La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria tropical causada por
una variedad de Leishmania que
se transmite por la picadura de la hembra de la llamada mosca de la arena, que alberga los protozoos parásitos de
ese género.
Mosca de la arena trasmisora de la leishmania |
En Colombia, cada año se
producen nuevos casos, de los que la mayor parte corresponden a formas cutáneas, como
laceraciones en la piel, y el resto a formas viscerales, que pueden provocar la
muerte a través de la inflamación de órganos internos. En estos últimos, su
sistema inmunológico se debilita y es más frágil frente a otras infecciones.
Los síntomas son pérdida de apetito, agrandamiento del bazo, el hígado y
anemia. Sin tratamiento, prácticamente todos los pacientes mueren. Sin embargo,
con un diagnóstico y tratamiento temprano se evita la muerte, incluso en
entornos con recursos limitados.
Los departamentos con más
casos de leishmaniasis son los del
Guaviare, Tolima, Caquetá, Putumayo y Amazonas. La humedad y las condiciones de
la selva son propicias para infectarse con esta enfermedad, hasta tal punto que
se la conoce como la "enfermedad
guerrillera", por el alto número de casos que hay entre sus filas. Sin
embargo las infecciones producidas en ese medio también son frecuentes en soldados
del Ejército destacados en esas zonas, campesinos e indígenas.
Esta enfermedad le fue
diagnosticada al hijo de Clara Rojas, compañera de secuestro de Ingrid
Betancourt, en el hospital público de San José de Guaviare.
El tratamiento de esta enfermedad
se realiza con un fármaco denominado Glucantime que es un antimoniato de meglubina. El proceso
bastante largo consiste inyectarse por vía intramuscular durante 20 días
seguidos una ampolla del fármaco para el caso
de leishmaniasis cutánea y 28 días para el caso de leishmaniasis
visceral y mucocutánea. A veces hay que repetir el ciclo.
Este fármaco de fuerte
demanda en Colombia por los habitantes de la selva, el Gobierno Colombiano ha prohibido
su venta en farmacias, para que su dispensa
sea exclusiva a través de los hospitales
públicos. Con esta medida lo único que quieren es controlar los enfermos
procedentes de la guerrilla. O, lo que es
lo mismo, utilizar el Glucantime como arma de guerra.
Leshmianasis cutanea |
Esta medida está propiciando
un mercado negro en torno a este fármaco con importaciones clandestinas de los
países vecinos; Brasil, Ecuador y Venezuela, con altísimos precios para
adquisición en este mercado. Ante las molestias de tener que ir al hospital
todos los días, con desplazamientos largos, algunos recurren a curanderas y
brujos para tratar la enfermedad .
Las noticias sobre la
confiscación de partidas clandestinas de Glucantime por la policía en Colombia, son habituales en
la prensa local.
Cajas de ampollas del glucantime |
Finalizo esta entrada con el
comentario del escritor y periodista colombiano Gustavo Álvarez Gardeazábal,
recogida en su columna del pasado día 21 en el periódico ADN, titulada Medicamento maldito: “según los
militares, el Glucantime es un medicamento que solo usan los guerrilleros
porque el pito (1) dizque solo pica
en la selva. Y como la guerra no la han podido ganar a bala, con la
leshmaniasis se puede ayudar a derrotar a los alzados en armas.
¿Dónde estarán los defensores
de los derechos humanos y dónde la humanidad del Ejercito, de la Policía y del
gobierno Santos?”
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