A finales del siglo XIX,
Santa Marta ocupaba una situación estratégica y era el puerto de mayor actividad de Colombia. Esa ciudad era
punto de entrada y salida de fletes que se movían en aquel entonces entre los
países caribeños.
Esta circunstancia hizo muy
atractiva la instalación de comerciantes en la ciudad que controlaban las
mercancías que se importaban. Aunque en esta actividad sobresalieron los
catalanes, la excepción la hacía un cántabro, nacido en Cartes en 1786, llamado
Gregorio Obregón Bustamante.
Había llegado a Santa Marta
en 1810 y regentaba una pulpería, que eran los establecimientos dónde uno se
surtía de todo. Desde comidas, bebidas, carbón, velas, telas…. Es decir todo lo
necesario para la vida cotidiana. Nuestro paisano se caso con
una colombiana descendiente de navarra por parte de padre, llamada María Petrona Ujueta. Tuvieron cinco hijos.
Uno
de los hijos Andrés Obregón Ujueta continúa con los negocios paternos,
casándose con Dolores Díaz Granados, mujer de una influyente y adinerada
familia. Esta familia era propietaria de grandes extensiones de terrenos en el
Departamento del Magdalena. Este matrimonio tiene un hijo Evaristo Obregón Díaz
Granados, que será unos de los más importantes industriales de Barranquilla de la época. Había nacido en
1848 .
La
construcción del ferrocarril Barranquilla – Sabanilla dinamizó el comercio en
esa zona portuaria lo que propició un flujo migratorio de importantes comerciantes
asentados en Santa Marta, hacia Barranquilla, que se convierte en la ciudad más
dinámica del norte colombiano. Entre ellos los Obregón que llegaron en 1872.
Nuestro
hombre hizo de las exportaciones de ganado vivo hacia las Antillas y
Centroamérica, de la actividad bancaria – es uno de los fundadores del Banco de
Barranquilla- , de la navegación fluvial y de la importación de textiles
ingleses, los ejes de su actividad empresarial.
Su primera aventura
estrictamente industrial fue la creación en 1901 de la fábrica de jabones La Costeña, que, por aquella época, fabricaba
unas 100 toneladas de jabón al mes.
Referencia de la fábrica de jabones, extraída del libro azul de Colombia |
En
1909, por la sociedad formada anteriormente- Evaristo Obregón & Cía.- fundan
la Fábrica de Tejidos Obregón,S.A.
que fue la textilera más importante de Colombia entre los años de 1910 y 1934.
Evaristo,
ya apoyado por sus hijos que se habían formado en Inglaterra, consigue fabricar
en Colombia, los textiles ingleses que durante muchos años había venido
importando de aquél país. Al menos seis de los hijos de Evaristo eran
accionistas de la sociedad.
La maquinaria era de
procedencia inglesa y tuvo en algún momento colaboración de técnicos catalanes, que eran los expertos
de nuestra industria textil nacional.
Vista de las naves de Tejidos Obregón , S.A. |
El
declive se inicia a partir de 1940 donde no es capaz de competir con las
grandes compañías textileras antioqueñas. Cierra en 1957.
Cuadro de la capacidad instalada y plantilla a lo largo de los años |
Mientras
tanto el apellido cántabro Obregón
había jugado un papel muy importante en la historia industrial y comercial del
norte de Colombia, durante 150 años.
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