En
la estancia en Medellín durante el puente de la Inmaculada, nuestra amiga
Emma Arcila nos llevó a conocer el Parque Arví. Este parque de 16.000 Ha, de
las cuales 1.760 son de arbolado, se sitúa, a modo de pulmón de la ciudad de
Medellín, en los cerros nororientales que unen la ciudad con el corregimiento
de Santa Elena.
Territorio del Parque de Arví |
Uno
de los atractivos de la visita es que para la llegar al parque se hace a través de dos teleféricos. El
primero, un teleférico de interés social, va desde la estación de metro Acevedo
a la estación del teleférico Santo Domingo, ubicada en la comuna 1 de Medellín. Un
recorrido de algo más de 2 kilómetros con cuatro estaciones.
El
segundo teleférico de interés turístico se inicia en la estación de Santo
Domingo y finaliza en el propio parque en la estación de Arví. Tiene una
longitud de 4,6 kilómetros y dos estaciones.
Es
conocida la sensibilidad del Municipio de Medellín y del Gobierno de Antioquía
para resolver los problemas de movilidad en los cerros de la ciudad. Estos
cerros se empezaron a habitar en los años 60 del siglo pasado con población
campesina desplazada forzosamente. Hay que recordar que en Colombia existen 6,5
millones de desplazados forzados. Estos
cerros se componen de pequeñas casas de ladrillo fruto de la auto construcción
y de residuos de zonas verdes, todo ello producto de la imposibilidad de
construir en la zona por las pendientes tan pronunciadas.
Precisamente
los teleféricos han venido a solucionar ese desplazamiento desde los cerros
hasta la parte baja del valle, donde sus pobladores trabajan. Además las estaciones de los teleféricos enlazan con las del metro, de tal manera que un mismo billete sirve
para ambos sistemas de transporte. Este sistema se está implantando en otras ciudades
como en Bogotá, en la Paz de Bolivia.
En el
parque visitamos un mercadillo que se ubica a pie de la estación, dimos un
paseo y aprovechamos para comer dentro del mismo.
A la
bajada y en la transición entre ambos teleféricos decidimos visitar la biblioteca
España, un conjunto de tres volúmenes en pleno cerro de formas muy caprichosas,
a modo de grandes rocas artificiales sobre el terreno. Se llama así porque la
cooperación española donó los contenidos de la misma. El arquitecto
barranquillero Giancarlo Mazzanti fue el diseñador.
Biblioteca España y el teleférico de referencia |
El
primer volumen ubicado a la izquierda del central se encuentra la cafetería y
el auditorio con capacidad para 179 personas. Un segundo corresponde a la
biblioteca y un tercero a salas de
formación dotadas de ordenadores y de reunión de los vecinos. Además dispone de
ludoteca, gimnasio y tiendas diversas.
Nos acompañó un chico joven a modo de guía turístico
que a cambio de una propina te explica
las vivencias de la comuna. La biblioteca actualmente está cerrada por problemas
con las lajas del revestimiento exterior. Es un problema parecido al del Palacio
de las Artes de Valencia, de Santiago
Calatrava, con el desprendimiento de los revestimientos de las fachadas.
El chico nos explicó que en los años del plomo –1985 a
1995, aproximadamente- por disputas territoriales, entre bandas criminales en el barrio, habrían sido
asesinados 600 personas, la mayoría jóvenes. Era la época de Pablo Escobar
donde reclutaba su ejército de sicarios de los barrios marginales de la ciudad.
También los paramilitares con la ayuda del ejército, hacían sus rafias para
asesinar a las denominadas milicias urbanas de las guerrillas.
También nos dijo que ambas construcciones –teleféricos
+ biblioteca- forma parte del programa
de inclusión social de la Alcaldía para brindar igualdad de oportunidades en el
desarrollo social y económico a la población. Son símbolos de la nueva
Medellín, haciendo que los habitantes identifiquen su sector y desarrollen un
mayor sentido de pertenecía. Hoy la violencia se ha reducido a niveles normales
y la zona se puede visitar, cosa impensable 15 años atrás.
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