Tierradentro está organizada en resguardos, siendo mayoritarios las poblaciones indígenas nasas, que comparten con poblaciones de otras etnias como son los guanacas, guambianos y coconucos. Los miembros del resguardo tienen la responsabilidad de participar en mingas para trabajos de interés comunitario y ejercer cargos que se les asignen mediante elección. Los miembros del cabildo reciben como símbolo de su autoridad bastones de mando elaborados en madera de chonta, pintados de negro y decorados con borlas de lana, cintas de colores y laminas de plata. Administran su justicia al  margen de las leyes colombianas y todavía mantienen el cepo y los latigazos como instrumentos de castigo.

Al igual que el parque de San Agustín la organización te prevé de un pasaporte para que te vayan sellando la media docena de yacimientos dispersos, que mediante bonitos paseos o marchas se llega a ellos.  También te dan 48 horas para completar la visita. La entrada al parque dispone de dos museos, uno arqueológico y un segundo etnográfico.  

Caminando hacia el Alto de Segovia
El parque de Tierradentro se distingue por poseer las denominadas tumbas primarias, que no se visitan –existe la réplica  de una en el museo arqueológicoque eran tumbas de pozo poco profundas, provistas de una pequeña cámara lateral donde se depositaba el cadáver con el ajuar funerario. Sin embargo lo que se visita son los hipogeos o tumbas múltiples, donde los restos óseos son depositados en urnas funerarias cerámicas y colocadas en las cámaras funerarias.

Los hipogeos son cámaras funerarias provistas de escaleras de acceso, tallados en toba volcánica, que pueden tener nueve metros de diámetro y profundidades de hasta siete metros. Las excavaciones se realizaron con cinceles y azuelas de andesita y basalto.

Información sobre un hipogeo 
Las cámaras funerarias contienen nichos laterales. Los más grandes disponen de dos o tres columnas para sostener el techo cóncavo. Los más pequeños disponen de  pilastras. Los restos humanos fueron exhumados de sus tumbas primarias y depositados por segunda vez en elaboradas urnas funerarias dentro de los hipogeos.
Escalera de bajada a un hipogeo
Los hipogeos fueron profusamente decorados y pintados con pinturas geométricas y también de serpientes y lagartos de colores rojo, negro y amarillo, sobre pañete blanco. Algún autor sostiene que los diseños geométricos tienen similitud con los textiles elaborados actualmente en sus mochilas, donde ciertos patrones romboides se asocian con conceptos básicos de la cosmovisión andina.

Vista interior de un hipogeo del alto de Segovia. Fotografía extraída de la guía para visitantes  
La cronología de estos hallazgos se divide en tres periodos: Formativo, Clásico Regional y Reciente,  que van desde el 1000 a. C al 1530 d. C 

Haciendo camino el segundo día
Se visitan media docena de zonas arqueológicas siendo los más importantes el Alto de Segovia, el Duende, San Andrés y el Aguacate 

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