martes, 29 de diciembre de 2020

LOS TAMALES TOMAN NUEVA YORK

El tamal es un preparado culinario, de origen Mesoamericano, confeccionado con masa de maíz rellena de múltiples ingredientes, lo que produce una gran diversidad de variedades de tamales.

Hablar gastronómicamente de los tamales es muy complicado y no es el objeto de esta entrada, pues, siendo un plato de gran aceptación en todo el continente, cada país y dentro del mismo cada departamento, elaboran ciertos tipos de tamales, por lo que no es exagerado manifestar que deben existir varios cientos de variedades en todo el continente.

Vista   esa diversidad de tamales existentes por países y la gran aceptación que tienen, no es aventurado manifestar que el tamal es el emblema gastronómico del continente americano.

El diario El Pais, en su edición americana del día 29, recogía un interesante reportaje titulado: La crisis llena Queens de vendedores ambulantes. Como la pandemia ha provocado una crisis económica entre los más vulnerables, los inmigrantes sin papeles, con la vista gorda de las autoridades, se han lanzado a las calles a comercializar productos, entre los que sobresalen los tamales. El propio reportaje añade un par de imágenes donde se comercializa el tamal.


Venta de tamales en las calles de N.Y. Fotografía de El Pais. 

Para los que hemos residido en algunos países de ese continente, recordamos haberlos desayunado con frecuencia, sobre todo en los fines de semana, así como la proliferación de los puestos de las tamaleras, que forman parte de su economía familiar.

 Tamalera en las calles de Lima. Pintura de Hugo Orezzoli

Lo único que echo en falta son los bonitos y diversos envoltorios vegetales, con los que se presentan.


martes, 10 de noviembre de 2020

LA MALETA COLOMBIANA, DE CARLOS MARTÍN BERISTAIN

Carlos Martín es un médico y doctor en Psicología y un veterano investigador de las violaciones de derechos humanos en América Latina y otras regiones del mundo, así como referente en la atención psicosocial a las víctimas.  Además, es uno de los doce miembros que forman parte de la Comisión de la Verdad en Colombia y el único no colombiano. www.comisiondelaverdad.co

Es responsable de la parte internacional de la Comisión, es decir, aquél que tiene que ir buscando la verdad por el mundo, donde haya colombianos victimas de su guerra. Los exiliados colombianos se concentran en su propio continente, incluida la parte norte y en prácticamente todos los países europeos.

                                                                         Carlos Martín Beristain

Este hombre, que no sabemos de dónde saca el tiempo, mantiene regularmente un blog propio dentro de la Comisión, con numerosas entradas, que lleva por título: Una Maleta Colombiana. El nombre alude a la famosa maleta mexicana que describe la aparición de tres cajas de negativos fotográficos sobre la guerra civil española, de los corresponsales Gerda Taro y Robert Capa, halladas en 1995, entre las pertenencias del general mexicano Francisco Javier Aguilar, embajador de México ante el gobierno de Vichy, en los años 1941 y siguiente.

Esos negativos que, después de muchas vicisitudes, sobrevivieron al exilio se convirtieron en un testimonio de la guerra civil española. Carlos con el título de su blog nos propone que el trabajo de la Comisión sobre el exilio, tenga un día también ese destino. Que la maleta no se pierda en ningún desván del olvido.


                                                                                  Cabecera del blog de Carlos 

Con más de ochenta entradas, Carlos Martín desarrolla en boca de sus entrevistados conceptos como dignidad, valor, verdad, miedo, memoria, exilio, distancia…con la maestría propia de un experto.

Invito a los lectores a que sigan este blog. Les dejo el enlace de su última entrada escrita ayer mismo: https://comisiondelaverdad.co/actualidad/blogs/las-otras-resistencias


miércoles, 7 de octubre de 2020

DE VUELTA A LA FRONTERA COLOMBO-VENEZOLANA DE CÚCUTA

 

Durante diciembre del pasado año y el mes de enero del presente, tuve oportunidad de visitar el magnífico caos de las tres fronteras colombo-venezolanas del Norte de Santander. De la impresión que me causaron ya dejé escrito sendas entradas en este blog.

Si vuelvo ahora es para hacerme eco de una exposición de la artista mexicana, Teresa Margolles, residente en Madrid,  titulada Piedra, donde cuenta la historia de las carretilleras, mujeres que armadas de carretillas transportan mercancías en el puente internacional Simón Bolívar, que define la frontera, la más importante de las tres, entre Colombia y Venezuela. Un trabajo duro, precario, mal pagado y peligroso de por sí que, desde el cierre rodado de dicha frontera, se ha convertido en una apuesta con el destino. El proyecto de exposición se recoge en el Museo de Arte Moderno de Palma de Mallorca.

                                                            Fotografía de la exposición “Piedra”

Se calculan que unos 38.000 venezolanos cruzan diariamente a Colombia; 30.000 lo hacen por las fronteras y el resto por trochas. Este trasiego se hace fundamentalmente para comprar productos básicos en el lado colombiano, ante la escasez de los mismos en su país. Esto requiere de una logística de transporte como son las carretilleras, porteadores, taxistas, dueños de busetas y micro buses, que no paran de mover hombres y mercancías hasta ese límite fronterizo que cruzan andando.


                             Una imagen de la crisis; billetes de 100 bolívares. Todos esos billetes equivalen a 85 € del 2017

Precisamente, en este contexto de grave crisis económica del sálvense quien pueda, aparecen estas mujeres carretilleras, mano de obra invisible y vulnerable en un lugar tan peligroso. De eso trata la exposición de Teresa, de interpelarnos sobre la peligrosa indiferencia, para que no se olviden las pequeñas historias privadas de dolor y lucha, que merecen respeto y atención y que son una vergüenza para toda la humanidad.

NOTA. Las fotografías pertenecen a la autora de la exposición 


lunes, 14 de septiembre de 2020

LA EMPRESA ESPAÑOLA OHL, CONSTRUIRÁ EL MUSEO DE LA MEMORIA DE COLOMBIA

En días pasados ha sido adjudicado el concurso para la construcción del edificio del Museo de Memoria de Colombia, a la empresa española OHL, en su sucursal colombiana.

El edificio del Museo de Memoria de Colombia tendrá 14.139 metros cuadrados de área construida en seis pisos y un sótano. Habrá cinco salas de exposición, espacios para la creación y exhibición de obras artísticas, un lugar para el Archivo de Derechos Humanos, un centro de documentación, un teatro multiactividad, entre otros. El diseño fue escogido entre más de 70 propuestas que se presentaron en un concurso internacional de arquitectura en 2015. 

               En primer término, ubicación del futuro Museo de la Memoria de Colombia, en Bogotá

El Museo de Memoria de Colombia es un proyecto de Nación. Será un espacio para comprender la tragedia que ha significado la violencia para los colombianos, su impacto y responsables, y sobre todo un lugar para dignificar a las víctimas del conflicto armado. Un referente para que las futuras generaciones comprendan que no se puede repetir el desastre del conflicto armado.

Se espera que la obra empiece en septiembre de este año y termine en 2022


viernes, 17 de julio de 2020

EN DEFENSA DE LA COMISIÓN DE LA VERDAD DE COLOMBIA

La Comisión de la Verdad, https://comisiondelaverdad.co/ , es una comisión derivada de los acuerdos de paz de la Habana y tiene por misión principal elaborar un relato que esclarezca lo ocurrido y explique la complejidad de los sesenta años de conflicto armado en Colombia. Tenía tres años de plazo y todavía le queda algo menos de la mitad de ese tiempo.

Algunos miembros de la comisión los conocía por sus publicaciones leídas mientras residía en Colombia -el país donde más he vivido descontado el de nacimiento- y del resto me parece que sus currículos son extraordinarios y adecuados para la difícil tarea encomendada. En cuanto a los primeros hablo del jesuita Francisco de Roux, de la periodista Marta Ruiz, del tristemente fallecido, en mitad del encargo, Alfredo Molano y de nuestro compatriota, el médico vasco, Carlos Martín Beristain. Este último mantiene un blog personal titulado: una maleta colombiana, cuyas entradas son una delicia. https://comisiondelaverdad.co/actualidad/blogs/carlos-martin-beristain

Miembros de la Comisión de la Verdad. Falta su presidente F. de Roux

Tengo muchas expectativas puestas en esta comisión. Quisiera no morirme sin haber leído el informe final, que pienso adquirir los suficientes ejemplares para regalar a cada miembro de mi familia colombiana, a modo de biblia para que conozcan lo que pasó en una parte importante de sus vidas.

No soy ingenuo y conozco las dificultades en las que trabaja la comisión. Para conocer la verdad se necesita que todo el mundo contribuya a ella y no espero prácticamente nada de la que puedan aportar el poder económico y las fuerzas armadas.
  
El resto de dificultades las pone esa derecha fascista colombiana, de gran presencia en los aparatos del estado y en el partido que gobierna el país, el Centro Democrático. La ultima embestida la ha propinado el ex ministro de Defensa y ex embajador de Colombia ante los EE. UU, nombrado por JM Santos, Juan Carlos Pinzón.  

En días pasados JC Pinzón escribía en su Twitter sobre la Comisión de la verdad:  "El país requiere verdad y reconciliación. No es creíble para toda la sociedad. Tiene visión sesgada. Mayoría de los comisionados registran afinidad ideológica o nexos con grupos armados. Se debe ampliar e incorporar nuevos miembros que den balance y confianza".
Viñeta del humorista gráfico colombiano Vladdo sobre el tuit de Juan Carlos Pinzón

Este ciudadano sabe que su tuit, escrito hace solo media docena de años, hubiese representado el señalamiento –nexos con grupos armados- para el asesinato de los miembros de esa comisión. Por menos, descansan bajo tierra una gran cantidad de hombres y mujeres honestos que, en su día pretendieron hablar claro. 

En qué estaría pensando JM Santos para darle cargos a este energúmeno.



martes, 28 de abril de 2020

LA CANTABRIA FALLIDA, EN LA ORINOQUIA VENEZOLANA II


La Nueva Cantabria se sabe que fue fundada en 1644 por el gobernador y capitán general de la Guayana, Martín de Mendoza, como primer poblado de colonización a orillas del Orinoco, con criterio agroproductor y abierto a la economía colonial.

Se instala en las proximidades del poblado indígena Caraboto, al oeste de un cerro, junto a la boca del río Guárico, en un lugar estratégico que algún autor sitúa en 7º 39´ N y 66º 15´ W, y que coincide con la actual población de Cabruta.

Fotografía aérea de Cabruta. Las Coordenadas de la Nueva Cantabria, coinciden con las de esta población. El cerro citado es el que aparece a la izquierda del casco urbano
Una vez llegada la expedición a Nueva Cantabria, Jacinto de Carvajal se queda en la misma, mientras el capitán Ochogavia continúa navegando Orinoco abajo, hasta la Guayana, para dar cuenta al gobernador de su descubrimiento.

En ese tiempo Jacinto ejerce de su oficio y nos relata las bondades del poblado que lo acoge. Dice:

Nueva Cantabria, situada en ella iglesia, plaza, rollo, cárcel, calles, casas, fragua, con disposición de carnicería, aguada, puerto, bajeles, ciénaga abundante para pescas, como muy crecidas tropas de ganado vacuno para el abasto sobrado de la carne, sin que faltar pueda en el discurso del año toda su abundancia, con un palenque muy fornido para su encierro.

Soneto del descubridor dedicado al Gobernador 
También nos describe las actividades cotidianas de los soldados:

Después de haber oído misa se divierten en sus asiduas pescas, tirar al blanco, limpiar sus armas, tejer cuerda, labrar alpargatas, perfeccionar balas, hacer municiones menudas, matar paujíes, pavas reales, patos y otra volatería de que abundan en las márgenes del Orinoco. 

La existencia de la Nueva Cantabria fue efímera. La baja Orinoquia fue un terreno convulso por la presencia temprana de los holandeses y posteriormente de los ingleses. La integridad territorial fue perturbada en 1648 a raíz de la firma  tratado de Munster cuando España admite inserciones extremo orientales del terreno guayanés de Holanda y de Francia.

Casi cien años más tarde el misionero Juan Rotella fundó una misión en las proximidades, sin saber de la existencia de la Nueva Cantabria. 

Dibujo de Jacinto de Carvajal, autor del documento 

viernes, 24 de abril de 2020

LA CANTABRIA FALLIDA, EN LA ORINOQUIA VENEZOLANA I


A mediados del siglo XVII, la compleja y vasta región del Orinoco, conocida actualmente como la Orinoquia, era un lugar inhóspito y lleno de peligros debido, a su geografía y a la gran diversidad étnica.

También para la corona española era un lugar estratégico dispuesta a abrir vías comerciales de comunicación entre la tierra firme y España. Se suponía que acercando mercancías al Orinoco a través de sus caudalosos afluentes, podrían situarlas en el océano Atlántico con relativa facilidad, por ejemplo, en Puerto España, actual capital de Trinidad y Tobago y de aquí a la península.

Con el ánimo de estudiar esa ruta fluvial desde los Llanos colombo-venezolanos, se organizó una expedición en 1647 al mando del militar barinense Miguel de Ochogavia. Partiendo desde Barinas, se trataba descender por el río de Santo Domingo, hasta alcanzar el rio Apure del que es tributario, para a través de éste arribar al Orinoco.

Dibujo del documento. Parte superior Barinas, a la derecha río Santo Domingo que desemboca en el Apure , que a su vez lo hace en el Orinoco, que aparece pintado horizontalmente. En su margen izquierda Nueva Cantabria
El viaje se inició el 10 de febrero de 1647 y en la expedición se integraba un monje domínico, de origen extremeño, Jacinto de Carvajal quien a la postre narraría las vicisitudes del viaje en un espléndido documento denominado: Descubrimiento del río Apure.
Portada de la publicación del documento de Fray Jacinto de Carvajal
El documento recoge observaciones geográficas, etnográficas, botánicas y zoológicas.  Se descubrieron y nombraron numerosas islas, restos de asentamientos indígenas, se catalogaron los raudales y, por último, establecieron contactos con diversas etnias.  Era lo más parecido a una expedición científica.

Tras 48 jornadas de navegación llegan a un poblado a orillas del Orinoco llamado Nueva Cantabria. Personalmente desconocía la existencia de un poblado con ese nombre, del que no queda ni rastro. Precisamente en él, nuestro religioso escribe la finalización y firma el documento.

Final del documento con su firma, llevada a cabo en Nueva Cantabria
Para una segunda entrega trataré de profundizar qué era eso de la Nueva Cantabria y dónde se ubicaba.

jueves, 9 de abril de 2020

LA QUINA, OTRA VEZ EN CANDELERO


La quina es la corteza de un árbol -Cinchona officinales- originario de América del Sur con las que se obtiene la quinina que es un agente contra las fiebres, especialmente útil en la prevención y tratamiento de la malaria.

Esta corteza era utilizada por culturas precolombinas de Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela como medicamento, antes de la llegada de los europeos al Nuevo Mundo. Precisamente fue un jesuita español el que la llevó a España y la extendieron por el mundo.

Otro español, el padre Celestino Mutis, director de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, las estudió profusamente, publicando El Arcano de la Quina, dado a conocer a través del Papel de Periódico de Santa Fé de Bogotá, en las ediciones 89 a 129, publicadas entre 1793 y 1794.  El Papel de Periódico de Santa Fé fue uno de los primeros periódicos impresos en Colombia.

Portada del libro " El Arcano de la Quina", reeditado por la alcaldía de Bogotá
Durante ese tiempo la quina fue considerada como una planta con propiedades maravillosas y milagrosas, para curar enfermedades tropicales. El interés de los europeos en ella hizo que muy pronto alcanzase precios astronómicos.


Estos días, en plena pandemia del COVID-19, Donald Trump tuiteó que la cloroquina fármaco utilizado para la prevención y tratamiento de la malaria, se iba a convertir en una de las grandes revoluciones de la historia de la medicina, insinuando que tendría efectos beneficios sobre los pacientes de coronavirus.

Ese tuit de Trump ha despertado un inusitado interés por este fármaco, hasta tal punto que hay desabastecimiento mundial del mismo, a pesar de utilizarse también para tratar los pacientes que sufren de lupus y artritis reumatoide.

Esta circunstancia ha puesto otra vez la corteza de la quina a precio de oro, a pesar de obtenerse ya por métodos sintéticos. El problema es que ya apenas existen árboles de quina en América Latina. Ahora son los indonesios los que tienen esos arboles y los que suministran la quinina al mundo para fármacos, pero han cerrado las exportaciones.

Cartón ilustrativo sobre la explotación de la corteza de quina durante la colonia

P.D. El Arcano de la Quina, fue reeditado por la Alcaldía Mayor de Bogotá, en el 2008, con motivo del doscientos aniversario de la muerte de Mutis. En el 2014 un responsable municipal me la regaló y lo guardo en España.

Otro sí. En varias ocasiones he podido adquirir cortezas de quina en el mercado nocturno de la Plaza de las Yerbas de Bogotá, que guardo también en España. 



domingo, 22 de marzo de 2020

EL ESPERPENTO DE LA SRA. HERNÁNDEZ MORA


Cuando al día de hoy 22 de marzo, los datos de la pandemia del coranavirus nos dice que hay más de 270.000 infectados de más de 160 países, prácticamente en todo el mundo, que han producido más de 13.000 muertos, la señora Hernández Mora, se le ocurre titular su columna en la revista colombiana SEMANA: “Los españoles, culpables”.

Ese titular, en plena expansión del virus en el continente americano, no puede ser más ruin, miserable y canalla. ¿es el momento de buscar responsables territoriales de la propagación del virus? Entonces, ¿qué hacemos con los chinos que están ayudando en todos los países europeos? ¿Pretende que agredan a los españoles que residen en Colombia?

La Sra. Hernández Mora. Fotografía de Twitter
Efectivamente la manifestación del pasado 8, con motivo del día internacional de la Mujer, fue muy numerosa en Madrid, al igual que las celebradas en el resto de las 50 provincias españolas. Se desconoce si los infectados actuales en Madrid, algo más de un tercio de los de todo el país, es fruto de la asistencia a esa manifestación, pero desde luego en el resto del estado no ha sido así.

Por tanto, hay que poner en cuestión que la manifestación de Madrid haya sido el foco de contagio, como sostienen algunos recalcitrantes de la derecha española. Esa derecha carroñera, a la que la Sra. Hernández Mora pertenece que, con tal de buscar un puñado de votos para su causa, es capaz de publicar semejante libelo.

Definitivamente España tiene un problema con su derecha y ahora, Uds. los colombianos, tienen otro dando cobijo a semejante esperpento.

viernes, 28 de febrero de 2020

ESTA FRONTERA ESTÁ CERRADA


Viendo este trasiego de personal, quién diría que la frontera colombo-venezolana de San Antonio del Tachira, está cerrada. Efectivamente todas las fronteras entre ambos países lo están, de forma rodada, lo que no impide que, según los expertos, unas 30.000 personas las crucen diariamente y unas 8.000 más que lo hacen por las trochas.

Al fondo de la fotografía, vemos una pancarta donde empieza Venezuela que dice Bienvenidos al Tachira y al costado la bandera del país. También vemos la división de la calzada mediante bolardos temporales, para separar los que salen, de los que entran.

Frontera de San Antonio del Tachira. Foto de Amnistía Internacional
En el lado izquierdo de la fotografía vemos que ancho de la calzada para la salida es considerablemente más estrecha de la utilizada para la entrada. También vemos que, los del este último lado, portan mochilas, carros de mano, bolsos, cajas, maletas que, intuimos cargadas de productos, comprados en el lado colombiano. Los carretillos se utilizan por una módica cantidad. Precisamente los que entran por el costado izquierdo lo hacen para llenar los recipientes que los acompañan, ante el desabastecimiento a que los tiene sometidos el gobierno sátrapa de Nicolás Maduro.

Estuve visitando esta frontera el pasado mes de enero. Del lado colombiano hay cientos de puestos, con miles de personas, que venden lo que necesitan los venezolanos y esto ocurre día tras día. Observando la foto, ¿quién diría que esta frontera está cerrada? 

viernes, 21 de febrero de 2020

REFLEXIONES EN TORNO AL ANIVERSARIO DE LA ENTRADA DE J. GUAIDÓ A COLOMBIA


Al cumplirse un año de la entrada clandestina de Juan Guaidó a Colombia, para asistir al concierto Venezuela Aid Live, junto a otros líderes regionales y para presidir la entrada hacia su país, de la ayuda humanitaria almacenada en Cúcuta, prevista para el día siguiente, me voy a permitir realizar alguna reflexión.

Me avalan los dos meses que he estado residiendo recientemente en Cúcuta, la visita a las tres fronteras del departamento del Norte de Santander, las más importantes de Colombia con Venezuela y el haber escrito ya en este blog algunas entradas sobre problemas fronterizos, crisis venezolana e informalidad económica.

También me avalan residir en un país, España, donde las tres derechas- Partido Popular, Ciudadanos y Vox– han elegido el tema Venezuela-Guaidó, como arma arrojadiza contra el gobierno de coalición de izquierdas, como si no hubiese suficientes problemas en el país.

Efectivamente, el 22 de febrero del 2019, Juan Guaidó entró clandestinamente en Colombia, una vez que el gobierno de Maduro le impedía salir del país. Ese día se celebraba el citado concierto y le esperaban importantes líderes de derechas de la región como Iván Duque, Sebastián Piñera y Mario Abdo, presidentes respectivos de Colombia, Chile y Paraguay.

Meses más tarde nos enteramos por el director de la Fundación Progresar http://www.funprogresar.org/  que la entrada a Colombia de Juan Guaidó, estuvo organizada y protegida por miembros destacados de una organización paramilitar denominada Los Rastrojos, bien conocida en Colombia por sus actividades criminales.

Este par de criminales confesos ayudaron a Guaidó a cruzar la frontera. Observese la pistola al cinto del de la izquierda
Los lectores españoles de este blog, deben saber que las fronteras colombianas con el país vecino, están controladas por organizaciones criminales, que dominan todo el contrabando y los tráficos, incluida la policía de fronteras de ambos países, eliminando a quien se oponga a sus planes. Los venezolanos asesinados se depositan en la parte colombiana y al revés con los colombianos, evitando así de esta manera las denuncias y las investigaciones de los desaparecidos.

Llegados a este punto ¿Cómo es posible que el gobierno colombiano, con todo el estado en sus manos, sea incapaces de preparar una entrada limpia de Juan Guaidó a Colombia? ¿Qué piensa la diplomacia internacional de semejante desaguisado, que ha permitido al sátrapa de Maduro, tomar aire? ¿Tiene que ver esta grave circunstancia con las vinculaciones en el pasado de algunos miembros del Centro Democrático, partido de Iván Duque y de Álvaro Uribe, con el paramilitarismo criminal que tanto sufrimiento causó en el país?

Si nos lo aclarasen estaríamos más seguros y además Juan Guaidó tendría mayor legitimación.

miércoles, 19 de febrero de 2020

EL MUELLE DE CARENA DE CARTAGENA DE INDIAS


                                                                                                    Esta entrada se la dedico                                                                   a mi sobrino Andrés Sánchez Romero,
                                                                                           para que amplíe sus
                                                                                            conocimientos marítimos


He tenido acceso a un bonito dibujo de la época de la colonia que representa un muelle de carena para buques de 70 cañones, en Cartagena de Indias, Colombia. Es un dibujo de Antonio Arévalo, fechado en 1758.

Dibujo de un muelle de carena en Cartagena
Carenar significa recorrer el navío en su parte sumergida, también conocida como obra viva o fondos del buque, para repararle o calafatearle. A su vez calafatear un buque consiste en estancar las juntas de las maderas para que no entre agua en la embarcación. Se hacía metiendo estopa entre las juntas mediante el hierro de calafateo golpeado con una maza de madera. A continuación, estas juntas se les daba brea y aceite para lograr su estanqueidad.

Calafateando una embarcación. Dibujo de Wikipedia
Precisamente para hacer cómoda esta actividad se inventan los muelles de carena, como el de Cartagena. Consiste en la construcción de un paramento inclinado mediante pilotes enterrados, de tal manera que pueda acostarse el barco de un lado sobre el muelle, mientras el opuesto quedando al aire se podía carenar. Después se escoraba el barco del otro costado, permitiendo calafatearle la otra parte del casco

Ya en la última parte del siglo XV, el aumento en el porte de las embarcaciones obliga a buscar nuevos modos de dar carena, sin necesidad de tumbar los barcos, apareciendo los varaderos y diques secos de carena, característicos de los arsenales del siglo XVIII.

Un varadero es una plataforma plana, y con una pequeña pendiente   hacia el agua que penetra en ella hasta que el calado es suficiente para que el barco flote. Para sacar los barcos del agua y ponerlos a flote es preciso disponer de mecanismos de arrastre, de potencia suficiente, como podían ser los tornos manuales en la antigüedad o los cabestrantes eléctricos en la actualidad. Estos varaderos tenían el inconveniente de no servir para barcos de gran tonelaje. De hecho, actualmente solo se utilizan mayoritariamente para reparar barcos pesqueros.

Barco pesquero en el varadero del puerto pesquero de Santander
Son los diques secos los que representan el modo más avanzado para la construcción y reparación de buques de gran tonelaje. Consisten en recintos cerrados de solera horizontal, construidos bajo el nivel del mar, de tal manera que con las compuertas abiertas el barco entra en el dique flotando. Una vez introducido el navío se cierran las compuertas y en bajamar se achica el agua del interior hasta que el barco queda en seco.

Dique seco de Gamazo en Santander
Una vez carenado o construido el navío se inunda de nuevo el dique y cuando se han equilibrado los niveles de dentro y fuera se abren las compuertas y sale el barco flotando.

Astilleros de Santander. 1 y 2 diques secos, 3 varadero. Fotografía de su Web
Estos sistemas modernos de carenado existen en Cantabria y pueden visitarse. Los varaderos se hallan prácticamente en todos los puertos pesqueros y los diques secos donde hubo o hay astilleros de construcción naval.  En los astilleros de Santander, disponen de dos diques secos y un carro varadero y en Astilleros del Atlántico, hasta su cierre en 1988, tuvo alquilado el de Gamazo, recuperado no hace muchos años como elemento del patrimonio industrial de la ciudad, donde uno puede pasear  por sus inmediaciones.

Parte hundida, dique de Gamazo, incorporado al paseo marítimo de la ciudad de Santander



jueves, 13 de febrero de 2020

CÚCUTA: EL PARAÍSO DE LA INFORMALIDAD


Cúcuta, la capital del Norte de Santander, en algún momento llegó a tener un presente más digno y bastante mejor que el actual. Cuando llegó a disponer de tres líneas férreas, dos de ellas a sendas fronteras del país vecino; la Venezuela que disponía de una economía ordenada o, cuando llegaban desde América y desde Europa productos que demandaban los cucuteños. Eran periodos sustancialmente mejores que los actuales.

Qué Cúcuta ha vivido y vive en buena manera del país vecino no es novedad alguna. En los tiempos esplendorosos de Venezuela, cuando los cambios de moneda les favorecían,  en Cúcuta se hacían buenos negocios. Ahora, desde hace un par de décadas las relaciones entre ambos países son turbulentas, con altos y bajos, más estos últimos, que han llevado al cierre actual de las fronteras de forma rodada.

Creo sinceramente que a Cúcuta le ha dañado esa relación con el país vecino. Empezando por el importante contrabando de combustibles - los pimpineros-  que la comercializaban en numerosos puestos instalados  en calles y carreteras del casco urbano y que todavía se sigue haciendo, aunque con más disimulo. Dar aspecto legal a una actividad criminal, fue un inmenso error porque creó una imagen deplorable de la ciudad. Todavía los pimpineros siguen a sus anchas contrabandeando combustibles. Quién quiera verlos que se desplace por la carretera que va a Puerto Santander.

Esto es el colmo de la ocupación del espacio publico: acera+calle
Según el último informe del DANE, la informalidad en Cúcuta es la más alta del país y alcanza el 73,3 %. Algunas aceras y calles de la ciudad están literalmente tomadas por los vendedores informales y los comerciantes, de tal manera que no se puede pasear, ni conducir por ellas. Las paradas en los semáforos cierran este circulo de informalidad. Es una falta de respeto hacia el espacio público que pertenece a todos los cucuteños. En estos puestos informales se vende de todo, son decenas de miles de personas en la economía sumergida. Así no puede haber desarrollo, ni políticas sociales, ni nada.

Esta imagen de ciudad, donde todo se compra y se vende, ha generado un tipo de ciudadanía individualista, insolidaria y poco culta. La falta de autoridad de quien tiene que ejercerla añade todavía más el irrespeto a los valores cívicos.  

El colmo de la desvergüenza: los chiringos de comida en la propia calle
Cuando oigo que quieren potenciar el turismo en la ciudad, ya les auguro que tendrán poco éxito. Un turista medianamente culto no quiere ver miseria, ni incivismo, ni informalidad, ni basura a su alrededor. Quiere pagar precios justos por los servicios que disfrute y que no abusen de él. Claro que esto vale también para algunas playas de Cartagena de Indias.

También sé que la inmigración venezolana en la ciudad ha podido deteriorar algo la situación, pero no nos engañemos, antes de la crisis del país vecino, ya la ciudad era un caos insufrible.

Conozco que los colombianos en general son seres dotados de una buena inteligencia para el rebusque, pero cuando esta actividad es mayoritaria en una economía, significa que el estado puede considerarse semi-fallido. Ese es el problema, la ausencia de Estado en el Norte de Santander.

viernes, 24 de enero de 2020

EL TRAPICHE HIDRÁULICO DE LA ARGELIA, EN JARDÍN, DE ANTIOQUIA


He visto bastantes trapiches paneleros en Colombia, algunos en funcionamiento y también parados, descritos ya en este blog https://andandoporbogota.blogspot.com/2014/10/los-trapiches-paneleros-colombianos-i.html, pero nunca había visto uno donde la prensa aplastadora de la caña se moviera con energía hidráulica. La mayoría lo hacen mediante motores eléctricos o de combustión.

Rueda hidráulica del trapiche
Visitamos uno parado –estaban acumulando caña para moler el siguiente sábado- y nos llamó la atención una gran rueda hidráulica, de más de cinco metros de diámetro, que los propietarios llaman Pelton equivocadamente en un mural que han confeccionado, alimentada con el agua que le llega a través de un canal por la parte superior de la rueda. El canal es de obra de fábrica.

Canal de conducción del agua sobre la rueda hidráulica
Este trapiche se encuentra en el casco urbano de Jardín, a unos 800 metros separado del mismo y al lado de una factoría truchera, que captura el agua de un rio que pasa por el costado, así que no tiene problemas de caudales con el agua.

Maquina aplastadora de rodillos, unida por el eje al de la rueda hidráulica, que se encuentra detrás de la pared
El eje de la rueda hidráulica va unido al eje de la maquina aplastadora de la caña, que es del modelo de rodillos ranurados, de tal manera que al pasar la caña entre ellos, se libera el jugo de la caña y se inicia el proceso de obtención de la panela, ya explicada en otras entradas.  

Acumulando la caña para iniciar el proceso