miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL TAMAL: EMBLEMA GASTRONÓMICO DE AMÉRICA I

El tamal es un preparado culinario, de origen Mesoamericano, confeccionado con masa de maíz rellena de múltiples ingredientes, lo que produce una gran diversidad de variedades de tamales.
 
Etimológicamente la palabra tamal significa envuelto  y aunque en algunos países se denominan de otra manera, la predominante es la original. Ya los cronistas españoles la citaban en sus diarios existiendo varias referencias  de Fray Bernardino de Sahagún. Este citaba: Comían también tamales de muchas maneras; unos de ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos ni bien cuadrados… Otros tamales comían que son colorados. También citaba que: no solo era comida de la gente común, sino de los nobles, de los sacerdotes en ceremonias especiales de ayuno.
 
Hablar gastronómicamente de los tamales es muy complicado y no es el objeto de esta entrada, pues, siendo un plato de gran aceptación en todo el continente, cada país y dentro del mismo cada departamento o cada región, elaboran ciertos tipos de tamales, por lo que no es exagerado manifestar que deben existir varios cientos de variedades en todo el continente. Existen monografías publicadas por países sobre la  descripción y las recetas de los  mismos.

 


Algunas portadas de libros sobre tamales
Vista la diversidad de tamales existentes por países y la gran aceptación que tienen, no es aventurado manifestar que el tamal es el emblema gastronómico del continente americano. 
 
En ciudades donde he estado algunas temporadas como Lima, Bogotá o México DF, los rituales en torno a la degustación de los tamales son mayoritariamente  aceptados. En Lima y Bogotá existe la costumbre de desayunar tamales los fines de semana. En la primera ciudad las tamaleras los venden en las esquinas de las calles y en las puertas de las panaderías. En la segunda, las panaderías y pequeños bares los ofertan con mucho éxito. En México es comida cotidiana, incluido los dulces a modo de aperitivos.
 
Pintura de Hugo Orezzoli,  representado una tamalera en las calles de Lima
 
Durante este año llevo trabajando en la preparación de una pequeña publicación de distribución gratuita sobre el embalaje tradicional con hojas vegetales y la industria de la hoja. Tengo por costumbre, cuando acudo a países extranjeros, visitar los monumentos, las plazas, los recursos naturales y culturales que poseen.  Me gusta, especialmente, visitar los mercados, por aquello que alguien decía que como mejor se conoce a un país es sabiendo lo que comen sus ciudadanos. Lo hago en los de las ciudades y en los de los pueblos.
 
 
CONTINUARÁ

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