Colombia se encuentra inmersa desde
hace unos años en la tarea titánica de reconstruir la memoria, de medio siglo
de violencia sistemática, que ha dejado más de ocho millones de víctimas
registradas.
Esta tarea se coordinada desde el
Centro Nacional de Memoria Histórica - http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/,
al que ya le he dedicado diversas entradas. Además, la academia, los medios de
comunicación, organizaciones de victimas y la sociedad civil, en general, se han sumado a este ingente trabajo.
Este deber se torna muy complejo en Colombia,
ya cuenta en su interior con una amplia diversidad de culturas y lenguas,
que reflejan distintas cosmovisiones y lógicas económicas, que nada tienen que
ver predominante; la capitalista y la economía de mercado.
Una de las herramientas que utilizan
los grupos étnicos para reflejar los acontecimientos desarrollados en un lugar,
es la cartografía social. Ésta es una
propuesta conceptual y metodológica que permite aproximarte a un territorio, a
través de sus evoluciones y de sus acontecimientos, más importantes. El
ejercicio de cartografía social sirve para construir conocimiento de manera
colectiva; es un acercamiento de la comunidad a su espacio geográfico, social,
histórico y cultural.
Mujeres Arhuacas de la Sierra Nevada, consiguen expulsar a los paramilitares de sus territorios |
Así es como algunas comunidades
indígenas están reconstruyendo su memoria a través de esta herramienta, como lo
han hecho los Paeces, o los Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa
Marta, donde dejaron reflejado mediante mapas y dibujos cómo funcionaban los
paramilitares en su territorio, el asesinato y descuartizamiento de su líder
Julián Crespo y de cómo las mujeres de la Comunidad lograron expulsarlos. Todos
estos documentos se encuentran en los archivos del Centro de la Memoria.
Representación del asesinato y descuartizamiento de un líder Arhuaco por los paramilitares |
Ayer tuvo lugar en el Museo Nacional
de Colombia- http://www.museonacional.gov.co
la inauguración de una exposición, titulada: Endulzar la palabra, memorias indígenas para pervivir, que espero
pueda visitar en el próximo mes de febrero.
En la misma y a través de sus propias
organizaciones, coordinadas por el Centro Nacional de la Memoria, participan haciendo
visibles sus memorias. Son los pueblos Barí,
Nasa, Awá, Wiwa, Bora, Ocaina, Muinane y Uitoto, estos últimos de la zona
de la Chorrera.
Representación de un campamento cauchero . Observese a la derecha la zona de castigos y los cepos para inmovilizar |
En septiembre del 2014 tuve la
oportunidad de participar en la presentación de los informes El Putumayo: la vorágine de las caucherías, donde
se relataban la violencia durante la explotación del caucho en esa zona
colombiana y que dio lugar a la entrada: http://andandoporbogota.blogspot.com.es/2014/10/putumayo-la-voragine-de-las-caucherias.html
A pesar de ser sucesos ocurridos hace
más de 100 años, todavía perduran entre los Uitotos el recuerdo del funcionamiento
de los campamentos del caucho de la Peruvian Amazon Rubber Company., que tanto dolor les infringió. Se calculan en
30.000 los indígenas colombianos asesinados durante ese periodo.
Trabajos forzados a los que se sometían a las mujeres en el cuidado de los cultivos |
La
exposición, en el apartado sobre las etnias amazónicas, contiene dibujos de
cómo eran esos campamentos y los escarmientos, castigos y vejaciones a que
sometían a las poblaciones, aplicados indiscriminadamente sobre hombres,
mujeres y niños.
La simple
visualización de esos mapas o dibujos nos aclaran acontecimientos, arquitecturas y elementos, que deben perdurar en nuestra memoria.
NOTA. Las figuras 1 y 2 pertenecen a la revista Conmemora. Edición 1. Las restantes al catálogo de la exposición: Endulzar la palabra,memorias indígenas para pervivir.
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