jueves, 6 de noviembre de 2014

SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA Y PAZ, CONTRA SALVATORE MANCUSO

El pasado viernes, el Tribunal Superior de Justicia y Paz de Bogotá dio lectura de la sentencia de más de 800 páginas, contra el bloque paramilitar denominado Catatumbo, dirigido por Salvatore Mancuso, unos de las jerarquías más importantes de los paramilitares en Colombia. Este bloque operaba en el departamento del Norte de Santander.
 
Este tribunal  condenó a este angelito y a algunos lugartenientes más,  también juzgados, a penas de 8 años de prisión, que es la pena mayor que estipula la Ley de Justicia y Paz , que fue la ley aprobada durante el gobierno de Álvaro Uribe, para facilitar la desmovilización de estos asesinos. Los cargos son concierto para delinquir, desaparición forzada, homicidio en persona protegida, tortura y tráfico de estupefacientes, entre otros. Estas penas se aplican a los que colaboran con la justicia – los que cantan - y restituyen económicamente los daños causados.
El interés de escribir esta entrada tiene que ver con los motivos que recoge la sentencia, donde de una manera clara una parte del ejercito, de la policía, los Servicios de Seguridad del Estado – DAS – una parte de la Fiscalía General de la Nación, empresarios y ganaderos, colaboraban con esta organización criminal. O, lo que es lo mismo, como una parte del Estado Colombiano era una cloaca fétida y maloliente.
 
Estado de las sentencias al paramilitarismo a la fecha del documento. Boletín del tribunal de Justicia y Paz de Bogotá
 
 Algunas de las manifestaciones de Mancuso recogidas en sentencia fueron:
- El proceso de traslado de más de 200 paramilitares  desde el Urabá antioqueño hasta Norte de Santander no tuvieron mayor problema: Pasamos por los Departamentos  de Córdoba, Sucre, Magdalena y Cesar con todas las unidades sin tener inconvenientes con la Fuerza Pública.
- Entre el 23 y el 29 de mayo de 1999 incursionaron en el corregimiento La Gabarra, en Tibú, donde perpetraron varias masacres y asesinatos selectivos que originaron el desplazamiento de 2.500 personas. En esa masacre los paramilitares montaron un retén en la carretera que conecta el casco urbano de Tibú con La Gabarra, donde retuvieron cerca de 60 vehículos y lista en mano asesinaron a varias personas.
- La sentencia aseguró  que el número de masacres y asesinatos selectivos en la región se incrementó de manera exponencial por la implementación de la instrucción militar que habían recibido algunos paramilitares. Instrucción militar que según Mancuso fueron dadas por militares activos y miembros del entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entre ellos su director, José Miguel Narváez.
- En la sentencia también se dejó claro que la consolidación del bloque del Catatumbo no hubiese sido posible sin la colaboración de las Fuerzas Militares y el Estado, afirmación que se sustentó en declaraciones de exmilitares y exparamilitares, destacándose la de Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’: No creo que exista alguna región en la que los paramilitares hayan surgido sin ayuda de las Fuerzas Militares y empresarios.
- Parte de los soportes para garantizar impunidad estuvieron representados en sectores de la Fiscalía, destacándose la figura de la directora seccional del Ente investigador en Cúcuta, Ana María Flórez, quien fue cercana a los paramilitares en ese departamento y favoreció con información al Bloque Catatumbo. Por esta razón fue cuestionado el entonces Fiscal General de la Nación, quien pese a las denuncias sostuvo en el cargo a la funcionaria, quien en la actualidad está prófuga de la justicia.
- Entre 1999 y 2004, de los extensos sembrados de coca de la zona, consiguieron colocar en el mercado 119.600 kilos de pasta base de coca, que les servía para financiarse y comprar armamento.
- Entre los más  900 asesinatos los perpetrados por este bloque, se encuentran el de dos fiscales especializados, un concejal de Gramalote, una candidata al Concejo de Zulia, dos investigadores del CTI, organismo dependiente de la  Fiscalía General , el Rector de la Universidad Libre de Cúcuta y la registradora municipal de Las Palmas de Salazar.
- Mancuso testifica que fui adoctrinado por el ejército y la policía, tuve carnet del B2, entraba a la brigada – el cuartel- sin que me requisaran, entraba como lo hacían los comandantes. 
- El apoyo de los funcionarios de la Fiscalía, de los miembros del DAS, de la policía, del  Ejército y de los políticos, con el bloque Catatumbo, le permitió al Tribunal de Justicia y Paz, concluir que el paramilitarismo en el Norte de Santander, que dejó más de 900 víctimas, según la sentencia, se constituyó en una política de Estado.
 
Imagen de Salvatore Mancuso
Por último, la sentencia ordena:
1º Investigar a todos los directores del DAS, desde el año 1999 al 2009.
2º Investigar al Fiscal General de la Nación, Luis Camilo Osorio.
3º Que el Comando Conjunto de la Fuerzas Militares, entregue un informe acerca de las hojas de vida de quienes hubieran sido colaboradores de los paramilitares en la época de los hechos.
 Investigar por parte de la Fiscalía la participación de gremios económicos, empresas prestadoras de servicios públicos y demás personas en la expansión y consolidación del bloque Catatumbo.
5º Investigar a la Dirección General de Estupefacientes, en la administración de los bienes entregados por los condenados.
 Se fija un plazo de 6 meses para adelantar estas investigaciones.  

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