viernes, 4 de septiembre de 2015

LOS COCINEROS LATINOAMERICANOS SE MOVILIZAN

El pasado día 19 de agosto un grupo numeroso  de cocineros profesionales colombianos, entre los que se encontraban Jorge Rausch y Harry Sasson, firmaron un manifiesto de 12 puntos, reivindicando la complejidad y la diversidad de la cocina colombiana donde las diferencias geográficas, culturales y raciales -indígenas, blancos, afro descendientes y árabes- , son una gran fortaleza. Así mismo,  las diferentes regiones que componen el país: Pacifico, Caribe, Andes, Orinoquía y Amazonía muestran un país de las mil cocinas.
 
El manifiesto en algunos puntos manifiesta:
 
- Se comprometen  a proteger, documentar, utilizar y divulgar el inventario de semillas y productos vernáculos que hoy tienden a desaparecer por la implementación de políticas económicas cuestionables. Lo propio es lo que más vale.
 
- Se comprometen  a reconocer, valorar, respetar, dignificar y divulgar el trabajo del campesino colombiano (agricultor, pescador y ganadero), el primer gran responsable de nuestra despensa.
 
- Instan  a salvaguardar nuestros saberes gastronómicos, incluidas las técnicas ancestrales, como patrimonio cultural nacional.
 
- Por último se comprometen con el proceso de paz, estando convencidos  del poder transformador y sanador de la cultura culinaria nacional.


Vista de los cocineros colombianos
Seis días más tarde, el 25 de agosto, un colectivo muy numeroso de cocineros mexicanos, firmaron un manifiesto dirigido entre otras instituciones a la Presidencia de la República, donde reiteran su oposición a la evaluación y otorgamiento de permisos para la siembra de maíz genéticamente modificado en México. 
 
Algunas de las razones para su oposición son:
 
- El cultivo de maíces transgénicos atenta contra la diversidad de los maíces nativos mexicanos.


Performance en un Día Nacional  del Maíz
- La conservación de la biodiversidad agrícola se basa en el libre intercambio de las variedades y en el derecho que tiene el campesino a guardar la semilla de su propia cosecha, como ha ocurrido desde hace siglos.
 
- Los agroquímicos que acompañan a la siembra del maíz transgénico, fertilizante, herbicidas pueden representar un peligro parea la salud. Un ejemplo es el glifosato empleado como herbicida que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un probable cancerígeno.
 
- Las semillas han dejado de ser un bien común para convertirse en propiedad intelectual de las empresas semilleras  trasnacionales.
 
 
La batalla que las organizaciones campesinas vienen dando en México a favor de sus maíces nativos y en contra del transgénico, viene de largo. El día 29 de septiembre, Día Nacional del Maíz, espero estar  en la plaza del zócalo de México DF, acompañando a esas organizaciones en sus justas reivindicaciones.  

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