El
pasado día 19 de agosto un grupo numeroso
de cocineros profesionales colombianos, entre los que se encontraban Jorge
Rausch y Harry Sasson, firmaron un manifiesto de 12 puntos, reivindicando la
complejidad y la diversidad de la cocina colombiana donde las diferencias
geográficas, culturales y raciales -indígenas, blancos, afro descendientes y
árabes- , son una gran fortaleza. Así mismo,
las diferentes regiones que componen el país: Pacifico, Caribe, Andes,
Orinoquía y Amazonía muestran un país de las mil cocinas.
El
manifiesto en algunos puntos manifiesta:
-
Se comprometen a proteger, documentar, utilizar y divulgar
el inventario de semillas y productos vernáculos que hoy tienden a desaparecer
por la implementación de políticas económicas cuestionables. Lo propio es lo
que más vale.
- Se comprometen a reconocer, valorar, respetar, dignificar y
divulgar el trabajo del campesino colombiano (agricultor, pescador y ganadero),
el primer gran responsable de nuestra despensa.
- Instan
a salvaguardar nuestros saberes gastronómicos, incluidas las técnicas
ancestrales, como patrimonio cultural nacional.
- Por último se comprometen con
el proceso de paz, estando convencidos del poder transformador y sanador de la cultura culinaria nacional.
Vista de los cocineros colombianos |
Seis
días más tarde, el 25 de agosto, un colectivo muy numeroso de cocineros
mexicanos, firmaron un manifiesto dirigido entre otras instituciones a la
Presidencia de la República, donde reiteran su oposición a la evaluación y otorgamiento de permisos para la siembra de
maíz genéticamente modificado en México.
Algunas
de las razones para su oposición son:
-
El cultivo de maíces transgénicos atenta
contra la diversidad de los maíces nativos mexicanos.
Performance en un Día Nacional del Maíz |
- La conservación de la biodiversidad
agrícola se basa en el libre intercambio de las variedades y en el derecho que
tiene el campesino a guardar la semilla de su propia cosecha, como ha ocurrido
desde hace siglos.
- Los agroquímicos que acompañan
a la siembra del maíz transgénico, fertilizante, herbicidas pueden representar
un peligro parea la salud. Un ejemplo es el glifosato empleado como herbicida
que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un probable cancerígeno.
- Las semillas han dejado de ser
un bien común para convertirse en propiedad intelectual de las empresas semilleras
trasnacionales.
La
batalla que las organizaciones campesinas vienen dando en México a favor de sus
maíces nativos y en contra del transgénico, viene de largo. El día 29 de
septiembre, Día Nacional del Maíz,
espero estar en la plaza del zócalo de México
DF, acompañando a esas organizaciones en sus justas reivindicaciones.
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