Los jagüeyes, también conocidos como balsas de agua, ollas de agua,
cajas de agua, aljibes o bordos de agua, son depresiones sobre el terreno que
permiten almacenar agua proveniente de escurrimientos superficiales.
Jagüey es una palabra taína que significa balsa, zanja o pozo
lleno de agua, donde se concentra una gran diversidad de fauna y además sirve
para abrevar el ganado.
Los jagüeyes pueden ser
naturales o artificiales, construidos por el hombre, como medio para captar,
almacenar y administrar agua de lluvia con fines pecuarios, a fin de que el
ganado obtenga agua durante las épocas de sequía prolongada. Las
dimensiones suelen ser variables desde varios cientos de m2 hasta las dos
hectáreas de superficie.
Estos se construyen sobre
suelos arcillosos para garantizar un
grado de impermeabilidad adecuada. En caso de no disponer de este tipo de
suelos habría que impermeabilizar con arcillas expansivas o colocar
geomembranas. La profundidad de un jagüey puede llegar a los 8 metros en su
parte más profunda.
Jagüey con presencia de chigüiros y algunas aves acuáticas |
El llanero – habitante de los
llanos- propicia una ancestral sabiduría
con la planeación de trabajos consistentes en equilibrar las épocas climáticas,
regulando las aguas y previendo que al final del verano viene la sequía más
dura, donde los ganados buscan refugio en los jagüeyes, antiguos cauces de los
ríos.. Es decir donde haya algo de agua para calmar su sed.
Aunque los jagüeyes están
concebidos para suministrar agua al ganado, resulta que los mismos son
instrumentos esenciales para la conservación faunística de las sabanas. En consecuencia se consideran piezas
fundamentales de gran valor ecológico.
Desde una perspectiva
integral, se trata de un sistema complejo en el cual el fitoplancton juega un
papel de gran importancia en el inicio de la trama vital del sistema. Allí
operan diversos organismos como larvas de insectos, de crustáceos y renacuajos,
que consumen el fitoplancton. Mientras otros animales consumen a otros más
pequeños, creándose un grupo faunístico que, desde plantas acuáticas de
mayor porte, incluye la presencia de
anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Vista aérea de un jagüey del Casanare en época de sequía. Obsérvese los cientos de chigüiros y algunas vacas tratando de calmar la sed |
Está documentado que existe
una relación directa entre el número de jagüeyes existente y la biodiversidad
del área dada. O, lo que es lo mismo, los jagüeyes juegan un papel vital en la conservación de la biodiversidad, allí
donde operan.
En cuanto a la presencia de aves
acuáticas, algunas de ellas migratorias,
que visitan los jagüeyes se encuentran la polla de agua, la garza del
ganado y diferentes tipos de ibis…. En cuanto a los quelonios, son
frecuentes las tortugas hicoteas, las carranchinas
y el morrocoy
de agua.
En cuanto los reptiles son habituales los caimanes de anteojos y la babilla. Por ultimo también son
visitados por los chigüiros- Hydrochoerus hydrochaeris- el roedor viviente de mayor tamaño y peso del
mundo, también conocido como capibara, que lo dedicaré próximamente una entrada especifica en este blog.
Estando ya en Colombia he sido testigo de un desastre ecológico acaecido
en la zona de Paz de Ariporo, en el Departamento
llanero del Casanare. Una prolongada sequía en esta zona, durante el mes de
marzo, llevó a la muerte a unos 60.000 animales
según datos oficiales, sobre todo de chigüiros, cocodrilos baba, tortugas
diversas y alguna vaca. La reacción de las autoridades fue tardía, como está siendo
tardía la reacción frente al fenómeno
del niño, ya iniciado, donde está dejando sin agua corriente a medio país;
el situado sobre la costa Caribe. Este fenómeno,
que es cíclico, - ver entrada en http://www.andandoporbogota.blogspot.com/2014/05/los-fenomenos-del-nino-y-la-nina-en.html,
del 22 de mayo, ya lo predecían los organismos de estudio del clima y
las graves consecuencias que traería. Ahora, en estos días, está empezando a reaccionar
el gobierno con medidas exclusivamente paliativas.
Jagüey de Paz de Ariporo con docenas de chigüiros a punto de morir por la sequía |
Los Llanos son una vasta
región de sabanas entre Colombia y Venezuela de 376.000 kilómetros cuadrados –
70 veces la superficie de Cantabria – dedicadas a la ganadería extensiva. Los llaneros en su concepción tradicional son
unos personajes muy peculiares, cuya filosofía de vida dejó retratada el escritor
venezolano Rómulo Gallegos en su novela Doña
Bárbara.
Docenas de caimanes y tortugas muertas o a punto de perecer |
La explotación de petróleo en
los llanos, sumado a la creciente agricultura industrial, en torno al arroz y a
la palma africana, está conllevando,
según los expertos, a la desnaturalización del hombre llanero y a la disputa
del agua, cuya ausencia produce estas catástrofes.
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