martes, 9 de febrero de 2016

ECUADOR, PERÚ Y BOLIVIA, PROMUEVEN CONJUNTAMENTE EL CAMINO INCA

Conocer el Qhapaq Ñan, gran camino Inca en quechua, es comprender buena parte de la  historia y de la transcendencia de la herencia andina. Columna vertebral del poder político y económico del Imperio Inca, es uno de los vestigios más importantes del planeta, formando parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad, declarado por la Unesco en 2014. El camino es el vivo reflejo de una extensa red de comunicaciones organizadas hace más de 6 siglos y que los incas unificaron como parte de un proyecto político expansionista e integrador llamado Tawantinsuyu.
 
El Qhapaq Ñan es una red de caminos de más de 60.000 kilómetros de extensión compartidos por los territorios de Bolivia, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia. Este sistema vial, se estructura sobre caminos longitudinales y transversales, teniendo como eje vertebrador a la Cordillera de los Andes. El Qhapaq Ñan se encuentra dispuesto de forma estratégica para facilitar antiguamente las comunicaciones, los transportes y el comercio, sin obviar también sus fines defensivos.
 
Red de caminos incas.
 

Con estos antecedentes, a finales del pasado mes de enero La Paz acogió la reunión de inicio del proyecto Desarrollo de capacidades locales para promoción del turismo cultural comunitario integrando el Qhapaq Ñan en Bolivia, Perú y Ecuador, impulsado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y los gobiernos centrales y municipales de los tres países.
Mediante esta iniciativa se busca promover la integración de la oferta turística de tipo comunitario en Bolivia, Ecuador y Perú, a partir de un recurso patrimonial compartido, el camino del Qhapaq Ñan, con el fin de crear una alternativa económica sostenible a las tradicionales actividades productivas para algunas poblaciones rurales que viven en zonas contiguas al camino, caracterizadas por la marginalización y altos índices de pobreza.
 
Visitantes recorriendo el camino
 
 
Los beneficiarios directos de la acción se calculan serían al menos 400 familias, que pertenecen a las poblaciones indígenas de más de 20 municipios. La población total beneficiaria indirecta abarcaría  a 3,5 millones de personas, beneficiados tanto por los réditos indirectos que puede generar el incremento de la actividad turística en los municipios, como también por un mejor aprovechamiento y disfrute del patrimonio material e inmaterial a ser preservado en su comunidad. 
Los representantes de los tres gobiernos firmaron un acuerdo para poner en marcha los ejes comunes y compartidos que van a llevar a cabo, así como los compromisos y responsabilidades que cada uno va a adquirir, para finalizar estableciendo una agenda y un cronograma de trabajo en común, para la implementación del proyecto en 2016.
 
 

 
 

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