El canciller español
Josep Borrell ha visitado Colombia en los últimos días. En su agenda estableció
una visita a la frontera colombo-venezolana de Cúcuta, donde se concentra la mayor
parte del éxodo venezolano hacia el vecino país y de paso hacia otros situados más
al sur. Estuvo acompañado por el canciller colombiano Carlos Holmes.
Esta visita tenía
extraordinaria importancia toda vez que Borrell será el próximo canciller de la
Unión Europea, cargo muy importante. Conocer de primera mano el descalabro
humano de la población venezolana y las necesidades del Gobierno colombiano para
hacer frente a esa situación, era su tarea.
En la frontera fue increpado
por un grupo de venezolanos como la que aparece en la fotografía, donde le
acusa de cómplice de Maduro y traidor. La señora, sin duda una opositora
venezolana, no tenía aspecto de formar parte del éxodo y si de una manifestación
política, a la cual tiene todo el derecho.
Borrell increpado en la frontera colombo-venezolana |
Conocemos las hondas convicciones
democráticas de Borrell que, desde el gobierno de España y en Europa, se ha
opuesto a cualquier intervención armada en Venezuela. Estas intervenciones, aparte
de generar un gran dolor irreversible, se sabe cómo empiezan, pero no como
finalizan. Además, forma parte de la cultura socialista y los principios son
los principios.
La derecha venezolana
y la señora de la pancarta debían conocer esto. Por muy grave que sea la
situación interna venezolana, que lo es, deben ser ellos los que deban resolver
sus problemas, con la ayuda humanitaria de los organismos multilaterales
y gobiernos democráticos.
Así y todo, Borrell
ha adelantado la donación de 55 millones de dolares del gobierno español, en tres
años –ciento noventa mil millones de pesos colombianos, al cambio de hoy– cantidad
nada despreciable, destinada al gobierno colombiano, para ayuda de los
compatriotas de la señora de la pancarta, que se desparraman por el territorio
colombiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario