El pasado día 1
visitamos Mutiscua, población del Norte de Santander, famoso por la producción
de hortalizas y por albergar criaderos de trucha en el río La Plata, afluente
del Zulia, que discurre por la parte baja del pueblo.
Visitamos algo que
llaman molinera de Herrán, que en
realidad es una empresa harinera dotada de la mejor tecnología de principios de
siglo pasado.
La harinera era un
complejo mixto que incluía una completa instalación hidráulica, edificios
de transformación, almacenaje y empaque. Además cuando escaseaba el agua
disponía de un importante motor que movía los mecanismos mediante juegos de
poleas. Es decir disponía de dos fuentes de energía; la hidráulica del río La Plata
y la facilitada por el potente motor de combustión de tecnología inglesa. De
ahí el carácter mixto de la harinera.
Edificio de la harinera. A mano izquierda la tubería de conducción del agua hacia la turbina |
La
instalación se componía de cinco molinos de rodillos, fabricados en Estados
Unidos, que funcionaban de la siguiente
manera. Unos quinientos metros aguas arriba del río se construyó una presa a
fin de poder introducir las aguas en un canal de derivación que discurre por la
ladera y cuya cámara de carga se sitúa enfrente del edificio, a unos 18 metros
de altura.
La
derivación se realiza a fin de que la energía potencial del agua sea la máxima
cuando se precipita sobre la turbina. Esto se hace a través de una tubería metálica expuesta a la vista de unos 40
centímetros de diámetro.
El agua
se precipita sobre la turbina tipo Pelton, y mueve el árbol principal, desde el cual penden los
arboles secundarios que mueven los mecanismos de los molinos. Las poleas que facilitan la transmisión son de entre 10 y 15
cm. de ancho y son de cuero.
Puesto
en marcha el mecanismo se iniciaba la separación de impurezas
mediante aspiración, cribado... etc., para luego pasarlo por un
rociador con la finalidad de alcanzar un cierto grado de humedad
indispensable para una buena molturación.
A
continuación se procede a la molienda selectiva en los molinos de rodillos que desgarran y trituran el grano. La
molienda propiamente dicha comprende tres operaciones diferentes: trituración,
desagregación y compresión. En las dos primeras unos cilindros metálicos muelen
por presión, gracias al efecto de unas estrías labradas en el metal,
realizándose de cuatro a ocho trituraciones, cada una con un estriado
diferente, hasta conseguir una harina fina y uniforme.
Tipo de molinos similares a los de Mutiscua |
Después la harina es conducida mediante juegos de
cangilones por las tuberías de madera a la parte superior donde a través de
juegos de cribas, seleccionar las harinas y separan el salvado de la misma.
Una vez
cribada se conducía hacia la parte baja donde se guardaba en costales o sacos. La harinera todavía
conserva una preciosa máquina de coser costales, de tecnología inglesa.
Cuando
escaseaba el agua en el río, se cerraba el mecanismo hidráulico y se ponía en
marcha el motor de combustión que trasfería
su potencia al árbol principal. De esta manera podían moler los 12 meses
del año y no depender de la meteorología reinante. La harinera también disponía
de una planta eléctrica para generar su
propia energía, de todo el conjunto.
Este
tipo de harineras son exclusivas para moler trigo, que durante el siglo pasado
se sembraba abundantemente, tanto en Mutiscua, como en los municipios aledaños,
como Cácota y Santo Domingo de Silos. Precisamente el cambio de cultivos en
estas zonas precipitaron su cierre.
La
harinera fue inaugurada en 1924 y todos los mecanismos –juegos de transmisiones y poleas,
molinos, tuberías de conducción de las harinas, motor de combustión, su sistema
de refrigeración, la planta eléctrica y la máquina de coser costales–, están en
perfecto estado.
Placa sobre la harinera, con su año de construcción |
Lo
mejor que puede hacerse con esa
instalación es que una institución publica se hiciese cargo de la misma, la acondicionase y haga un museo sobre la
molturación del trigo con la tecnología de hace 100 años. Desde luego la
instalación es muy interesante y no existirán muchas en este estado en Colombia.
Fue muy interesante conocer esta parte de cultura y capacidad de nuestros mayores de haber construido este tipo de edificación y ensamblaje del molino, no entiendo cómo el municipio y/o la gobernación no dan recursos para mantener y propender porque los nortesantadereanos conozcamos este lugar.
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