sábado, 26 de abril de 2014

LA UNITED FRUIT COMPANY EN COLOMBIA

La United Fruit Company  fue una multinacional norteamericana fundada en 1899 que producía y comercializaba frutas tropicales, sobre todo plátanos, cultivados en América Central y en Colombia y que se convirtió en un poder factico determinante en muchos de esos países durante el siglo XX.
 
A finales del siglo XIX el gran público estadounidense desconocía lo que era un plátano, una piña  u otras frutas tropicales y mucho menos haberlas degustado.
 
Iniciaron sus actividades en Costa Rica y las ampliaron a Cuba, Republica Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, México, Haití, México, Ecuador y Colombia. Fue tal el poderío de esta multinacional que se la atribuye la revolución que cambió los hábitos alimenticios y la cultura popular de los norteamericanos.
 
Carga de los racimos de plátanos en los vagones ferroviarios de la United Fruit Company
 

Sin embargo, la presencia de la United Fruit tenía su lado muy oscuro. Esta compañía estranguló a la competencia, derroco gobiernos, sobornó a Presidentes, bloqueo rutas ferroviarias, arruinó a cultivadores, hizo quebrar cooperativas, combatió al sindicalismo, explotó a los trabajadores y sacó provecho de los consumidores. Fue tal la influencia de esta empresa, que el antiamericanismo actual imperante en muchos de los países  donde estuvo implantada, tiene que ver con la conducta pasada de esta multinacional.
 
La zona platanera tradicional colombiana ha sido un corredor que va desde el Sur de Santa Marta hasta el municipio de  Ciénaga y desde éste  hasta la Sierra Nevada de Santa Marta, Aracataca y Fundación. Estas plantaciones iban paralelas a la vía férrea de unos 95 kilómetros por donde se sacaban los racimos de plátanos.
 
La United Fruit en 1990 declaró controlar mediante compra o arriendo más de 100.000 Ha en Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Honduras y Nicaragua, daba empleo a 15.000 empleados fuera de EE.UU,  poseía 11 barcos de vapor, controlaba mediante arrendamiento otros 30 barcos, era propietaria de más de 200 kilómetros de vías férreas y disponía de más de 300 vagones y plataformas para el transporte de los racimos de plátanos y de 17 locomotoras para moverlos.

 
Rutas del transporte marítimo de la United Fruit ,entre los puertos americanos y los de   EE.UU.


Colombia se enfrentaba a una compañía tan grande, que si se atrevía a hacer frente a este gigante, se arriesgaba a que al United Fruit bloqueara la entrada de la fruta colombiana a los mercados estadounidenses y de Inglaterra. No existía legislación antimonopolio que pudiera detener a la multinacional.
 
Las estrategias de la United Fruit en Colombia fueron diversas. Compraba tierras a través de intermediarios colombianos que luego eran vendidas a la multinacional, disponía de grandes extensiones baldías, para impedir que otros las plantasen y mantener de esta manera una fuerza laboral semi hambrienta  y disponible para trabajar cuando lo requiriese, se obligó a muchos campesinos a vender la tierra, otros tantos fueron desalojados por la fuerza, incluso incendiando sus casas. Por último la multinacional evitaba el contacto directo con los trabajadores; lo hacía a través de contratistas locales que se encargaban de las contrataciones y de los despidos. De esta manera la multinacional evadía la responsabilidad de acatar la legislación laboral vigente, librándose de cumplir los requisitos de vivienda y del pago del seguro colectivo. 
 
Tanto abuso determinó la convocatoria de huelga en 1928. Los trabajadores exigían a la United Fruit que respetara la legislación laboral, que pagara el seguro colectivo, pagos por incapacidades relacionadas con el trabajo, que el domingo fuese festivo, viviendas e instalaciones hospitalarias dignas y aumentos salariales dignos. La empresa se negó a negociar argumentando que al no ser el empleador directo no tenía  porque respetar la legislación laboral vigente en ese momento.
 
La huelga creció hasta estallar en una confrontación trágica entre el ejército colombiano que defendió los intereses de la multinacional y los huelguistas. Esta confrontación se dio en dos poblaciones; en Cienaga y en Sevilla. No se conoce  en número de muertos. Oscilan entre algunos cientos y tres mil los asesinados. Al parecer los cuerpos  fueron arrojados al mar, por lo que  no hay una estadística fiable. Estos actos se conocen como la masacre de las bananeras. A  esta masacre la dedicaré una entrada específica.
 
A partir de aquí la multinacional fue reduciendo su actividad en Colombia, después de que su imagen se viera degradada entre la población colombiana. Antes de salir de la zona de Santa Marta en 1966, quemó sus archivos para borrar cualquier rastro de su pasado
 
En 1969 es vendida a la  Zapata Corporation, corporación a petrolera fundada por  Bush  padre y pasó a llamarse United Brands. En 1990 volvió a cambiar de nombre, para convertirse hasta hoy en Chiquita Brands.  
 

                                                                                Interpretación del anagrama de Chiquita Brands
 
Desde 1997, Chiquita Brands pagó millones de dólares a los paramilitares de las AUC - Autodefensas Unidas de Colombia- , grupo paramilitar colombiano, responsables de las mayores masacres cometidas en Colombia en las últimas décadas. Les transportó las armas en sus barcos y dio órdenes para que eliminaran a dirigentes campesinos y sindicalistas, que se le enfrentaban. La cifra de esta escalada de violencia no está determinada. No es hasta diez años después, en el 2007, que admite su felonía y paga una multa de 25 millones de dólares por decisión de un tribunal estadounidense. El acuerdo incluía no revelar a los ejecutivos implicados. Sin comentarios.

jueves, 24 de abril de 2014

UN CÁNTABRO, ORIGEN DE UNA SAGA DE IMPORTANTES INDUSTRIALES BARRANQUILLEROS

A finales del siglo XIX, Santa Marta ocupaba una situación estratégica y era el puerto de  mayor actividad de Colombia. Esa ciudad era punto de entrada y salida de fletes que se movían en aquel entonces entre los países caribeños. 

Esta circunstancia hizo muy atractiva la instalación de comerciantes en la ciudad que controlaban las mercancías que se importaban. Aunque en esta actividad sobresalieron los catalanes, la excepción la hacía un cántabro, nacido en Cartes en 1786, llamado Gregorio Obregón Bustamante. 

Había llegado a Santa Marta en 1810 y regentaba una pulpería, que eran los establecimientos dónde uno se surtía de todo. Desde comidas, bebidas, carbón, velas, telas…. Es decir todo lo necesario para la vida cotidiana. Nuestro paisano se caso con una colombiana descendiente de navarra por parte de padre, llamada  María Petrona Ujueta. Tuvieron cinco hijos.  

Uno de los hijos Andrés Obregón Ujueta continúa con los negocios paternos, casándose con Dolores Díaz Granados, mujer de una influyente y adinerada familia. Esta familia era propietaria de grandes extensiones de terrenos en el Departamento del Magdalena. Este matrimonio tiene un hijo Evaristo Obregón Díaz Granados, que será unos de los más importantes industriales  de Barranquilla de la época. Había nacido en 1848 . 

La construcción del ferrocarril Barranquilla – Sabanilla dinamizó el comercio en esa zona portuaria lo que propició un flujo migratorio de importantes comerciantes asentados en Santa Marta, hacia Barranquilla, que se convierte en la ciudad más dinámica del norte colombiano. Entre ellos los Obregón que llegaron en 1872. 

Nuestro hombre hizo de las exportaciones de ganado vivo hacia las Antillas y Centroamérica, de la actividad bancaria – es uno de los fundadores del Banco de Barranquilla- , de la navegación fluvial y de la importación de textiles ingleses, los ejes de su actividad empresarial.
 
Su primera aventura estrictamente industrial fue la creación en 1901 de la fábrica de jabones La Costeña, que, por aquella época, fabricaba unas 100 toneladas de jabón al mes.

 

Referencia de la fábrica de jabones, extraída del libro azul de Colombia


En 1909, por la sociedad formada anteriormente- Evaristo Obregón & Cía.- fundan la Fábrica de Tejidos Obregón,S.A. que fue la textilera más importante de Colombia entre los  años de 1910 y  1934.

Evaristo, ya apoyado por sus hijos que se habían formado en Inglaterra, consigue fabricar en Colombia, los textiles ingleses que durante muchos años había venido importando de aquél país. Al menos seis de los hijos de Evaristo eran accionistas de la sociedad.

 
La maquinaria era de procedencia inglesa y tuvo en algún momento colaboración  de técnicos catalanes, que eran los expertos de nuestra industria textil nacional.
 
 

Vista de las naves de Tejidos Obregón , S.A.

El declive se inicia a partir de 1940 donde no es capaz de competir con las grandes compañías textileras  antioqueñas. Cierra en 1957.
 
Cuadro de la capacidad instalada y plantilla a lo largo de los años
 
Mientras tanto el apellido cántabro Obregón había jugado un papel muy importante en la historia industrial y comercial del norte de Colombia, durante 150 años.

viernes, 18 de abril de 2014

LA YUCA, EL PARADIGMA ALIMENTARIO DE LOS INDÍGENAS AMAZÓNICOS

La yuca – manihot  esculenta – es un arbusto perenne de unos dos metros de altura, de origen amazónico y ampliamente cultivado  en Centroamérica y en América del sur. Está adaptada a condiciones de la zona intertropical, por lo que no resiste las heladas. Requiere altos niveles de humedad y de sol para crecer.

Planta de yuca
La yuca recibe otros nombres comunes como mandioca en América del Sur, casabe, guacamote en México, macacheira en Brasil y mhogo en África Occidental.

Las raíces de la yuca son fuente de hidratos de carbono. El cultivo de la yuca tiene una gran importancia para la seguridad alimentaria. Es el cuarto producto básico  más importante después del maíz, arroz y el trigo, siendo un componente básico en la dieta de más de 1.000 millones de personas.

 
La yuca comestible

Tiene la ventaja este arbusto su gran tolerancia a la sequía y a los suelos degradados. Actualmente el cultivo de yuca  está considerando como un producto estratégico y base para el desarrollo de numerosas industrias en los países en desarrollo, en torno al sector agroalimentario e industrial .Ver iniciativas en: www.clayuca.org

Existen numerosas variedades de yuca, tanto dulces como amargas. Algunas de estas últimas tienen presencia de elementos cianogénicos – acido cianhídrico –  que las hace inutilizables y venenosas, sin un adecuado tratamiento.

Existen un par de procedimientos para eliminar las toxinas de las raíces de la yuca. El primero se hace mediante una cocción prologada, mientras que el segundo consiste en rallarla en crudo, prensarla  para eliminar  el jugo tóxico y exponerla al sol.
Este último es el procedimiento que se utilizan las comunidades indígenas de toda la cuenca amazónica. Para las poblaciones indígenas, la yuca es lo fundamental  y lo vital de su alimentación. Es su alimento sagrado.


Lámina de la Comisión Corográfica, de Manuel María Paz


Observando esta lámina de la Comisión Corográfica se visualiza completamente el proceso que hemos descrito. Es todo un tratado de etnografía amazónica. Nos explicaremos.

La indígena de la izquierda se observa con el yakali o manar que es un cernidor de la yuca rallada, la del centro se encuentra rallando la yuca en una pieza de madera con incrustaciones de espinas de palma o de piedrecitas cuarcíticas, untada con goma de peramán para su fijación a la misma. Esta pieza a parte de bonita es de una gran ingeniosidad.

La tercera esta prensando la yuca rallada en un sebucán o tipiti. Esta pieza es una manga trenzada donde se introduce la ralladura de la yuca por la parte superior. En el lado opuesto se hace fuerza con una estaca, de tal manera que al adelgazar el sebucán por el efecto del prensado, el acido cianhídrico desciende entre el trenzado para depositarse en la parte baja. El dibujo es suficientemente explicativo.

Por último y entre las indígenas segunda y tercera y sobre el suelo se observan las tortas de casabe, que son una especie de galletas hechas con la yuca, que las comunidades indígenas utilizan como pan de forma cotidiana.

En definitiva, la yuca es utilizada de forma intensa en la cocina latinoamericana. Hacen el efecto de las patatas en la cocina española como acompañamiento.

Además en Colombia se hacen varios preparados con la yuca: caramiñolas, pandeyuca, pastel de yuca, tortas de casabe, palitos de yuca, pandebono y, como ya hemos dicho, acompañando a las carnes.

En España ya se oferta desde hace algunos años  en las grandes superficies y mercados municipales. La llegada de los inmigrantes latinos durante la década pasada la trajeron con ellos y hoy ya es un tubérculo conocido en nuestro país.


miércoles, 16 de abril de 2014

EL AÑIL, LA PLANTA PROMISORIA QUE FUE

Se conoce con el nombre de añil a una  pasta colorante que se ha usado para teñir telas, fabricación de tintas y como pigmento pictórico. También se la conoce como índigo y en Centroamérica como jiquilite.
 
La pasta se obtiene macerando en agua tallos y las hojas de ciertas plantas del género indigofera como la indigofera tinctoria y la indigofera  suffruticosa, dando como resultado una pasta de color azul oscuro intenso, conocido como el color añil.
 

Lamina representando a  la indigofera suffruticosa


La planta es un arbusto erecto con muchas ramas de no excesiva altura, siendo nativo de la América tropical, extendiéndose desde México hasta la Argentina subtropical. La cultura Maya ya utilizaba el índigo que mezclado con ciertas  arcillas  daba lugar a un pigmento conocido como azul maya.

 
Pastilla de azul índigo

Durante la época colonial nuestro país puso los ojos en las  plantas con  que los nativos  obtenían el añil, mediante la recolección de plantas silvestres. Posteriormente iniciaron el cultivo e industrialización de la planta, durante un largo período,  debido a la gran demanda que tuvo el pigmento azul, que paso a ocupar los primeros lugares en los colores utilizados por los textileros a nivel mundial. En consecuencia la exportación de añil se convirtió en uno de los principales rubros.
 
Era tal el interés de esta planta que fue estudiada por las expediciones científicas que organizaba y sufragaba la corona española. Se conoce el estudio del naturalista, médico y botánico  mexicano, descendiente de españoles  José Mariano  Mociño. Formó parte de la Real Expedición botánica a Nueva España llevada cabo entre 1787 y 1803. El herbario histórico de Martín Sessé, de José Mariano Mociño y otros compañeros,  hacen parte de las colecciones actuales del Real Jardín Botánico de Madrid.
 
Portada del tratado sobre el añil de J.M Mociño


El cuidado de las plantas estuvo a cargo de la población indígena, ya que eran ellos los expertos en el cultivo y extracción del tinte. Las semillas se esparcían durante la época lluviosa, y después de 5 ó 6 meses ya se podía recolectar la planta, o esperaban hasta que alcanzara su madurez después de dos ó tres años de su siembra.
 
Las principales regiones donde se cultivó el añil fueron algunas áreas de México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y en menor medida Colombia, donde el proceso de obtención del añil duró muy poco.
 
El cultivo del añil en Centroamérica se explotó con empresas  mayoritariamente españolas. Mientras  el cultivo no resultaba complicado,  la extracción del colorante, necesitaba de abundante mano de obra durante algunos meses al año.
 
La decadencia del añil o índigo se produce a finales del siglo XIX, cuando los químicos europeos lograron la síntesis del índigo artificial y paso a fabricarse industrialmente. A este índigo sintético paso a denominarse azul de Prusia.
 
La importancia que tuvo este proceso fue tal que los químicos de donde derivan importantes tintes llamados anilinas,  toman el nombre del sintetizado de la indigofera suffructicosa.
 
En un pueblo de Cantabria, denominado Limpias, hasta los años 70 del pasado siglo existía una fábrica de añil, denominada Brasso. La central estaba en Bilbao. Fabricaba unas pastillas llamadas azul brasso, con materias presumiblemente traídas de Centroamérica, con las que se blanqueaban las sabanas. En aquella época todas las sabanas eran blancas, no como ahora que han sido sustituidas por colores de los más diversos.
 
Propaganda del añil blanqueador Brasso, fabricado en Cantabria
 
Conozco muy bien este proceso ya que mi abuela fué lavandera. Consistía en diluir las pastillas en abundante agua, para posteriormente aclarar  las sabanas sobre esa agua y ponerlas a secar extendidas  sobre una pradera.

 

domingo, 13 de abril de 2014

LAS HORMIGAS CULONAS EN COLOMBIA

Las hormigas del genero Atta laevigata, más conocidas como hormigas culonas en Colombia, son un manjar comestible que se ha puesto de moda ahora que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sostiene que comer insectos puede ser una posible solución al hambre en el mundo. Ver http://www.fao.org/docrep/018/i3253e/i3253e00.htm
 
Esta hormiga ya se recogía en los tiempos precolombinos por los guanes en el Departamento de Santander del Sur.  Se recogen en primavera durante unas semanas cuando  salen de sus  galerías buscando los rayos del sol para aparearse. Las reinas son las únicas comestibles. Estas se conocen por su abultado abdomen.

Imagen de una hormiga culona

Para su elaboración se les arrancan las alas y las patas y se sumergen en agua salada, para posteriormente tostarlas en recipientes cerámicos. Se envasan en bolsas transparentes y se comercializan sobre todo en Bucaramanga y llegan hasta Bogotá en la temporada.
 
Hormigas culonas tostadas, dispuestas para comerse

En un estudio realizado por la Universidad Industrial de Santander, muestra que tienen altos niveles de proteínas, muy bajos niveles de grasas saturadas y un alto nivel nutritivo en general.
 
De forma graciosa se suelen entregar  como regalo de bodas en la creencia que estas hormigas son un manjar afrodisiaco. Ya conocemos las mentes calenturientas de los latinos que encuentran sustancias por doquier, que aumentan el deseo sexual de las personas.
 
Actualmente se están exportando más de mil kilos al año, preferentemente a  Canadá, Inglaterra y Japón.
 
A modo de anécdota,  en el 2007, estando en Cúcuta compramos unos cuantos paquetes de esas hormigas. En una  exposición que organizamos en un pueblo de Cantabria,  llamado Unquera, ese mismo año,  titulada Amazonía; Ciencia, Arte y Cultura las pusimos en el día de la inauguración para que los visitantes  las degustasen, teniendo muy poco éxito. Los que al final se atrevieron a probarlas lo hacían  después de hacerlo nosotros.
 

Cartel de la exposición donde se degustaron las hormigas culonas

Está claro que nuestro país no tiene tradición culinaria en torno a la degustación de insectos.

miércoles, 9 de abril de 2014

LA BIODIVERSIDAD COLOMBIANA REPRESENTADA EN SUS MONEDAS

La nueva familia de monedas lanzada en Colombia, que exalta la biodiversidad y el agua como patrimonio del país, han recibido el Premio de la Excelencia del Dinero, el pasado año, en la categoría de la mejor serie de monedas circulantes, que otorga la Asociación Internacional de Asuntos de Divisas.
 
El premio no sólo fue por la temática de las mismas, también se valoró la singularidad de las monedas y la campaña de lanzamiento de  los mismas.
 
La serie se compone de cinco monedas de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos colombianos, fabricadas en diferentes aleaciones de acero, níquel, cobre, zinc y aluminio, recogen  en su anverso imágenes de la fauna y la flora colombianas
 
Anverso y reverso de la serie de monedas que representan la biodiversidad colombiana
 
 
En la moneda de 100 pesos está representado el frailejón – Espeletia grandiflora –, la guacamaya bandera  – Ara macao –,   está representada en las monedas de 200 pesos,   la rana de cristal –  Anura centrolenidae aparece en las monedas de 500 pesos. Las moneda de 1.000 pesos tiene en su anverso la tortuga caguama – Caretta caretta – y en el reverso, sobre unas ondas, la leyenda Cuidar el agua.

 
Por último en la moneda de menor valor, la de 50 pesos, se representa el oso de anteojos – Tremarctus ornatus –.

 

    Frailejón                Guacamayas bandera          Tortuga Camagua             Rana de cristal                  Oso de anteojos.

 


Lo  que tienen en común esta muestra de flora y fauna colombiana, es por un lado su singularidad, mientras que, por el otro, la mayoría de ellos están en peligro de extinción. 
 
NOTA. Desde que vivo en Colombia estoy guardando las monedas de esta serie, que estén nuevas. A los amigos españoles que les interese disponer de una colección, me comprometo a regalárselas cuando vaya a España.   El que las quiera que me escriba: fsopenaperez@yahoo.es. Hay para todos.


 

domingo, 6 de abril de 2014

UN EJEMPLO DE INTERVENCIÓN DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL: EL TRANVÍA AÉREO DE MANIZALES

A partir de los primeros años del siglo XX, la región central del país colombiano cobraba gran importancia, debido al auge comercial del cultivo de café, que hacía necesaria la adecuación de las vías de comunicación hacia el Cauca y a Antioquia y de allí al Océano Atlántico y el exterior. Se imponía por tanto una solución adecuada que reemplazase la arriería, único sistema que permitía la comunicación regional con el río Magdalena, arteria nacional por excelencia.
 
Para solucionar este problema se diseña un tranvía  aéreo parecido a los que disponían las minas españolas en el siglo pasado para el traslado de los minerales. Aquí en Colombia a estas infraestructuras e incluso a los teleféricos los denominan cables aéreos.
 
El estudio, diseño y construcción corrió a cargo del ingeniero neozelandés James Ferguson Lindsay. La extensión del tranvía aéreo Mariquita–Manizales era de 71.823 metros, sostenida por 376 torres de hierro (desde 4 hasta 66 m de altura). Poseía 22 estaciones, siendo las principales Estación Manizales (La Camelia), Estación Soledad, Estación Fresno y Estación Mariquita. El sistema disponía para su funcionamiento de 9 motores a vapor que generaban conjuntamente 360 H.P. y fue calculado para transportar 20 toneladas–hora en cada sentido. El tiempo que tardaba una vagoneta cargada con tres o cuatro bultos, en completar un viaje, era de 10 a 12 horas. Cuando había carga suficiente, se transportaban en el día dos mil quinientos bultos de café y mil ochocientos de mercancías.

Imagen del antiguo tranvía aéreo de Mariquita a Manizales
 
Este tranvía aéreo que en su momento llegó a estar considerado el más largo del mundo fue explotado por una sociedad inglesa de nombre The Dorada Railway  Limited. Inició su andadura en 1922  y funcionó hasta 1967. 
 
El conjunto de edificaciones de la estación La Camelia de Manizales fue trasferida a la Universidad Nacional, donde actualmente son parte de la Facultad de Arquitectura desde 1969 , denominado Campus de El Cable.
 
Planta del Campus de El Cable. Los tejados de color marrón corresponden a las instalaciones del antiguo tranvía.
El conjunto consta de tres volúmenes correspondiente a las antiguas bodegas, depósitos y a la administración. A los costados se encuentran, en posiciones asimétricas,  la casa del maquinista y la sala de maquinas, que ejerce actualmente de cafetería.
 
Vista de  la antigua sala de maquinas, hoy cafetería de la facultad
 
La conservación y readecuación de estos volúmenes de un pasado  tecnológico esplendoroso, por parte de la Universidad Nacional, en un centro de formación de futuros arquitectos, no deja de ser una intervención modélica del patrimonio industrial colombiano.

 
Estas arquitecturas de madera con nudos pernados que actualmente sustentan los antiguos edificios del antiguo tranvía, en su momento fueron la tecnología punta de  ese sistema constructivo.
 

Vista de los edificios de los antiguos almacenes y depósitos. Al fondo la torre de Herveo.
 

Aunque las  torres  se desmontaron en su totalidad para chatarra, al menos una, la llamada torre de Herveo, de 55 metros de altura,  única construida en madera, fue trasladada a un parque de Manizales en 1984 y simboliza el esfuerzo y el trabajo de las gentes que construyeron el tranvía.

miércoles, 2 de abril de 2014

VIDA TRAS EL CRISTAL

La urbanización vecina a la nuestra  de casas unifamiliares adosadas dispone de un cerezo criollo – prunus serótina – de unos 12 metros de altura, cuyas ramas llegan muy cerca de nuestro salón, en un cuarto piso. Desde los ventanales hemos ido observando como una pareja de tórtolas o torcazas han hecho su nido y han ido incubando los huevos.
 
La torcaza, tórtola – lenaida auriculata – es una paloma color café claro muy abundante en la sabana de Bogotá. Los machos presentan unos brillos amarillos y rosados a los lados del cuello y la coronilla de color gris intenso.
 
Pareja de torcazas sobre un muro

Son aves de costumbres gregarias y suelen congregarse en grandes bandadas, alimentándose de semillas. A veces se las considera nocivas por los daños que causan en los cultivos. Tienen un vuelo ágil y muy veloz.
 

Construye el nido hecho con ramitas sobre las ramas de un árbol. La puesta de compone de dos huevos blancos y las crías son cuidadas por ambos padres.
 

Dado lo seguras que se encuentran en la ciudad de Bogota, el comportamiento y las costumbres  de esta paloma no  difieren del resto de las palomas domesticas urbanas. Se juntan y es normal verlas por las calles y por los jardines de los edificios picoteando los alimentos.
 

Nuestra torcaza incubando sobre el nido

Las palomas ponen un primer huevo y 36 horas después ponen el segundo, a partir de la puesta del segundo huevo se cuentan 17 días para eclosionar los huevos.

Esperamos seguir el proceso de vida que tenemos delante de nuestras narices