La Nueva Cantabria se
sabe que fue fundada en 1644 por el gobernador y capitán general de la Guayana,
Martín de Mendoza, como primer poblado de colonización a orillas del
Orinoco, con criterio agroproductor y abierto a la economía colonial.
Se instala en las
proximidades del poblado indígena Caraboto, al oeste de un cerro, junto a la boca del río Guárico, en un lugar estratégico que algún
autor sitúa en 7º 39´ N y 66º 15´ W, y que coincide con la actual población de
Cabruta.
Fotografía aérea de Cabruta. Las Coordenadas de la Nueva Cantabria, coinciden con las de esta población. El cerro citado es el que aparece a la izquierda del casco urbano |
Una vez llegada la
expedición a Nueva Cantabria, Jacinto de Carvajal se queda en la misma, mientras
el capitán Ochogavia continúa navegando Orinoco abajo, hasta la Guayana, para
dar cuenta al gobernador de su descubrimiento.
En ese tiempo Jacinto
ejerce de su oficio y nos relata las bondades del poblado que lo acoge. Dice:
Nueva Cantabria,
situada en ella iglesia, plaza, rollo, cárcel, calles, casas, fragua, con disposición
de carnicería, aguada, puerto, bajeles, ciénaga abundante para pescas, como muy
crecidas tropas de ganado vacuno para el abasto sobrado de la carne, sin que
faltar pueda en el discurso del año toda su abundancia, con un palenque muy fornido para su
encierro.
Soneto del descubridor dedicado al Gobernador |
También nos describe
las actividades cotidianas de los soldados:
Después de haber oído
misa se divierten en sus asiduas pescas, tirar al blanco, limpiar sus armas,
tejer cuerda, labrar alpargatas, perfeccionar balas, hacer municiones menudas,
matar paujíes, pavas reales, patos y otra volatería de que abundan en las
márgenes del Orinoco.
La existencia de la
Nueva Cantabria fue efímera. La baja Orinoquia fue un terreno convulso por la presencia temprana de los holandeses y posteriormente de los ingleses. La integridad territorial fue perturbada en 1648 a raíz de la firma tratado de Munster cuando España admite inserciones extremo orientales del terreno guayanés de Holanda y de Francia.
Casi cien años más tarde el misionero Juan Rotella fundó una misión en las proximidades, sin saber de la existencia de la Nueva Cantabria.
Casi cien años más tarde el misionero Juan Rotella fundó una misión en las proximidades, sin saber de la existencia de la Nueva Cantabria.
Dibujo de Jacinto de Carvajal, autor del documento |
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