domingo, 27 de julio de 2014

EL JAGÜEY: UNA BALSA DE AGUA DE GRAN VALOR ECOLÓGICO

Los jagüeyes, también conocidos como balsas de agua, ollas de agua, cajas de agua, aljibes o bordos de agua, son depresiones sobre el terreno que permiten almacenar agua proveniente de escurrimientos superficiales. Jagüey  es una palabra taína que significa balsa, zanja o pozo lleno de agua, donde se concentra una gran diversidad de fauna y además sirve para abrevar el ganado.
 
Los jagüeyes pueden ser naturales o artificiales, construidos por el hombre, como medio para captar, almacenar y administrar agua de lluvia con fines pecuarios, a fin de que el ganado obtenga  agua  durante las épocas de sequía prolongada. Las dimensiones suelen ser variables desde varios cientos de m2 hasta las dos hectáreas de superficie.
 
Estos se construyen sobre suelos arcillosos para garantizar  un grado de impermeabilidad adecuada. En caso de no disponer de este tipo de suelos habría que impermeabilizar con arcillas expansivas o colocar geomembranas. La profundidad de un jagüey puede llegar a los 8 metros en su parte más profunda.

Jagüey con presencia de chigüiros y algunas aves acuáticas

El llanero – habitante de los llanos-  propicia una ancestral sabiduría con la planeación de trabajos consistentes en equilibrar las épocas climáticas, regulando las aguas y previendo que al final del verano viene la sequía más dura, donde los ganados buscan refugio en los jagüeyes, antiguos cauces de los ríos.. Es decir donde haya algo de agua para calmar su sed.  
   
Aunque los jagüeyes están concebidos para suministrar agua al ganado, resulta que los mismos son instrumentos esenciales para la conservación faunística de las sabanas. En consecuencia se consideran piezas fundamentales de gran valor ecológico. 
 
Desde una perspectiva integral, se trata de un sistema complejo en el cual el fitoplancton juega un papel de gran importancia en el inicio de la trama vital del sistema. Allí operan diversos organismos como larvas de insectos, de crustáceos y renacuajos, que consumen el fitoplancton. Mientras otros animales consumen a otros más pequeños, creándose un grupo faunístico que, desde plantas acuáticas de mayor  porte, incluye la presencia de anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
 


Vista aérea de un jagüey del Casanare en época de sequía. Obsérvese los cientos de chigüiros y algunas vacas tratando de calmar la sed 

Está documentado que existe una relación directa entre el número de jagüeyes existente y la biodiversidad del área dada. O, lo que es lo mismo, los jagüeyes juegan un papel  vital  en la conservación de la biodiversidad, allí donde operan.
 
En cuanto a la presencia de aves acuáticas, algunas de ellas migratorias,  que visitan los jagüeyes se encuentran la polla de agua, la garza del ganado y  diferentes tipos de ibis…. En cuanto a los quelonios, son frecuentes las tortugas hicoteas,  las carranchinas y  el morrocoy de agua.
 
En cuanto  los reptiles son habituales los caimanes de anteojos y la babilla. Por ultimo también son visitados por los chigüiros- Hydrochoerus hydrochaeris- el  roedor viviente de mayor tamaño y peso del mundo, también conocido como capibara, que lo dedicaré próximamente  una  entrada especifica en este blog.
 
Estando ya en Colombia he sido testigo de un desastre ecológico acaecido en la zona de Paz  de Ariporo, en el Departamento llanero del Casanare. Una prolongada sequía en esta zona, durante el mes de marzo,  llevó a la muerte a unos 60.000 animales según datos oficiales, sobre todo de chigüiros, cocodrilos baba, tortugas diversas y alguna vaca. La reacción de las autoridades fue tardía, como está siendo tardía  la reacción frente al fenómeno del niño, ya iniciado, donde está dejando sin agua corriente a medio país; el situado sobre  la costa Caribe. Este fenómeno, que es cíclico, - ver entrada en  http://www.andandoporbogota.blogspot.com/2014/05/los-fenomenos-del-nino-y-la-nina-en.html, del 22 de mayo, ya lo predecían los organismos de estudio del clima y las graves consecuencias que traería. Ahora, en estos días, está empezando a reaccionar el gobierno con medidas exclusivamente paliativas.
 
Jagüey de Paz de Ariporo con docenas de  chigüiros a punto de morir por la sequía

Los Llanos son una vasta región de sabanas entre Colombia y Venezuela de 376.000 kilómetros cuadrados – 70 veces la superficie de Cantabria – dedicadas a la ganadería extensiva.  Los llaneros en su concepción tradicional son unos personajes muy peculiares, cuya filosofía de vida dejó retratada el escritor venezolano Rómulo Gallegos en su novela Doña Bárbara.
Docenas de caimanes y tortugas muertas o a punto de perecer

La explotación de petróleo en los llanos, sumado a la creciente agricultura industrial, en torno al arroz y a la palma africana,  está conllevando, según los expertos, a la desnaturalización del hombre llanero y a la disputa del agua, cuya ausencia produce estas catástrofes.

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