viernes, 24 de enero de 2020

EL TRAPICHE HIDRÁULICO DE LA ARGELIA, EN JARDÍN, DE ANTIOQUIA


He visto bastantes trapiches paneleros en Colombia, algunos en funcionamiento y también parados, descritos ya en este blog https://andandoporbogota.blogspot.com/2014/10/los-trapiches-paneleros-colombianos-i.html, pero nunca había visto uno donde la prensa aplastadora de la caña se moviera con energía hidráulica. La mayoría lo hacen mediante motores eléctricos o de combustión.

Rueda hidráulica del trapiche
Visitamos uno parado –estaban acumulando caña para moler el siguiente sábado- y nos llamó la atención una gran rueda hidráulica, de más de cinco metros de diámetro, que los propietarios llaman Pelton equivocadamente en un mural que han confeccionado, alimentada con el agua que le llega a través de un canal por la parte superior de la rueda. El canal es de obra de fábrica.

Canal de conducción del agua sobre la rueda hidráulica
Este trapiche se encuentra en el casco urbano de Jardín, a unos 800 metros separado del mismo y al lado de una factoría truchera, que captura el agua de un rio que pasa por el costado, así que no tiene problemas de caudales con el agua.

Maquina aplastadora de rodillos, unida por el eje al de la rueda hidráulica, que se encuentra detrás de la pared
El eje de la rueda hidráulica va unido al eje de la maquina aplastadora de la caña, que es del modelo de rodillos ranurados, de tal manera que al pasar la caña entre ellos, se libera el jugo de la caña y se inicia el proceso de obtención de la panela, ya explicada en otras entradas.  

Acumulando la caña para iniciar el proceso




domingo, 19 de enero de 2020

EL CEMENTERIO LAICO DE CURITÍ


Hemos pasado un par de días en Curití, municipio de Santander conocido por las artesanías elaboradas en fique o cabuya, de proyección internacional. El fique es una planta andina que produce unas hojas lanceoladas de unos 1,5 m, que contiene unos hilos que extraídos de la hoja, escarmenados, tintados e hilados sirve para hacer bolsos, tapices, alfombras, mochilas, cinturones..

Este pueblo que ya habíamos visitado en ocasiones anteriores, dispone de un cementerio laico en la que está enterrado Francisco Santos Galvis. Este personaje fue un político, abogado y periodista de la famosa saga de los Santos en Colombia. Fue padre del presidente de la República entre 1938 y 1942 y fundador del diario El Tiempo de Bogotá, diario de mayor tirada en Colombia, Eduardo Santos Montejo. Tío abuelo de Francisco Santos, vicepresidente de Colombia entre el 2002 y 2010 en el Gobierno de Álvaro Uribe y también tío abuelo de Juan Manuel Santos, presidente de Colombia del 2010 al 2018.

Vista del cementerio laico de Curití
Este personaje, que se suicidó tras sufrir una larga enfermedad, nos deja epitafio esculpido en un libro de piedra, que no tiene desperdicio. Dice:

Considero que se acerca el fin de mi vida porque el corazón me viene dando vuelcos de carácter grave, no me entristece la proximidad de la muerte, porque hace más de diez años soy victima de un malestar indefinido cuya primera consecuencia ha sido matarme la voluntad por completo; mi anciana y buena madre me perdonara el dolor que le causo, bien sabe ella que mis deseos eran irme después no antes. No me pongan velas ni aparatos fúnebres de ninguna especie, esto no lo suplico sino que lo exijo. Así cuando al corazón se le presentan grandes torturas ofrécele hermosa ocasión para viajar a lo desconocido y mañana a las seis de la tarde estaré durmiendo a la sombra de mi árbol favorito. El árbol elegido era un mirto –Myrtus communis- un árbol de follaje compacto y muy aromático.

Epitafio de Francisco Santos Galvis
Francisco Santos Galvis, dispone de un busto en la plaza principal del pueblo, al costado de la iglesia, sin embargo, el cementerio donde está enterrado, hasta hace no mucho tiempo estaba abierto y era un muladar. Según nos contó un vecino del cementerio que dispone de la llave para acceder al mismo, el cementerio estaba abierto y entre las tumbas pastaba el ganado de los vecinos del pueblo. De hecho, llegó a disponer de 18 tumbas de las que únicamente quedan tres.  

Busto de Francisco Santos en la plaza principal de Curití
El Concordato colombiano del 31 de diciembre de 1887, disponía quienes no podían ser enterrados en los cementerios católicos y citaba a los infieles cualesquier que sean: paganos, judíos o mahometanos. Los excomulgados, los pecadores públicos y notorios que mueran impenitentes, los que estando próximos a la muerte rechacen obstinadamente los santos sacramentos, los niños que mueran sin recibir el bautismo y los suicidas, que es nuestro caso.

Al fondo la tumba de francisco Santos, rodeada de mirtos 
Cuando en muchos países se está regulando la eutanasia; acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra, la iglesia católica como siempre, va a remolque de los avances sociales. Se comportan desde siempre  como una fuerza retardataria que se oponen al progreso


domingo, 5 de enero de 2020

VETAS Y EL PÁRAMO DE SANTURBÁN


El Páramo de Santurbán es un macizo montañoso, que contempla una amplia región natural, de ecosistema montano intertropical, ubicado en los departamentos colombianos de Norte de Santander y Santander. Tiene una extensión de algo más de 142.000 Ha, una cuarta parte de Cantabria, con alturas que oscilan entre los 2.800 y 4.290 m.s.n.m.

Ya hemos explicado en algunas entradas de este blog la importancia de estos ecosistemas como retenedores de agua a través de su vegetación -frailejones- hasta tal punto que la mayoría las ciudades colombianas del interior, el suministro de agua proviene de los páramos que los circundan.

Hemos pasado unos días en este páramo en la zona de Tona y nos hemos desplazado a través de él hasta Vetas, municipio más alto de Colombia, que también se encuentra en el páramo, a través de una carretera destapada de 23 kilómetros.

Posando ante el cartel de las características de Vetas
Vetas es un pequeño municipio ubicado en el lateral de una canal del macizo montañoso, situado a 3.350 m.s.n.m. fundado en la etapa inicial de la conquista española, debido a su riqueza aurífera, que todavía perdura.

Sus fundadores son el alemán, que trabajaba para Carlos V, Ambrosio Alfinger y el español Ortún Velázquez de Velasco, fundador también, junto a Pedro de Ursúa, de la Pamplona colombiana.

El municipio vive todavía de la minería del oro de socavón, con varias empresas explotándolo y de la agricultura, cuyos principales cultivos son los propios del páramo: patata, cebolla junca y trigo.

Pintura del pueblo colgada en el salón municipal
De ese pasado y presente minero disponen de un bonito monumento a la actividad con una galería provista de vagoneta minera en su exterior y sobre todo la pieza más importante, un molino tipo californiano, para aplastar el material mediante el golpeteo alterno de los pisones, movidos con energía hidráulica, que permite el procesado o extracción de minerales metálicos.

El molino consta de un conjunto de pisones de acero que se sostienen en un marco, y que se desplazan en un movimiento cíclico de subida y bajada. El sistema levanta los pisones alternativamente mediante levas conectadas a un árbol rotatorio en posición horizontal. El árbol de levas es movido a través de un volante que recibe el impulso de una polea movida por energía hidráulica. El molino del monumento es de tres pisones. 

Monumento a la minería. En primer término el molino californiano
Visitamos el museo Chitarero, situado en la parte alta del pueblo en una bonita casa colonial, en donde el tejado del patio interior está pidiendo a gritos su reparación antes de que se caiga. Lo administra Luz Hortensia, una señora con mucha energía y simpatía, que hace muy amena la visita.

El páramo en su vertiente hídrica dispone de un complejo de lagunas que acumulan el agua captada por la vegetación paramera. Estas lagunas que son de utilidad pública, son explotadas incomprensiblemente de forma privada, mediante el cierre del recurso y obligado paso por una portilla donde te cobran por verla.

Una vista del páramo, en primer termino frailejones
Esto nos ocurrió en la Laguna Negra, donde un paisano nos dijo que era suya y que si queríamos verla deberíamos pagar. Lo mismo nos pasó en la visita al Parque Natural Los Estoraques, en Playa Belén, donde el acceso vallado convenientemente, te obliga a cruzar una portilla previo pago.

Colombia deberá decidir más pronto que tarde, cómo pretende explotar sus importantes recursos turísticos, antes de que se generalice la llegada masiva de turistas. Cualquier solución puede ser correcta: visita gratuita, explotación del recurso por el Estado, o mediante concesión privada o formulas mixtas. Cualquier cosa menos encontrarte por todos los lados usureros para sacarte el dinero.

miércoles, 1 de enero de 2020

UNA BONITA HISTORIA DE RECUPERACIÓN DE TIERRAS EN COLOMBIA


El conflicto colombiano que ha durado mas de cincuenta años, tiene su origen sobre la propiedad, tenencia y disfrute de la tierra. El conflicto ha sido eminentemente rural.

El estado es el mayor propietario de tierras en Colombia a través de las conocidas como baldíos pero, además, ese país no tiene las bases catastrales de rustica actualizadas, lo que propicia todo tipo de abusos. Los paramilitares que han sido los responsables de la mayor parte de los seis millones de desplazados en todo el país, lo que buscaban era hacerse con las tierras de aquellos para entregárselas a sus financiadores, que fueron terratenientes y los grandes ganaderos.

Foto de Totoroez. Foto de Yamilk Astenio Sánchez
Para corregir estas arbitrariedades, el gobierno ha creado la unidad de restitución de tierras https://www.restituciondetierras.gov.co/ que avanza con enormes dificultades. Esa oligarquía rural torpedea los trabajos de la Unidad, haciendo en buena parte estériles esos esfuerzos.

Infografía de la Unidad de restitución de tierras
Después de este preámbulo, dirigido sobre todo a los lectores españoles, me he encontrado una historia sobre los derechos antiguos de una comunidad indígena Nasa, del pueblo de Totoroez, en el valle del Cauca, que llevan más de cien años buscando el original de una cédula real de 1630, durante el gobierno de Felipe IV, que les otorgó la propiedad de una gran extensión del terreno.

La historia está publicada en la Web https://verdadabierta.com/  y narra los pasos dados por esa comunidad indígena, en la búsqueda de ese documento, que les asegure la propiedad de la tierra.

Es una historia muy bonita, que invito a los lectores a compartirla. Se encuentra en el siguiente enlace: https://bit.ly/2Mf0q4m