A un
costado de las ruinas de la antigua ciudad mexica de Tlatelolco, que se ubicaba
en un islote dentro del lago de Texcoco, al norte de Tenochtitlán, como a unos
tres kilometros, se encuentra la plaza de las tres culturas.
Esto
de denomina así porque junto a las ruinas de la antigua ciudad que fue un
importante mercado, denominado tianguis, los
españoles, utilizando las piedras de las pirámides, construyeron una imponente iglesia dedicada a Santiago y más
recientemente el Ministerio de Asuntos Exteriores, para sus instalaciones,
construyó una torre modernista, llamada de Tlatelolco. La unión de la cultura
de Tenochtitlán previa a la llegada de los españoles, junto a la
cultura española representada por la iglesia citada y junto a la cultura del
México moderno representada por la torre, facilita el nombre a la plaza.
A la izquierda ruinas de Tlatelolco, enfrente iglesia y claustro de Santiago, derecha torre de Tlatelolco. En extremo izquierda, al costado de la iglesia, la plaza de las tres culturas |
Esta
plaza se hizo tristemente célebre por una matanza realizada el dos de octubre
de 1968. En efecto ese año un movimiento social creado por estudiantes de todas
las universidades de la ciudad, profesores, intelectuales, amas de casa,
profesionales y obreros venían movilizándose desde meses antes, en torno a una
tabla reivindicativa de los propios estudiantes y de los profesores. Presidía
el Gobierno Gustavo Díaz Ordaz.
Ese
día y convocados por el Consejo Nacional de Huelga -CNH- se concentraron en la plaza donde en una
demostración de brutalidad y de estupidez, un grupo paramilitar y el ejercito
mexicano abrieron fuego sobre los manifestantes, asesinando e hiriendo a muchos estudiantes. Aunque la cifra oficial
de muertos se ha establecido en 20, sin embargo, los periodistas presentes y el
propio CNH la fija en más de 200 muertos y varios cientos de heridos. La famosa
periodista italiana Oriana Fallaci fue una de las heridas. Sobre esta acción se conoce
como la masacre de Tlatelolco, se han
escrito muchos libros, entre ellos el de Elena Poniatowska, que participó en las
movilizaciones.
Monolito sobre la masacre en la Plaza de las Tres Culturas |
Actualmente
en los bajos de la torre, que administra la Universidad Nacional Autónoma de
México – UNAL- un centro de Memoria denominado Memorial del 68, donde en varias salas sitúan los acontecimientos
de ese año incluido la masacre. Explican la situación de México de ese año,
analizan el contexto mundial y con muchas fotografías y opiniones de los
líderes de los profesores y de los estudiantes, que formaban el CNH, realizadas
décadas después, analizan lo sucedido ese año. Casualmente entre los líderes
estudiantiles he encontrado a tres hijos de refugiados españoles de la guerra
civil.
Traigo
a colación este centro de la memoria, porque uno siente envidia de cómo países
con democracias supuestamente más frágiles que la española, resuelven sus problemas
de memoria de una manera más que digna. Me estoy refiriendo a países como
Chile, Argentina, Perú y actualmente Colombia, que en mitad de la guerra está
apostando por esclarecer las masacres ocurridas y construir centros de la
memoria descentralizados por los territorios y presidido por un gran
centro central en Bogotá.
Algunas portadas de libros sobre la masacre de Tlatelolco |
En
España, cuarenta años después de la muerte del dictador, todavía no ha sido
posible hacer la memoria de los asesinatos de esa dictadura. Existe todavía una
percepción, de fondo fascista, en
amplias capas de la población, que impiden abordar con tranquilidad los temas
de la memoria en nuestro país.
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