sábado, 7 de junio de 2014

LA CHICHA MALDITA

 

La chicha es una bebida alcohólica derivada fundamentalmente de la fermentación del maíz, muy difundida en América Central y del Sur, elaborada por métodos artesanales. En Colombia la chicha era la bebida más consumida por los  indios  muiscas quienes la llamaban masato y la utilizaban en sus rituales para ofrenda a sus dioses conocida como vino de maíz, además de consumirla habitualmente dentro de su dieta alimenticia.
 
La graduación alcohólica puede llegar a los 7 u 8 grados. Con la llegada de los españoles se empezó a incorporar la miel de caña para darla  dulzor.
 
 
Vista de la chicha sobre una totuma


La forma como los muiscas elaboraban la chicha, consistía en coger un puñado de maíz germinado y llevarlo a la boca, masticándolo hasta lograr una consistencia de masa. Esto lo repetían las veces necesarias hasta llenar la olla. El resultado era un líquido algo viscoso, insípido y glutinoso por la saliva. Luego de esto se llevaba  a fermentar. El proceso de fermentación duraba 8 o 9 días.
 
La chicha nunca tuvo buena prensa. Fue prohibida durante la colonización por la higiene en los procesos de producción, donde los españoles la llamaban el vicio de indios, hasta ya, en la época republicana, donde en 1948 se prohíbe su producción y consumo, a pesar de que en esa época se consumían en Bogotá 50 millones de litros al año y por impuesto alcohólico tributaban a la hacienda colombiana, unos 500.000 pesos.
 

Cartel ilustrativo combatiendo en consumo de chicha
 
 
Otro cartel ilustrativo en contra de la chicha
 
La chicha se consumía en las chicherías, una especie de tascas, donde las clases populares socializaban lo que tenían. Tenía gran predicamento entre las  gentes  de Cundinamarca y de Boyacá, que rodean a Bogotá.  
 

A la chicha la han responsabilizado del asesinato del político Rafael Uribe Uribe, realizado por dos carpinteros e, incluso, de los desordenes que dieron lugar al Bogotazo.  Era  la maldición de la chicha impuesta por los moralistas de las diferentes épocas.

 
Ilustración de una chichería


Los argumentos contra la chicha fueron siempre de dos tipos: higiénicos y antialcohólicos. Cuando la cerveza irrumpió como su gran competidora, los segundos fueron abandonados en favor de los primeros. Y a ellos se sumó, como factor desfavorable, el carácter artesanal de la producción, que condenó a la bebida a desaparecer al iniciarse la industrialización del país. Aun así, el hábito de su consumo era tan fuerte que pasaron más de 30 años antes de que la cerveza le arrebatara el mercado.
 
El apoyo a la cerveza frente a la chicha era un apoyo interesado. A finales del siglo XIX un alemán de nombre Leo Siegfried Kopp, había fundado la fábrica de cervezas La Bavaria, una de las primeras fabricas industriales de cerveza instalada en Colombia,  que se ubicaba en el actual Parque Bavaria, enfrente del Museo Nacional. El Gobierno nacional hizo una apuesta de apoyar a los industriales cerveceros,  fomentando  la bebida de la cerveza, en detrimento de la chicha.
 
 
En 1991 se levantó la prohibición y actualmente se trata de revitalizar su consumo. Se organiza anualmente el Festival de la Chicha, el maíz, la vida y la dicha, en el  barrio de la Perseverancia, que es donde más se consume. Este barrio se sitúa detrás del Museo Nacional, junto al cerro. El consumo de chicha aumenta en los meses de diciembre y de enero, coincidiendo con las fiestas navideñas.

 

Cartel anunciador del festival de la chicha de este año

En mis paseos por la Candelaria he visto en varias calles de acceso a la Plaza del Chorro de Quevedo, la oferta de chicha- masato en varios bares, donde los estudiantes deben ser sus principales clientes y consumidores. Las viejas chicherías tal como recoge la placa de la fotografía adjunta, son ya un recuerdo.
 
 
Recuerdo de una vieja chichería
 

3 comentarios:

  1. buenas tardes, deseo saber de donde sacó las imágenes que utiliza en este artículo. muchas gracias

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  2. maravilloso, la chicha es la representación de nuestros antepasados, y producirla y consumirla es mantener vivo nuestro pasado, que no se acabe.

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  3. La chichería es el corazón de cada barrio. Saludos desde Bolivia!

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