En
la entrada anterior recogíamos la labor fundadora y refundadora llevada a cabo
por el palentino Antonio de la Torre en la antigua provincia de Cartagena de
Indias, en el siglo XVIII.
Se
trataba de integrar esas poblaciones con la cabecera de la provincia mediante
caminos que facilitaran la comunicación, una vez que esa cabecera requería de cada
vez más suministros, que les eran facilitados por esa producción campesina y
artesana, que se estimuló con las fundaciones.
Utilizó
como eje vertebrador de los mismos las sabanas de Corozal, en los que trazó
siete caminos partiendo de este lugar y un octavo hasta Guazo, en las orillas
del Magdalena.
Los
caminos trazados fueron los siguientes:
1º
Corozal-Morroa-Caracol- San Onofre- Flamenco.
2º
Corozal- Ovejas- El Carmen- San Jacinto- San Juan Nepomuceno- San Cayetano- San
Basilio- Gambote- Arjona – Turbaco y Ternera.
3º
Corozal- Buenavista- Cascajal
4º
Buenavista- Guazo
5º
Corozal – Sincelejo
6º
Corozal- Chinú- Ciénaga de Oro- San Carlos de Colosiná - Montería
7º
Corozal- Sincelejo – San Andrés – Chimá
8º
Corozal- Palmito- San Nicolas- Lorica
Las 8 rutas trazadas por Antonio de la Torre. |
Estos
caminos hasta la entrada de este siglo han sido las únicas rutas terrestres que
interconectaron las sabanas intermedias del río Magdalena y las riberas de los ríos
Sinú y San Jorge, con Cartagena de Indias.
Además,
las carreteras actuales en muchas partes se han apoyado sobre los antiguos
caminos trazados.
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