Honda es un municipio colombiano perteneciente
al departamento del Tolima. Este es cruzado por el río Magdalena que recibe a
dos tributarios por su margen izquierda, el Quebrada seca y el Gualí .
El río Magdalena ha
sido hasta la segunda mitad del siglo XIX la gran autopista, en este caso
fluvial para llegar y salir del interior de Colombia. Por él penetraron los
españoles para llegar a la gran sabana y fundar la ciudad de Bogotá.
El Magdalena con más
de 1.600 kilómetros de longitud, tiene en Honda un punto estratégico que
le llevó a disponer de al menos tres zonas
portuarias – Puerto Bogotá, el Caracolí y
el Arrancaplumas- y ser el primer
puerto fluvial de Colombia. A esta situación estratégica también se sumó
los raudales producidos en el río debido a su desnivel, aguas arriba, conocido
como salto de Honda, que dificultó la navegación aguas arriba hacia Neiva.
El museo que recoge
esta historia de desarrollo económico y comercial, en torno al Magdalena, se
aloja en un edificio que fue Bodega Real y puerto fluvial en el siglo
XVII. Por las salas de estas instalaciones, epicentro del desarrollo del
país en tiempos del Estado español, se legalizaron la entrada y salida de
mercancías al Nuevo Reino de Nueva Granada. Aunque el edificio tuvo otros usos-
se le conoce como cuartel militar La Ceiba, por el árbol de sus afueras- no se ha querido intervenir sobre el
edificio, que conserva su arquitectura colonial.
Bodega real donde se ubica el museo del río Magdalena |
La sala dedicada al buque recrea como era
uno, como funcionaba, lo que se comía, vajilla usada, las compañías marítimas
que operaban sobre el río, los requisitos y tareas de la tripulación y sobre
todo que cargas movían. Aquí aparece el algodón, el tabaco, la tagua, cueros
curtidos, productos petrolíferos, café, sombreros tipo Panamá, que eran los
rublos exportadores de Colombia en el siglo XX.
Nave El Buque |
Los barcos de vapor utilizaban la leña como
combustible, que se apilaba en las orillas del río para que estos se
provisionasen. Estas pilas se llamaban leñateros
y la unidad de medida el burro. Esté
era una columna de astillas de 75 centímetros de largo por la altura de un
hombre. Poco más o menos unos 70 trozos.
Un barco consumía unos 80 kilogramos a la
hora, siendo esta navegación la responsable de una buena parte de la
deforestación de los márgenes y aledaños del río Magdalena. El cambio al fuel oíl
no se produjo hasta bien entrado el siglo XX.
El museo es una delicia y debería ser paso
obligado para todos aquellos que quieran conocer la Colombia comercial, fluvial
y la evolución de las embarcaciones durante los siglos XIX y XX.
Lámina de J.Eusebio Posada Rincón. Buque de vapor por el Magdalena. En primer termino un leñatero |
Finalmente el museo ha editado una
publicación titulada: Todos a bordo.
Carta de navegación y conocimiento sobre el río Magdalena, una guía del
museo bellamente editada, premiada en la VII edición del Programa de Ibermuseos.
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