No existe fuente
documental alguna que precise cuando llegó el trigo a Colombia traído por los
españoles. Parece que antes de llegar a la sabana bogotana ya se sembraba con
antelación en los límites de la Gobernación de Popayán. De cualquier manera
existen citas de cómo en la segunda mitad del siglo XVI- pocos años después de
haber llegado a estas tierras- el cultivo de trigo se empieza a generalizar en
aquellas zonas donde es posible hacerlo.
Los historiadores locales se ponen
de acuerdo que fue el extremeño Jerónimo Lebrón de Quiñones el introductor del
trigo en el Nuevo Reino de Granada. Jerónimo era un funcionario español que
llegó a Gobernador interino de Santa
Marta. Hombre preocupado por la agricultura fue también el impulsor de la siembra de otros cereales como la cebada y legumbres
como el garbanzo y las alubias, para el consumo humano.
Por las responsabilidades y los
viajes que realizó Lebrón repartiendo las semillas, se cree que fue en la
primavera de 1541 cuando se inicia la siembra del trigo y demás cereales y
legumbres, en la zona central del Nuevo
Reino.
Posteriormente el 8 de julio de
1546 Miguel Díez de Armendáriz le
anuncia al rey, desde Santa Marta, que
sale para el Nuevo Reino, advirtiéndole que examinará si se podrán hacer molinos para que se coma pan de trigo, pues lo hay
en abundancia. El 13 de febrero de 1547, ya desde Bogotá manifiesta: Cójese en la ciudad de Tunja razonable
cantidad de trigo, tanto, que muchos no comen otro pan. Es tal y tan bueno que
no hace falta lo de España.
Litografía de Bogotá de Ackerman. 1851. Las dos edificaciones del borde derecho son sendos molinos sobre el río Fucha |
La zona de Tunja a poco más de cien
kilómetros de Bogotá fue una zona que por sus condiciones climáticas, similares
a las de Castilla, próspero los
sembrados de trigo y se produjo en abundancia.
No tardarían en comenzarse la
construcción de molinos hidráulicos para
molturar el grano de las cosechas de trigo. Aunque tampoco hay fuentes precisas
del primer molino construido en la sabana bogotana, existe una referencia del
1569 donde el cabildo de Santa Fe condenó al procurador Pedro de Bolívar a
pagar una multa de sesenta pesos, por haber vendido harina a mayor precio del
permitido: "dixo que a tres tomines
y medio la arroba y ques molida en el molino que tiene en su repartimiento de
Lenguazaque.
A comienzos del siglo XVII ya aparecen
referencias de que había muchos molinos
en los doce pueblos de indios que tenía Bogotá a dos leguas en contorno por
parte de la sabana. Dentro de la ciudad los molinos se movían con las aguas
del río Vicachá, hoy conocido como San Francisco, que discurre por toda la
carrera séptima, la famosa Avenida Jiménez.
Este río inicialmente fue encauzado para posteriormente hacerlo subterráneo.
Restos del puente de la Aguas, por donde discurría el Río San Francisco. Situado enfrente de la iglesia del mismo nombre |
Existe una cita de Humboldt en su
viaje por Colombia, en 1801, donde escribe a su hermano Guillermo que en América pocos países tal vez Chile,
producen tanto y tan excelente cereal como en el nuevo Reino de Granada. Aun en
el llano de Bogotá donde el suelo es arenoso y de clima muy frio se cuentan 10
o 12 cereales.
En Bogotá existe una calle
denominada Molino del Cubo que no deja
lugar a dudas de la existencia de algún molino en esa calle. Para mediados del siglo XVII llegó a haber
hasta ocho molinos en el río san Francisco.
Calle de Bogotá, en carrera 4 con calle 14 A |
El molino de cubo es un tipo de
molino que se adapta muy bien recursos hídricos escasos e irregulares.
El agua de la acequia es conducida hasta
una altura de unos cinco metros, para precipitarse sobre el rodezno horizontal provisto de alavés, de tal manera que la energía
cinética producida por la caída hace mover el rodezno, de tal manera que con
poca cantidad de agua es suficiente para mover los mecanismos.
En el plano de Bogotá del
ingeniero español Domingo Esquiaqui, fechado en 1791 , completado posteriormente
en 1816, refleja la llamada acequia de los molinos que era una desviación
del cauce del río Vicachá – San Francisco, realizada por detrás de la actual
Quinta Portocarrero, hoy de Bolívar, donde se aprecian como mínimo cuatro
molinos.
Corte del plano de Domingo Esquiaqui . 1816. Se aprecian los 4 molinos sobre la acequia del mismo nombre |
Esta importante actividad molinera
dentro de la ciudad, nos deja ver la importancia que tuvo el cultivo del trigo
en la sabana bogotana y fuera de la
misma.
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