La crisis en Venezuela hace
referencia a la crisis política, económica y social que desde principios
del 2013 sufre el país. El origen de esta crisis es
fundamentalmente económica, derivada de una crisis financiera y se manifiesta
por la escasez de productos básicos y medicinas, por el aumento del paro
derivado del cierre de empresas privadas y por una migración masiva hacia otros
países, Según las cifras de la ONU, unos 5,4 millones de venezolanos habrían
abandonado el país.
He tenido oportunidad de visitar tres
fronteras colombianas con Venezuela, las tres en el norte de Santander – el
Escobal, con Ureña sobre el río Tachira, la de Puerto Santander y la de Santa
Antonio de Tachira- y me he encontrado, sobre todo en las dos últimas, un
espectáculo dantesco, un auténtico mercado persa, en el sentido más peyorativo
del término.
Puerto Santander. El puente metálico del fondo es la frontera |
Me explico. Las fronteras están
cerradas en forma rodada, así que todos los movimientos se realizan
peatonalmente. Del lado colombiano te encuentras miles de personas en puestos
fijos y ambulantes vendiendo cosas.
Muchas veces son productos comestibles, pero no exclusivamente; se vende
de todo. A su vez hay cientos de ciudadanos, se supone que colombianos,
intentando pillar lo que pueden. Son los carretilleros, porteadores, taxistas,
dueños de busetas y micro buses, que no paran de mover venezolanos hasta ese
límite fronterizo que cruzan andando.
En resumen, el lado colombiano es un
magnifico caos, donde miles de personas intentan trincar lo que pueden y que no deja muy bien parado al estado colombiano.
Del lado venezolano se sabe que todos
días cruzan la frontera muchos miles de personas. Se supone que una parte muy
pequeña continua su viaje como emigrante económico clásico, el resto ingresa en
Colombia a comprar productos, no exclusivamente alimenticios, que introduce en
Venezuela; una parte muy pequeña para su uso personal y el resto para la venta entre sus compatriotas. Este ciclo se repite todos los días. Prácticamente las mismas personas venezolanas
son las que entran y salen de Colombia todos los días.
Frontera venezolana de San Antonio. Columna de la derecha entrando en Colombia, a la izquierda regresando con las cargas |
En resumen, miles de colombianos se
aprovechan de las necesidades derivadas de la crisis venezolana, mientras otros
miles de venezolanos, ante la escasez de productos en su país, se aprovechan de
sus compatriotas vendiéndoles a buen precio lo que adquieren en Colombia. Es
un circuito perverso sin atisbo de solidaridad alguna. Esta entrada no
niega la crisis venezolana y sus consecuencias sobre millones de ellos, lo que
si constata son los aspectos más embrutecedores de la misma.
Se echa en falta alguna intervención del estado colombiano, en el sentido de humanizar estos flujos, evitar abusos, regular actividades para que, las fronteras desde el lado colombiano, no parezcan selvas.
Se echa en falta alguna intervención del estado colombiano, en el sentido de humanizar estos flujos, evitar abusos, regular actividades para que, las fronteras desde el lado colombiano, no parezcan selvas.
Viendo estas realidades, uno empieza
a entender el papel fundamental de la ONU en estas graves crisis mundiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario