miércoles, 22 de octubre de 2014

A PROPÓSITO DEL DOCUMENTAL "IMPUNITY"

El pasado miércoles, en el Canal Capital de Bogotá, tuve oportunidad de ver el documental colombiano Impunity. Tras la visualización del mismo  quedé sobrecogido.
 
Los autores del documental son dos periodistas colombianos Hollman Morris y Juan Carlos Lozano. El primero es el actual director del Canal y experto en derechos humanos. Vivió en España exiliado  algunos años.
 
El documental trata de hacer un balance de la Ley de Justicia y Paz, elaborada durante el Gobierno de Álvaro Uribe, en el 2005, que fija el marco jurídico para aplicar a los paramilitares desmovilizados. Durante su redacción y trámite, el proyecto de ley fue criticado por grupos de derechos humanos y las  Naciones Unidas, entre otras organizaciones. Sus críticos consideraron que era demasiado generoso al ofrecer penas únicamente de 5 a 8 años por delitos graves, aplicables a aquellos delitos que los mismos desmovilizados confiesen o que el Estado pueda probar posteriormente.
 
El documental recoge algunas de las prácticas asesinas de los paramilitares y sobre todo las comparecencias de los comandantes paramilitares acogidos a la Ley ,  ante la fiscalía general y ante las víctimas. Recoge también muchas imágenes de mujeres, que solicitan información ante los asesinos de sus familiares, sobre cómo murieron y dónde se encuentran los cadáveres, con una serenidad, que te deja con la boca abierta.
 


Cartel anunciador del documental

El  documental se inicia con una mujer víctima del conflicto, que recuerda entre lágrimas cómo ella y su madre, doce años atrás,  se atrevieron a desplazarse hasta la madriguera de los paramilitares, para recoger el cuerpo de su hermano menor decapitado. Cómo se echa al hombro el cuerpo de su hermano y su  madre la cabeza para  trasladarle al pueblo y  poder darle sepultura. Se pregunta: ¿Con qué se va a reparar esto? No hay con qué reparar".  
 
Las victimas en salas separadas preguntan a estos comandantes por sus familiares asesinados y desaparecidos y  los fiscales hacen preguntas generales indagatorias de la actividad criminal de estas organizaciones. Algunas respuestas son estas: 
 
- El máximo responsable de los paramilitares, Carlos Castaño, recibía diariamente a políticos,  empresarios y otras autoridades del Estado, en su escondite, que llegaban diariamente en una media de 4 o 5 helicópteros, lo que dio lugar a la parapolítica, en la que al menos un tercio del congreso y del senado durante el gobierno de Álvaro Uribe, estaban vinculados  a las organizaciones criminales.
 
- El documental recoge imágenes de cómo el actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en su época de senador, recrimina a muchos de sus compañeros, en el parlamento, de estar sentados en el senado en representación de los que descuartizan niños en Colombia. 
 
- La connivencia de las organizaciones criminales con la policía y el ejército era muy elevada y frecuente. En un momento dado los mandos del ejército solicitan a las organizaciones criminales que sigan asesinando, pero que no dejan  los cuerpos tirados, porque eso les crea problemas con la opinión pública. En ese momento, los paramilitares, deciden instalar hornos crematorios para hacer desaparecer los cuerpos y empiezan las prácticas  de desmembrar los cuerpos y enterrarlos en fosas comunes. A julio del 2010, de los 48.000 desaparecidos, únicamente 960 familias habían recibido los restos de sus familiares.
 
Imagen de una fosa común de desaparecidos
 
- Los cadáveres de los asesinatos de los paramilitares, algunas veces eran aprovechados por los miembros del ejército, para utilizando los agujeros de las balas, volverles a disparar, para contabilizarlos como bajas del ejercito y mejora las eficacia de las unidades y los currículos de los mandos.
 
- El documental recoge la intervención de una sicóloga del Cuerpo Técnico de la Nación, dependiente de la Fiscalía General, explicándole a un par de mujeres, que piden asesoría para dar respuesta a las preguntas que un menor realiza en torno a la desaparición de su madre. Las recomienda para afrontar lo que podría llamarse el momento del dolor y de la pena,  decirle  al menor, que su madre ha sido llamada por Dios para estar en el cielo, porque Él consideró que era una mujer buena, tanto, que la quería tener a su lado. Sin comentarios.
 
Por último el documental ofrece los resultados de la aplicación de la  Ley de Justicia y Paz, que  ofreció entre 5 y 8 años de cárcel por la verdad y ha terminado con el 98 % de los casos en la impunidad. La connivencia de una parte del ejercito y  de la policía y de las llamadas fuerzas vivas y de la oligarquía colombiana, es la que impide clarificar  las mayores masacres y los mayores asesinatos, cometidos en los últimos 30 años.
 
El documental puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=439wCruslC4
 


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