domingo, 17 de noviembre de 2019

LAS PRIMERAS REFLEXIONES CIENTÍFICAS SOBRE EL SOROCHE O MAL DE ALTURA II


En los textos de la comisión de científicos no podían faltar las cuestiones de la altitud, aunque hasta esas fechas no se habían medido, por métodos fiables, muchas montañas en el mundo. De hecho, fueron los expedicionarios los primeros en hacerles saber a los ecuatorianos la altitud real en la que vivían.  Las mediciones se realizaron por los dos sistemas conocidos; el geométrico y el barométrico, inclinándose de forma mayoritaria por este último.

También aportaron interesantes relatos sobre las condiciones y fenómenos propios de la alta montaña y sus efectos sobre los organismos. El astrónomo y matemático francés Pierre Bougue, integrante de la expedición, dejó también constancia de la relación entre la altitud y la latitud, pues anotó que: las montañas que se encuentran en zonas templadas eran inhabitables pese a contar con menor altura que las de Quito. Esta ciudad se encuentra a 2.850 m.s.n.m, 231 metros más alta que el techo de Cantabria, Peña Vieja, donde la vida humana no es posible.

La Figure de la Terre, de Pierre Bogue. Método de medida mediante triangulación 

Este científico también anotaba en su obra: La figure de la Terre que: el paso de la cordillera antes de entrar en el valle de Quito, las mulas habían experimentado una gran lasitud, tal que necesitan dejarlas descansar cada siete u ocho pasos para que recuperasen el aliento.

Antonio de Ulloa, también padeció un episodio agudo del mal de altura. Fue ascendiendo el Pichincha para establecer allí una de las estaciones geodésicas. Cita: que con el cansancio natural, por forzada agitación de subir quatro horas continuas y con mucha sutileza del ayre, hacía desfallecer totalmente las fuerzas y faltando la respiración era insoportable la fatiga: llegando ésta a tal extremo que habiendo subido yo algo más de la mitad, caí al suelo, donde estuve por largo rato, sin poder tomar aliento, destituido del sentido; perdido el color y casi sofocado…y  .  Finalmente tuvo que regresar al pie de la montaña.

El pasillo entre cordilleras donde trabajó la comisión  geodésica.Extraído de Volcans des Cordilleres, de Alexandre de Humboldt

Antonio cita el mal de la puna, que afecta a todos salvo los habituadas a vivir en la zona - ¿aclimatación? -  cuyos síntomas son: la cabeza se desvanece, y se acalora con fuertísimos dolores; a esto se acompañan nauseas y fatigas, que producen vómitos biliosos; el cuerpo descaece y sienta la falta de fuerzas.. Con esta manifestación Ulloa está describiendo los síntomas propios del mal de altura.

Dibujo del Chimborazo y del Carihuairazo, extraído de Volcans des Cordilleres, de Alexandre de Humboldt

En definitiva estos científicos fueron los primeros europeos en rebasar  altitudes por encima de los 4.000 metros y al haber sufrido en sus propios cuerpos los síntomas de este mal, dejaron escritas para la ciencia las primeras notas sobre los efectos fisiológicos de la altitud.

Volcan Cayambe, extraído de Volcans des Cordilleres, de Alexandre de Humboldt


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