martes, 13 de febrero de 2018

LA "SUBIENDA" EN HONDA

El pasado miércoles recalamos en Honda, camino de San Agustín, después  de haber partido de Cúcuta. En Honda nos encontramos con dos manifestaciones culturales muy interesantes. De un lado conocimos el Museo del río Magdalena, a quien le dedicaré la siguiente entrada y, del otro, el fenómeno que se estaba dando esos días, conocido como la  subienda.
Para entender bien este fenómeno hay que conocer las dinámicas hidrológicas del río Magdalena y el sistema de ciénagas que bordean el río en su curso medio y bajo.
Las ciénagas son zonas planas que se inundan de agua no corriente en las crecidas de los ríos, en este caso del Magdalena, con el que se conectan. Actúan como filtradores naturales de agua, gracias a su vegetación que almacena y como reguladoras de los niveles de los ríos, almacenando las aguas que traen cuando aumenta su nivel por las lluvias durante el invierno y dejándolas salir a través de los caños  cuando el nivel disminuye durante el verano.

Estas aguas de las ciénagas se caracterizan por ser poco profundas y estar estancadas, donde crece vegetación acuática sumergida y flotante como algas, lirios de agua, y juncos, y habitan diferentes especies peces, aves, pequeños mamíferos, ranas, reptiles e insectos.

Pescadores en una subienda en Honda. Foto de archivo
En el río Magdalena, la dinámica hidrológica  y climática  imprime un carácter de alta productividad a sus ecosistemas; las épocas de subienda y bajanza propician las migraciones de reproducción y alimentación y regulan la actividad de los pescadores en los ríos y ciénagas.

La subienda  se produce  en la época seca, que coincide en los tres primeros meses del año. Los nicuros, bocachicos, bagres y blanquillos salen de las ciénagas y remontan el río para desovar. En aquellos sitios donde se estrecha el río, como en algunas zonas de Honda, los pescadores aprovechan para pescarlos.

Así  que se instalan en las riberas del río, incluso instalan sus tiendas de campaña para dormir a pie de río y lanzan las atarrayas y el cóngolo  – una especie de redeño con mango de madera-  que tienen que manejar en contra corriente, para sacar todo lo que se menea en el río.

Lanzando la atarraya en el río Magdalena. Foto de archivo
La subienda para los pescadores supone  lo que en España se conoce como hacer el agosto. Son días de mucha pesca donde éste saca todo lo que puede para equilibrar el resto del año. En las buenas subiendas se podían pescar hasta 60.000 toneladas del pescado a lo largo de todo el río y participaban unos 5.000 pescadores.

Vimos durante el día muchos pescadores haciéndolo y por la noche instalan alumbrados eléctricos en sus orillas para seguir pescando. Es la gran fiesta de la pesca fluvial, todo un espectáculo.

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