domingo, 28 de junio de 2015

INFORME DE LA HUMAN RIGHTS WATCH, SOBRE LOS FALSOS POSITIVOS EN COLOMBIA

El pasado día 24 la Human Rights Watch hizo público su informe sobre las responsabilidades de los mandos militares del ejército colombiano en los llamados falsos positivos. Sobre este tema ya escribí una entrada titulada Los falsos positivos: la gran farsa criminalhttp://andandoporbogota.blogspot.com/2015/02/los-falsos-positivos-la-gran-farsa.html.
 
Como reconoce el propio informe estos casos de asesinatos masivos cometidos a gran escala durante siete años, constituyen uno de los episodios más nefastos de atrocidades masivas ocurridos en el hemisferio occidental en las últimas décadas. Dado que este tema, a pesar de su gravedad, apenas se habla en el país, me voy a permitir escribir otra entrada recogiendo algunas conclusiones del informe.
 
 
Para los no iniciados en el tema los falsos positivos en Colombia son la ejecución de civiles por brigadas del ejército a gran escala, entre el 2002 y el 2008. Soldados y oficiales presionados por superiores para que demostraran resultados positivos e incrementaran el número de bajas en la guerra contra la guerrilla, se llevaban por la fuerza a sus víctimas o los citaban en parajes remotos con promesas falsas, como ofertas de empleo, para luego asesinarlas, colocar armas junto a los cuerpos e informar que se trataba de combatientes enemigos muertos en enfrentamientos.
 
 
 
 
Hasta le fecha unos 800 miembros del ejército, en su mayoría soldados de rangos inferiores, han sido condenados por ejecuciones extrajudiciales. Entre los condenados hay algunos ex comandantes de batallones, pero ningún oficial al frente de brigadas. La Fiscalía General de la Nación investiga actualmente a más de 3.000 presuntos casos de falsos positivos. De los 16 generales del ejército, activos y retirados, que están siendo investigados, ninguno ha sido acusado formalmente. Esta es una de las conclusiones del informe como es que las condenas están recayendo exclusivamente sobre los mandos bajos -lo que se conoce vulgarmente como comerse el marrón- mientras los altos, que supuestamente daban las directrices, están saliendo indemnes. El informe es claro: algunas de las más altas jerarquías del ejército, por acción o por omisión, tienen responsabilidades en estas atrocidades.
 

Otra de las conclusiones del informe van desde los graves obstáculos y falta de cooperación con las investigaciones por parte de las autoridades militares, hasta amenazas, asesinatos y ataques a testigos clave. A la vez, algunos casos siguen bajo la jurisdicción de la Justicia Penal Militar, que careciendo de independencia y credibilidad, es tanto como garantizar la impunidad para estos asesinatos. 
 
El informe también hace una serie de recomendaciones al Presidente Juan Manuel Santos, a la Fiscalía General de la Nación, a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional y, por último, al Gobierno de los EE.UU que como colaborador en el llamado Plan Colombia, plantea la eliminación de la ayuda militar hasta que el Gobierno colombiano cumpla los requisitos en materia de derechos humanos.
 
Invito a los interesados para que se lo bajen de internet y lo lean. http://www.hrw.org/es/reports/2015/06/24/el-rol-de-los-altos-mandos-en-falsos-positivos
 
Voy a finalizar con un testimonio que refleja la degradación moral de una parte del ejército  que realizó estas  operaciones a gran escala y con carácter sistemático, tal como recoge el informe. Un soldado del Batallón Rifles, perteneciente a la primera Brigada, indicó que el factor que impulso a que su unidad ejecutará como falso positivo a su hermano en abril de 2007, fue que los soldados deseaban tener días libres para festejar el Día de la Madre. Repugnante
 

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