lunes, 21 de enero de 2019

ARMAS PARA LA PAZ


Los acuerdos firmados entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla de la FARC, contemplaba la construcción de tres obras de arte para evitar el olvido de un conflicto, que se prolongó por más de sesenta años.

También se había decidido donde se expondrían esas obras de arte. La primera y por razones obvias en Bogotá, una segunda en la Habana ya que, aparte de ser un país garante, acogió en su territorio las negociaciones y, la última, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

La primera de ellas, encargada a la escultora colombiana de prestigio mundial, Doris Salcedo, titulada Fragmentos, es una original obra realizada con 37 toneladas de armas fundidas,  entregadas por el grupo guerrillero e inaugurada el pasado mes de diciembre.

Armas de las FARC, utilizadas para la obra
La obra expuesta en tres espacios articulados de una edificación semiderruida del barrio la Candelaria, construida en adobe, representa una especie contra monumento ya que su autora entendía que esas armas, que tanto dolor han causado, no podían monumentalizarse. Doris lleva muchos años comprometida con la paz en su país. Actualmente forma parte del consejo asesor de la Comisión de la Verdad que tiene como objetivo esclarecer lo ocurrido en Colombia.
Proceso de fundido de las armas
Las armas fundidas dieron lugar a planchas metálicas que forman un suelo donde pisar. Es decir, armamento pisoteado a partir del cual Colombia debe elevarse para superar su drama.

Para la confección de la obra, Doris tuvo la colaboración de una veintena de mujeres víctimas del conflicto, donde se las permitía interpretar ante cada plancha, sus reacciones como víctimas, forjando su propia historia y dando lugar a una obra colectiva.

Víctimas del conflicto interpretando su drama sobre las planchas
Ojalá, la obra de Doris Salcedo, sirva a sus compatriotas para reflexionar sobre su pasado y construir una nueva Colombia.

Detalle de una plancha

Vista parcial de la obra Fragmentos,de Doris Salcedo


jueves, 10 de enero de 2019

COLABORANDO CON LA COMISIÓN DE LA VERDAD DE COLOMBIA


Durante cuatro años, entre el 2006 y el dos mil nueve, trabajé como voluntario en la Fundación Paz y Solidaridad de CCOO, en su sede central de Madrid. http://www.pazysolidaridad.ccoo.es .  Esta fundación -en realidad es una federación de fundaciones, una por comunidad autónoma- se financiaban con el 0,7 de los presupuestos del sindicato a diferentes niveles y con las ayudas que se obtenían de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo -AECID y de los gobiernos autonómicos y ayuntamientos.

Aunque se realizaban algunos proyectos de ayuda al desarrollo, su fuerte eran los de fortalecimiento sindical que tenían lugar en Centroamérica, Sudamérica, norte de África y Oriente medio.

Logotipo de la Comisión de la Verdad de Colombia
En la fundación central colaboré en temas de comunicación, teniendo que elaborar la memoria anual de la red, un librito de unas 120 páginas. Para su confección me leía todos los años los informes de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas, http://www.csa-csi.org  - CSA- sobre violencia sindical en las Américas.

En ese tiempo siempre destacaba Colombia. Se asesinaban entre 60 y 80 sindicalistas al año, en un país en el que hacer sindicalismo era una tarea heroica. Todo ello a pesar de que el sindicalismo únicamente estaba presente en la administración pública y en algunas empresas públicas y multinacionales. Tampoco es casual que esa violencia sindical se diese durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez.

Tal era la situación, que la fundación de Madrid acogía y protegía a grupos de sindicalistas exiliados en nuestro país. Conocí a algunos de ellos que habían montado una Red de Alerta Sindical Colombia, en la que daban a conocer a todo el mundo la violencia que sufrían sus colegas.

Los asesinatos y los atentados los ejecutaban mayoritariamente los paramilitares por señalamientos del poder económico, ejecutivos de empresas multinacionales y, sobre todo, del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS- una cloaca infecta y asesina, liquidada en el 2011, ya que no había lejía suficiente en el mundo para limpiarla.

La Comisión de la Verdad, https://comisiondelaverdad.co/, es una comisión derivada de los acuerdos de paz de la Habana y tiene por misión principal elaborar un relato que esclarezca lo ocurrido y explique la complejidad de los sesenta años de conflicto armado en Colombia. Tienen tres años de plazo y la cuenta atrás se inició el pasado 30 de noviembre.  La tarea tiene unas dificultades tremendas. 

He decidido colaborar con esta Comisión remitiéndoles copia de las notas de prensa, informes confederales, denuncias, que la CSA tiene en sus archivos y un par de documentos de Red de Alerta, que operaba desde Madrid, elaborados por sindicalistas colombianos. En total 23 documentos fechados la mayoría de ellos entre el 2004 y el 2011, que espero arrojen algo de luz a la Comisión.