Las hormigas del genero Atta laevigata, más conocidas como
hormigas culonas en Colombia, son un manjar comestible que se ha puesto de moda
ahora que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura, sostiene que comer insectos puede ser una posible solución al hambre
en el mundo. Ver http://www.fao.org/docrep/018/i3253e/i3253e00.htm
Esta hormiga ya se recogía en
los tiempos precolombinos por los guanes
en el Departamento de Santander del Sur. Se recogen en primavera durante unas semanas
cuando salen de sus galerías buscando los rayos del sol para aparearse.
Las reinas son las únicas comestibles. Estas se conocen por su abultado abdomen.
Imagen de una hormiga culona |
Para su elaboración se les
arrancan las alas y las patas y se sumergen en agua salada, para posteriormente
tostarlas en recipientes cerámicos. Se envasan en bolsas transparentes y se comercializan
sobre todo en Bucaramanga y llegan hasta Bogotá en la temporada.
Hormigas culonas tostadas, dispuestas para comerse |
En un estudio realizado por
la Universidad Industrial de Santander, muestra que tienen altos niveles de proteínas,
muy bajos niveles de grasas saturadas y un alto nivel nutritivo en general.
De forma graciosa se suelen entregar como regalo de bodas en la creencia que
estas hormigas son un manjar afrodisiaco. Ya conocemos las mentes
calenturientas de los latinos que encuentran sustancias por doquier, que
aumentan el deseo sexual de las personas.
Actualmente se están exportando
más de mil kilos al año, preferentemente a Canadá, Inglaterra y Japón.
A modo de anécdota, en el 2007, estando en Cúcuta compramos unos cuantos paquetes de esas hormigas. En una exposición que organizamos en un pueblo
de Cantabria, llamado Unquera, ese mismo año, titulada
Amazonía; Ciencia, Arte y Cultura las pusimos en el día de la inauguración para que los visitantes las degustasen,
teniendo muy poco éxito. Los que al final se atrevieron a probarlas lo hacían después de hacerlo nosotros.
Cartel de la exposición donde se degustaron las hormigas culonas |
Está claro que nuestro país no tiene tradición culinaria
en torno a la degustación de insectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario