viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS BOLLOS DE YUCA DE SANTO TOMÁS

La Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura ha propiciado una bonita publicación, que ha caído en mis manos, elaborada dentro del marco del proyecto Iniciativas de Memoria del Caribe, que trata de apoyar y orientar iniciativas de construcción colectiva de la memoria. El  libro se titula: Santo Tomás desentusa (desenvuelve) el bollo de yuca.
 
Santo Tomás es un municipio del departamento del Atlántico, en la región Caribe, ubicado en la ribera del Río Magdalena a unos 25 kilometros de la capital, Barranquilla y de unos 26.000 habitantes.
 
La publicación mediante un proceso colectivo de memoria relata la importancia que en el siglo pasado, hasta los años 80 aproximadamente, tuvo la elaboración de los bollos de yuca que además de surtir al mercado local, los hacían  llegar en camión de madrugada a Barranquilla y otras poblaciones vecinas como Sabanagrande, Palmar de Varela y en bongo a través del  río, a Sitio Nuevo y a Remolino.
El camión que de madrugada llevaba los bollos de yuca, en sacos, para Barranquilla

El libro analiza las transformaciones profundas que sufrió el municipio  que, de un carácter rural que tenía, se transformó en uno de servicios, propiciado por la reparación de la carretera a Barranquilla y por el desarrollo de líneas de transporte público con la capital. 

La yuca –manihot esculenta- tubérculo rico en carbohidrato, ha sido la base alimenticia de las culturas indígenas americanas y también lo fue durante la colonia. La yuca, por ejemplo, ha tenido la misma importancia alimentaria que el pan de trigo en España.

El orgullo bollero de Santo Tomás
El libro bellamente editado recoge en fotos todas las actividades que componían la elaboración del bollo de yuca, empezando por la preparación de la tierra para sembrarla hasta el enfriado de los bollos, una vez cocidos. También recoge una cartografía del pueblo donde se ubicaban los ralladores industriales de yuca, los fabricantes de bollos y los comercializadoras de los mismos, editando un juego donde los jóvenes deben localizarlos y responder a preguntas que les propone las fichas del juego.
 
En definitiva el bollo de yuca para Santo Tomás fue una actividad muy noble, del que vivían muchos conciudadanos de una manera noble y además les permitía obtener ingresos que mejoraron las condiciones familiares y facilitaron los estudios de los hijos.
Campaña para estimular el consumo del bollo de yuca


Esa pérdida del carácter rural del municipio propiciada por la proximidad a Barranquilla y el cambio a hábitos alimentarios más cómodos  –los productos de las panaderías industriales instaladas en el municipio han desplazado en parte al bollo de yuca-, han enterrado prácticamente el bollo.
 
Hacer memoria de una activadad culinaria tan importante y tan concluyente para un pueblo,es muy interesante para las jóvenes generaciones. Es entender y comprender su propia historia. 



 
 
 






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