sábado, 14 de febrero de 2015

LOS FALSOS POSITIVOS: LA GRAN FARSA CRIMINAL

Los falsos positivos son informes sobre supuestos éxitos militares logrados en la confrontación contra la insurgencia en Colombia. Esta práctica ha consistido en asesinar a civiles para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate, para de este modo mostrar ante los superiores  éxitos que posteriormente serían premiados con licencias, permisos especiales, condecoraciones, ascensos y recompensas en metálico.
 
El procedimiento consistía en reclutar jóvenes civiles mediante ofertas engañosas de empleo, para asesinarles posteriormente. Una vez asesinados eran vestidos con prendas militares y colocados en un ficticio escenario de batalla, donde supuestamente habrían sido abatidos estos supuestos guerrilleros.
 
Esta modalidad criminal se empezó a conocer con la desaparición de un grupo de 19 jóvenes de Soacha – municipio situado a unos 20 kilómetros de Bogotá- ejecutados por el ejército, en el norte de Santander, en el 2008. Este  esclarecimiento  ha dado lugar al movimiento Madres de Soacha que, a imagen de las abuelas de la plaza de Mayo de Argentina, se movilizan para conseguir sentencias justas contra los asesinos de sus hijos.
 
Aunque esta práctica era antigua, se disparó durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez- entre el 2002 y el 2010- ya que su Ministro de Defensa, Camilo Ospina Bernal, editó una Directiva Ministerial en el 2005, en la que por cada guerrillero muerto se remuneraba con unos 1.500 euros, al cambio. Con este incentivo económico se dispararon los crímenes indiscriminados de civiles.
 

 
Como vemos en el cuadro anterior en los 10 años que van del 2001 al 2010 se produjeron 562 casos de falsos positivos, con 1.119 asesinatos.
  

Estos asesinatos, tal como recoge el mapa adjunto,  se repartieron por todo el territorio nacional, lo que contradice la teoría de las  manzanas podridas aisladas. En los asesinatos participaron miles de militares distribuidos por todo el país.  

 
 

Observando de nuevo el cuadro inicial vemos que entre el 2006, año en que la directiva  de remuneración por bajas se pone en marcha y el 2008, fecha en que se descubre estas ejecuciones extrajudiciales, se asesinaron  811 ciudadanos- el 72 % de la década- . La directiva es de noviembre del 2005 y la denuncia de la madres de Soacha de finales del 2008.
 

Forma de presentar las bajas en los insurgentes, por el ejercito colombiano

No me cabe duda de que, independientemente de las condenas judiciales  que este proceso está produciendo dentro del ejercito, en un hipotético Acuerdo de Paz, aquél debe ser depurado de los elementos patriotas que, mientras sus compañeros de armas asesinaban a sus compatriotas, por unos sucios 1.500 euros o por menos, miraban para otro lado. 
 
 

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