“es un espacio para
la promoción de ejercicios de memoria histórica colectiva que permitan el
reconocimiento de los derechos de las víctimas y la construcción de paz,
impulsando una cultura de democracia y garantía de los derechos humanos.
Se concibe como un espacio público
abierto a toda la ciudadanía, para incentivar la comprensión de las causas y
consecuencias de la violencia política y el conflicto armado en Colombia, desde
mediados del siglo XX, y sus expresiones en Bogotá y en la región central.
El Centro de Memoria se ha venido
construyendo a partir de un proceso participativo de aportes ciudadanos y de
organizaciones sociales y de víctimas que culminó con un memorial fundacional;
este cuenta con cientos de documentos, videos, testimonios, fotografías, bases
de datos y decenas de miles de registros de víctimas”.
Centro de la Memoria. Foto extraída de la Web |
Si hay algún país que tiene que
apostar por la paz, por el reconocimiento de las víctimas, por la
profundización de la democracia y por el respeto de los derechos humanos, sin
duda, es Colombia. En este país han ocurrido cosas terribles e indescriptibles.
Para los no iniciados en el tema, como pueden ser la mayoría de los españoles
que puedan acceder a este blog, voy a citar un par de ellas.
1º.- En la década de los 80 un acuerdo
de paz firmado durante el gobierno de Belisario Betancur,
derivó en la creación del partido Unión Patriótica. Este
partido de izquierdas se formó con
los desmovilizados del ELN, FARC y el Partido Comunista Colombiano. Como tal partido
participaba en los procesos electorales, obteniendo resultados bastante
aceptables.
Pues bien, en un periodo de no más
de 10 años fueron asesinados por narcotraficantes y paramilitares, en alianza
y colaboración con los aparatos represivos del Estado, dos
candidatos presidenciales, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11
alcaldes y 4.000 simpatizantes. Prácticamente lo extinguieron.
Portada del libro editada por el Centro |
2.- Durante los dos mandatos de Álvaro
Uribe Vélez – 1992- 2000 - , es decir hace cuatro días, se descubrió que
sectores del ejercito reclutaban
chavales por las calles haciéndoles falsas promesas de trabajo, los asesinaban y los presentaban como guerrilleros caídos en
combate. Con ello obtenían recompensas económicas y ascensos militares. Es el
llamado caso: falsos positivos.
Según la Fiscalía General de la Nación
– El Espectador del 23/02/2014 – por este caso hay 2.235
casos abiertos, 4.212 víctimas mortales, 2.457 detenidos en cárceles militares,
830 condenados y 188 absueltos.
Visitamos las instalaciones acompañados
de un chica muy joven que nos hizo una explicación durante el recorrido muy
correcta. El edificio central es una
especie de cubo de 18 metros de altura vacío, construido en tapial para simbolizar
la tierra como el origen de los
conflictos en Colombia. Por su interior y en más de 2.000 agujeros
del tapial, acogen tubos de cristal con mensajes en su interior recogidos por
todo el país, referidos a la paz y a la reconciliación del país.
En su interior acoge una agenda muy
activa y exposiciones diversas, que pueden visualizarse en la Web. También
edita publicaciones sobre la materia muy
interesantes, como la titulada Bogotá,
Ciudad Memoria. En ella se recogen todos los sucesos luctuosos ocurridos en
la ciudad y se hacen propuestas sobre la reparación de las víctimas.
Finalmente, aunque volveré sobre
este tema, las instalaciones nos parecieron un espacio de reflexión y de serenidad, que atiende
a una reconciliación que no implica el
olvido. Esta iniciativa es un acto de dignidad colectiva propiciada por el gobierno de izquierdas
de la ciudad.
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