El parque
arqueológico de Tierradentro se
encuentra en las inmediaciones del pueblo de San Andrés de Pisimbalá, perteneciente al municipio de Isnos, sobre
el macizo central andino. El nombre le viene de las dificultades de penetrar en
la zona montañosa de gran belleza. Al parecer los españoles durante la
conquista la denominaron monte adentro.
La población de
Tierradentro está organizada en resguardos, siendo mayoritarios las poblaciones
indígenas nasas, que comparten con
poblaciones de otras etnias como son los guanacas,
guambianos y coconucos. Los miembros del resguardo tienen la
responsabilidad de participar en mingas para trabajos de interés comunitario y
ejercer cargos que se les asignen mediante elección. Los miembros del cabildo
reciben como símbolo de su autoridad bastones de mando elaborados en madera de
chonta, pintados de negro y decorados con borlas de lana, cintas de colores y laminas de plata. Administran
su justicia al margen de las leyes
colombianas y todavía mantienen el cepo y los latigazos como instrumentos de castigo.
Al igual que el
parque de San Agustín la organización te prevé de un pasaporte para que te vayan
sellando la media docena de yacimientos dispersos, que mediante bonitos paseos
o marchas se llega a ellos. También te
dan 48 horas para completar la visita. La entrada al parque dispone de dos museos,
uno arqueológico y un segundo etnográfico.
Caminando hacia el Alto de Segovia |
El parque de
Tierradentro se distingue por poseer las denominadas tumbas primarias, que no se visitan –existe la réplica de una en el museo arqueológico–que eran
tumbas de pozo poco profundas, provistas de una pequeña cámara lateral donde se
depositaba el cadáver con el ajuar funerario. Sin embargo lo que se visita son
los hipogeos o tumbas múltiples, donde los restos óseos son depositados en urnas
funerarias cerámicas y colocadas en las cámaras funerarias.
Los hipogeos son cámaras
funerarias provistas de escaleras de acceso, tallados en toba volcánica, que
pueden tener nueve metros de diámetro y profundidades de hasta siete metros. Las
excavaciones se realizaron con cinceles y azuelas de andesita y basalto.
Información sobre un hipogeo |
Las cámaras funerarias
contienen nichos laterales. Los más grandes disponen de dos o tres columnas para
sostener el techo cóncavo. Los más pequeños disponen de pilastras. Los restos humanos fueron exhumados
de sus tumbas primarias y depositados por segunda vez en elaboradas urnas
funerarias dentro de los hipogeos.
Escalera de bajada a un hipogeo |
Los hipogeos fueron
profusamente decorados y pintados con pinturas geométricas y también de
serpientes y lagartos de colores rojo, negro y amarillo, sobre pañete blanco. Algún
autor sostiene que los diseños geométricos tienen similitud con los textiles elaborados
actualmente en sus mochilas, donde ciertos patrones romboides se asocian con
conceptos básicos de la cosmovisión andina.
Vista interior de un hipogeo del alto de Segovia. Fotografía extraída de la guía para visitantes |
La cronología de estos hallazgos se divide en tres periodos:
Formativo, Clásico Regional y Reciente,
que van desde el 1000 a. C al 1530 d. C
Haciendo camino el segundo día |
Se visitan media docena de zonas arqueológicas siendo los más importantes
el Alto de Segovia, el Duende, San Andrés y el Aguacate
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