miércoles, 28 de febrero de 2018

DE LA ARRIERÍA AL CABLE AÉREO EN COLOMBIA III

El pasado ocho nos desplazamos a Manizales con el propósito de conocer el edificio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, que se aloja en la antigua estación de cabecera del cable Mariquita – Manizales. 
Casualmente a nuestra llegada nos encontramos  a las autoridades académicas y los alumnos, inaugurando la renovación de la cubierta del edificio. Pudimos conocer  la presencia del Rector Ignacio Mantilla.
El edificio-estación La Camelia, como se llamaba, conserva por el exterior la arquitectura industrial en madera, del siglo XIX, mientras por el interior a base de estructuras metálicas muy livianas, han conseguido ganar un piso destinado a aulas. Conserva todo el sistema de cerchas en madera.
A la izquierda Estación La Camelia funcionando, A la derecha facultad de arquitectura en el mismo edificio. Detrás de las palmeras la torre de Herveo y al derecha una columna del sistema
También conservan parte de la maquinaria del cable y tres o cuatro vanos, que incluso cruzan las calles de la ciudad, donde se aprecian las columnas metálicas y las plataformas de carga. Incluso han hecho un guiño al ingeniero que diseñó el sistema que, en su día, se subió a una plataforma con su hija, reproduciendo en uno de esos vanos esa pareja mediante muñecos. Esta actuación de la Universidad Nacional, que se incardina dentro de la Arqueología Industrial, no nos queda más que felicitarlos.
Plataforma de carga y sistema de giro del cable aéreo
La historia empieza a partir de 1910 cuando se piensa en cables aéreos para salvar las intrincadas montañas colombianas. Las carreteras debido a la escasa presencia de automotores eran inexistentes y además era la evolución lógica sobre al arriería existente.
La concesión se adjudicada a una compañía inglesa llamada The Ropeway Extension, para construir un Cable Aéreo, que cubriría una extensión aproximada de 72 kilómetros, uniendo las ciudades de Mariquita, y Manizales, generando en la región un moderno medio para el transporte de carga y activando el comercio de productos y servicios entre las dos comarcas.

Los trabajos de exploración empiezan hacia 1912 y los realiza  James F. Lindsay, un ingeniero civil nacido en Nueva Zelanda. La construcción del que sería en su momento, el cable aéreo más largo del mundo, comenzó en 1914, coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Como toda la maquinaria, herramientas, insumos y provisiones necesarios para la obra, eran traídos desde Inglaterra y transportados a lomo de mula y de buey, hasta el terreno, después de atravesar el Océano Atlántico y remontar el río Magdalena hasta Honda, el enfrentamiento bélico, llenó de dificultades el desarrollo del mismo.
A la izquierda James F. Lindsay junto a su hija. A la derecha su reproducción actual sobre una calle de Manizales
El sistema se componía de 375 torres de acero y una de madera que más tarde contaremos su historia,  de alturas comprendidas entre los 4 y los 52 metros y daban servicio a 22 estaciones.
Después de muchas dificultades, el primer tramo del Cable Aéreo, Mariquita – Herveo, fue inaugurado en marzo de 1915. Debido a la guerra que asolaba a Europa, las obras fueron suspendidas casi en su totalidad, hasta se reinició en 1916 que  culminaron con éxito, seis años más tarde en la Estación de la Camelia, en Manizales. La inauguración oficial del Cable Aéreo fue el 22 de enero de 1922. 
El esquema de funcionamiento era claro. El cable únicamente movía mercancías; sobre todo café y otros productos que se producían en el Departamento de Caldas, eran conducidos hasta Mariquita que enlazaba con la vía férrea existente, para ser conducidos a los puertos fluviales de La Dorada y de Honda. De aquí las cargas eran llevadas en los vapores fluviales a los puertos marítimos de Barranquilla y de Cartagena de Indias.  
Como era un sistema sin fin, de ida y vuelta, para esta última se aprovechaba para introducir productos que demandaba el Departamento. El día de la visita un profesor me comentó que éste cable había sustituido a unas 35.000 mulas y a unos 6.000 arrieros, reduciendo considerablemente los costes del transporte.
El Cable Aéreo funcionó durante 53 años, cerrándose en 1968, cuando las carreteras iniciaron una nueva época en el transporte de pasajeros y de mercancías, en Colombia.

Así y todo Manizales se dotó de tres cables aéreos más, de tipo mixto -carga y pasajeros- más cortos y de vidas más efímeras como fueron el Pacific, el North y el Villamaría. Otro gran proyecto el cable aéreo Gamarra–Cúcuta, de 170 kilómetros, solo se construyeron 47, finalizando en Ocaña. Colombia en esa época era una adelantada en ese sistema de transporte, en el mundo.


Cuadro de Gustavo Pérez Ángel
Junto a facultad han trasladado una torre del sistema conocida como la de Herveo. Tiene una historia  muy singular. Es la torre más grande del sistema, de 52 metros de altura, única torre construida en madera, ya que no había acero suficiente en Colombia y consta de 1500 piezas, que salvaron  una gran depresión conocida como el salto de Yolombal, a 2.631 msnm y soportando un vano de 500 metros. La torre metálica que tenía que llegar de Inglaterra, nunca lo hizo y se decidió suplantarla por una de madera. 

Torre de Herveo , vista desde abajo.
Esta torre fue desmontada pieza a pieza de su lugar de origen e instalada junto al campus universitario. Hoy es un símbolo de la ciudad de Manizales.

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