Ojeando un manual de
buenas prácticas para el manejo de las vicuñas en Bolivia, me encuentro con una
foto que me ha dado pie a escribir esta entrada.
Las vicuñas son unos
camélidos andinos que viven en estado silvestre en el altiplano andino de
Argentina, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.
Estas vicuñas necesitan ser arreadas y capturadas una vez al año, para
su cuidado y esquileo. La lana de vicuña es más apreciada que la del cachemir y
la de alpaca.
Esa captura se
realiza mediante un sistema móvil consistente en unas paredes de mallas de
1,8m. de altura, sujetadas a postes, que describen una especie de embudo, para desembocar en un corral circular, confeccionado con lonas sintéticas, donde
quedan presas las vicuñas. Ni mas ni menos que el mismo sistema de capturar los
lobos que desde la edad media, se utilizó en el norte de España. Son los
llamados callejos, fosos o chorcos de lobos.
Corral
de captura de vicuñas en Bolivia
La única diferencia
estriba en que el lobo que se precipitaba al corral, una vez corrido, se le
daba muerte, mientras a las vicuñas, una vez corridas y precipitadas,
se las esquila y se las deja en libertad.
Foso
de captura de lobos en Galicia
El sistema de caza es
el mismo. Lo único que varía es carácter del sistema y su finalidad: móvil o
fijo o si se extingue el animal capturado o se le deja nuevamente en libertad.
Lo que nos indica que los sistemas de caza no tienen fronteras.